Bienvenidos

Mi foto
J.A.Rios Independencia, Santiago, Chile
Te invitamos a compartir el proceso de cantar, bailar, oír y saborear el néctar del conocimiento trascendental de la literatura védica. Todos los Viernes de 19:30 a 21:30 Hrs en Cazadores 992 Fono: 717 83 07

Bienvenidos

Bienvenidos

Te invitamos a compartir el proceso de cantar, bailar, oír y saborear el néctar del conocimiento trascendental de la literatura védica.


Todos los Viernes de 19:30 a 21:30 Hrs en:

Cazadores 992 Independencia, Santiago de Chile

Fono: 717 83 07

Fotos de Programas

lunes, 13 de mayo de 2013

EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO La locura de Nimai Pandita


EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO

CAPITULO CUATRO



En la época del advenimiento de Sri Caitanya Mahaprabhu, Bengala se había alejado mucho de la conciencia de Krsna. La gente de aquel entonces se había vuelto tan degradada, que pasaban el tiempo gastando su dinero como agua para ver el matrimonio de gatos. Desviándose de la adoración al Señor Supremo, Krsna, ellos solían adorar al dios serpiente, Visahari, o a la controladora de los demonios, Kali. Muy rara vez se escuchaba el nombre de Krsna en sus labios. Sólo unos cuantos caballeros hindúes cantaban el Santo Nombre de Govinda, Hari o Krsna cuando se bañaban en el Ganges. Y Navadvipa -dhama el lugar del advenimiento de Sri Caitanya Mahaprabhu, se encontraba en esos días bajo el régimen mahometano. El Kazi gobernaba en Navadvipa y los sentimientos religiosos hindúes eran reprimidos por la mano dura del régimen islámico.

Advaitacarya era un gran erudito y el mayor entre los seguidores de Sri Caitanya Mahaprabhu. Él apareció en Navagrama, en Sri Hatha, en la provincia oriental de Bengala, y residía en Santipura. En términos ontológicos, Sri Advaitacarya es el avatara de Mahavisnu, quien crea el cosmos material mediante la acción de Su energía ilusoria. Advaitacarya fue el devoto que encarecidamente invitó a Sri Caitanya Mahaprabhu para que descendiera como el yugavatara, con la finalidad de cuidar del bienestar de todas las almas. Él comenzó a adorar al Señor con agua del Ganges y hojas de Tulasi, e invocó Su gracia orando: "¡Oh Señor! Por favor, ven y libera a esta gente. Ha llegado el momento de aliviarlos mediante la distribución del dulce nombre de Krsna. ¡Ven, mi Señor! ¡Ellos están tan necesitados!" De este modo, Advaitacarya, implorando por la causa de las almas caídas, atrajo a Sri Caitanya Mahaprabhu. Por supuesto que había llegado el tiempo para el advenimiento del yugavatara, la encarnación para esta era, pero aun así, Advaitacarya llevó a cabo la tarea de invitar y darle la bienvenida a Sri Caitanya Mahaprabhu.

El advenimiento de Sri Caitanya

Cuando el Supremo Señor estaba a punto de aparecer, Advaita sintió en su corazón: "Mi plegaria será complacida. ¡Él viene!" Finalmente, descubrió que Sri Caitanya Mahaprabhu, la Suprema Personalidad de Dios mismo, había aparecido en la casa de Sri Jagannatha Misra y Sacidevi como su hijo recién nacido, Nimai Visvambhara. Y así, Advaitacarya fue a ofrecer al niño y a sus padres los debidos respetos en el divino día del advenimiento.

Cuando ya había crecido un poco, Sri Advaita Prabhu vino a ofrecer reverencias a los pies del niño, Nimai. Sacidevi, la madre de Nimai, se estremeció: ¿Qué hace? Usted es un viejo pandita, un erudito védico. ¡Si usted muestra esta clase de respeto a mi muchacho estropeará Su futuro! ¿Qué hace?" Se dice que cuando Advaitacarya postraba la cabeza ante una Deidad, la estatua se hacía pedazos si era falsa, si no estaba allí la auténtica presencia del Señor. Pero en este caso, cuando Advaita puso su cabeza a los pies del niño, Nimai colocó un pie sobre la cabeza de Advaitacarya. Todo el mundo quedaba pasmado y se preguntaba: "¿Qué clase de poder espiritual tiene este niño? Un gran devoto tan erudito y mayor como Advaita se ha postrado ante Él y el niño ha colocado un pie sobre su cabeza, ¡pero al niño no le ha pasado nada! ¿Quién es ese niño?"

