EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO
CAPITULO
OCHO
Los ilimitados nombres de Dios
Iluminación
Aquí se dice: "¡Oh mi Señor! Has revelado el canto de Tus Santos Nombres y en
ellos has investido todo Tu poder". Tanto el Santo Nombre de Krsna como Su
potencia son eternos. En el Santo Nombre se encuentran todas las potencias o
energías de Krsna y no se ha establecido un lugar o un tiempo particular para
cantarlo. No sólo se puede cantar por la mañana o después del baño o después de
ir a un lugar sagrado; no hay semejantes condiciones. Uno puede cantar el Santo
Nombre de Krsna cuando quiera, dondequiera y en cualquier circunstancia.
En este verso, Sri Caitanya Mahaprabhu dice: "¡Oh Krsna! Tú has dado a todos la
más sublime oportunidad. Tú eres tan infinitamente bondadoso, que nos has dado
el servicio a Tu Santo Nombre (nama-bhajana). Aun así, la mía es la peor de las desdichas.
No encuentro en Mí un deseo sincero por cantar el nombre. No tengo fe, amor o
inclinación por cantar el nombre. No siento ningún anhelo innato para cantar Tu
nombre. ¿Qué puedo hacer?"
Este es el segundo de los ocho preceptos de Sriman Mahaprabhu. Él dice: "¡Oh
Señor! Has puesto todo de Tu parte para sacarme de este mundo material de
relatividad. Tu empeño por liberarme es tan magnánimo, que todo lo que pides de
Mí es un poco de colaboración para aceptar Tu gracia; aun así cierro mis oídos a
Tu magnánimo llamado. ¡Oh mi Señor, no tengo esperanza!"
En el primer verso de Su Siksastaka m o preceptos óctuples, Sri Caitanya Mahaprabhu
nos ha dado una gran esperanza. Él explica que cuando se emprende debidamente,
el canto del Santo Nombre de Krsna puede progresar paso a paso, revelando siete
efectos. El primero es la purificación de la conciencia; el segundo, la
liberación de toda relatividad mundana. Como tercer efecto, la bondad positiva
se despierta en nuestros corazones y nos lleva a Vrndavana. Después,
bajo la guía del svarupa-sakti, la energía interna del Señor, Yogamaya, llegamos
al concepto vadhu: Somos potencia y hemos de servir a Krsna
incondicionalmente. Vadhu significa ese rasa que nos da una
relación plena con el Señor (madhurya-rasa).
Después de llegar a esa etapa, ¿cuáles serán los siguientes resultados? Uno
se vuelve una partícula en el océano de la bienaventuranza y ese júbilo no es
insípido ni estático, sino que es siempre nuevo y dinámico; es purificante en
sumo grado. Aunque se nos permite conservar nuestra concepción individual,
sentimos que todas las partes de nuestra existencia se purifican al máximo
cuando cantamos el nombre. Y esto no sólo me afectará a mí, sino también a todos
aquellos que están relacionados con este nama-sankirtana. Ellos
experimentarán la conversión y la purificación en masa, la mayor purificación.
Estos son los siete resultados del canto del Santo Nombre.
Después de mencionar esta tesis en Su primer verso, Mahaprabhu nos da la
antítesis en el segundo. Si hay una esperanza tan grande en el Santo Nombre,
¿por qué tenemos tantos problemas? ¿En dónde está la dificultad? Por qué no
comprendemos la ventaja de la magnánima sanción de la Divinidad que se encuentra
en el Santo Nombre? Una gracia inestimable proviene de parte de Krsna. Él nos ha
dado incontables oportunidades, pidiendo lo mínimo de nuestra parte. Debemos
tener algún gusto, alguna seriedad para aceptar el Santo Nombre. Pero ahí radica
la dificultad: No tenemos ninguno. Así pues, ¿qué esperanza podemos tener? ¿Cómo
lograrlo? Puede que nos estemos acercando al Santo Nombre formalmente, pero no
desde lo más profundo de nuestro corazón. Por lo tanto, ¿a través de qué proceso
podemos realmente beneficiarnos y progresar? El tercer verso nos contesta esta
pregunta.
Aunque uno sienta que no tiene ni siquiera lo mínimo requerido para recibir
la dádiva, aun así no es un caso perdido. La verdadera naturaleza de esta
realización lo lleva a uno al concepto de la humildad. Cuando uno comienza a
practicar la devoción al Ilimitado Señor, no puede sino sentir que no tiene nada
de valor en relación con el Infinito y piensa: "No tengo nada que dar a cambio.
Carezco hasta del mínimo requisito para recibir la gracia del Señor". Eso lo
lleva a la concepción: "No tengo calificación alguna; estoy totalmente vacío".
En su corazón, un devoto no sólo siente que es inepto, sino también demasiado
despreciable para servir al Señor. Krsnadasa Kaviraja Gosvami dice:
"Soy más bajo que un gusano en el excremento y más pecador que Jagai y Madhai (jagai
madhai haite muñi se papistha purisera kita haite muñi se laghistha)". No
debemos desanimarnos cuando pensamos que no tenemos ni el menor mérito para
servir al Santo Nombre de Krsna, ya que este tipo de conciencia es natural en el
devoto.
Al mismo tiempo, tenemos que cuidarnos de una concepción insincera de nuestra
propia devoción. Este es nuestro enemigo. Pensar que "no tengo la menor
atracción o gusto por el Señor", está bien. Por el contrario, pensar: "Tengo
algún gusto, alguna sinceridad, alguna devoción por el Señor", es peligroso.
Si vamos a tener una conexión con el Infinito, debemos estar completamente
vacíos. Nuestra abnegación debe ser plena. Los logros mundanos son algo negativo
y tenemos que apartarnos de ellos totalmente. Debemos pensar: "No soy nada. No
tengo cualidades para ser aceptado o utilizado en el servicio al Señor. Soy
totalmente inepto". Tenemos que apartarnos completamente del mundo egoísta y
permitir que nos cautive Yogamaya, la energía interna del Señor. Un esclavo no
tiene posición; es el amo quien la tiene. Todo le pertenece a Él. Comprender
esto es nuestra verdadera calificación. Tan pronto como afirmemos que poseemos
alguna calificación, comenzarán nuestras dificultades. Así pues, el propio Sri
Caitanya Mahaprabhu
dice: "No encuentro vestigio de amor por Krsna en mi corazón (na prema pandho
`sti darapi me harau)". Este es el modelo de humildad. Y nuestro sentimiento
tiene que ser sincero; no debe ser una imitación. Tenemos que ser cuidadosos. No
debemos arriesgarnos a imitar a los devotos más excelsos. El único requisito
para cantar el Santo Nombre de Krsna es sentir, comprender de una manera
genuina, que no poseemos nada y que todo es suyo.
FIN DEL CAPITULO OCHO
No hay comentarios:
Publicar un comentario