La niñez de Nimai

Cuando Nimai era un niño, a veces se disfrazaba con una manta y entraba en la huerta de plátanos de la casa de un vecino. Empujando con la cabeza, solía tumbar los árboles de plátanos. Los vecinos salían y pensaban: "¡Un toro debe haber entrado y destrozado nuestro jardín!" En estos pasatiempos, el Señor les enseñaba a sus devotos: "Estoy destrozando todos sus árboles de plátanos que serán utilizados para un propósito diferente al de Mi servicio. En el sentido más elevado, ustedes son mis asociados eternos y puedo hacer cualquier cosa con sus posesiones para satisfacer mis efímeros placeres". A veces, arrebataba frutas de las manos de Sridhara Pandita diciendo: "¡Oh, dame este plátano! No podré pagarte nada". Sridhara Pandita le decía: "¿Por qué haces esto? Eres un niño Brahmana; no puedo rehusarme. Más no debes hacer estas cosas. Soy un hombre pobre. Si Tú me arrebatas lo mejor, ¿cómo podré ganarme la vida?" De este modo, Nimai llevaba a cabo sus pasatiempos de robar frutas.

A medida que crecía, Nimai Pandita solía mostrar gran respeto por Advaitacarya; pero Advaita no lo podía soportar y decía: "Sé que no eres una persona ordinaria. Eres una personalidad sobrenatural y transcendental del nivel más elevado. Aun así en el sentido mundano eres más joven que yo y por lo tanto me tienes que respetar; pero no puedo tolerarlo. Para mí es demasiado". ¿Pero qué podía hacer Advaita? Nimai solía ofrecer sus respetos formales cada vez que se encontraba con Advaita Prabhu; así que Advaita ideó un plan para detenerlo y pensó para sí: "Veré cuán astuto eres".

Salió de Navadvipa , fue a Santipura y comenzó a predicar en contra de la escuela de la devoción. A Nimai le informaron que Advaitacarya, después de haber sido devoto por tanto tiempo, estaba predicando en contra de la escuela de la devoción. Él predicaba que jñana, el conocimiento, es superior a la devoción. "La devoción hace al Señor distante, Él argumentaba, y el conocimiento procura traerle muy cerca. Con el conocimiento, uno piensa: Él no puede ser descubierto con nuestros sentidos". Así pues, la devoción le mantiene alejado, diciendo: "Solamente es Su dulce voluntad la que puede darnos una conexión. Pero según el sendero del conocimiento, la suprema autoridad está dentro de usted, en su corazón. La escuela de la devoción es obviamente secundaria".

"No mates a ese anciano"

Advaitacarya comenzó a predicar de esta manera y cuando llegó a oídos de Nimai Pandita , Este fue con Nityananda a castigar a Advaita. Ellos se lanzaron al Ganges y nadaron hasta Santipura, en donde encontraron a Advaitacarya. Nimai se le enfrentó: "¿Qué haces Acarya? ¿Para qué me invitaste a venir aquí? Con agua del Ganges y hojas de Tulasi imploraste que apareciera, ¿y ahora te burlas de mí? ¿Hablas en contra de la devoción, en contra de mí? ¿Qué te pasa?" Y así, Nimai Pandita comenzó a castigar a Advaita, abofeteándole. La anciana esposa de Advaitacarya le dijo llorando: "¿Qué haces? ¡No mates a ese anciano!"

Nityananda Prabhu sonreía y Haridasa Thakura, perplejo, permanecía a cierta distancia y trataba de entender: "¿Qué pasa?" Entonces, Advaita Prabhu sintió gran satisfacción y dijo: "Ahora te he dado una lección. Has venido a castigarme. ¡Estás derrotado! ¡Logré la victoria sobre Ti!" Advaita Prabhu comenzó a bailar. "¡Hoy te he derrotado, mi Señor! Tuviste que castigarme. ¿A dónde se ha ido ahora ese respeto formal que siempre me mostrabas?" Advaitacarya se regocijó de este modo y le ofreció a Mahaprabhu un festín de sak, Su preparación favorita.

El Señor derramó tanta gracia sobre Advaita Prabhu, que a pesar de ser un anciano erudito y un Acarya, le castigó a bofetadas. No es posible castigar ni deshonrar a una persona que respetamos, sino únicamente a nuestros amigos íntimos. Sólo se puede irrespetar y deshonrar a alguien cuando existe una gran intimidad. Los devotos puros desean el castigo. "¡Castíganos!" Imploran. Pero el castigo que proviene de la región superior no es algo barato.

El poema místico de Advaita

Muchos años después, justo antes que Sri Caitanya Mahaprabhu comenzara a manifestar sus pasatiempos finales de éxtasis divino, Advaitacarya Prabhu escribió algunas líneas místicas de poesía, que envió al Señor a través de Jagadananda Pandita:

baulake kahiha-loka ha-ila baula, baulake kahiha-hate na vikaya caula

baulake kahiha-kaye nahika aula, baulake kahiha-iha hahiyache baula

"Dile a nuestro prabhu, quien se comporta como un demente, que todos han perdido la cordura. Y que el arroz, que una vez se cotizara a un alto precio, ahora carece de valor. En su amor por Dios, la humanidad medio enloquecida desprecia este mundo y todo aquello que una vez le fue querido. Hazle saber que un demente le habla esto a su oído".

Cuando Sri Caitanya Mahaprabhu leyó ese poema místico, Su humor se volvió muy grave. Svarupa Damodara estaba allí y preguntó: "¿Que hay escrito aquí?" Mahaprabhu contestó: "No sé cuál es el verdadero significado, pero Advaitacarya es un gran "adorador" y cierta clase de `adoradores' suelen pensar: Invitaremos a la Deidad y por algún tiempo trataremos de mantenerla aquí para adorarla. Cuando hayamos terminado nuestra adoración, le diremos adiós". A lo mejor Advaita piensa: "Ya es tiempo que la Deidad se vaya. No sé cuál será el verdadero significado, pero quizás sea ésta Su intención". Svarupa Damodara tomó el poema, lo leyó y se puso muy pensativo: "¡Oh! Advaita Prabhu dice que los requerimientos para la aparición de Sri Caitanya Mahaprabhu ya han sido cumplidos y que ahora no se necesita que Él, como la encarnación para esta era, predique el Santo Nombre de Krsna. El deber del avatara ha terminado y por lo tanto puede marcharse".

Los últimos doce años

Después, Sri Caitanya Mahaprabhu permaneció en este mundo durante doce años más, pero no como antes. Su humor había cambiado bastante. A partir de ese día, sintió gran separación de Krsna en el humor de Radharani. La locura divina se hizo predominante en Él y sus vínculos sociales se cortaron casi por completo. Ramananda Raya y Svarupa Damodara fueron sus asistentes durante ese tiempo. Él ya no mantenía ninguna relación social; el fuego de la separación dentro de Él ardía. Estaba absorto en la búsqueda de Radharani por Sri Krsna después que Krsna abandonó Vrndavana. En ese humor de locura divina pasó doce años en una habitación cerrada, dentro del recinto de la casa de Kazi Misra.

A veces, de noche, cruzando inconscientemente el muro divisorio, corría para encontrarse con el Señor Jagannatha. Cuando Svarupa Damodara y sus otros asistentes descubrían de repente que no se escuchaba el sonido del nombre de Krsna en su habitación, comenzaban a buscarlo: "Mahaprabhu no se encuentra allí. ¿Dónde estará?" En ocasiones lo encontraban tendido ante la entrada principal del templo de Jagannatha, con sus piernas y sus brazos dentro de Su cuerpo, igual que la tortuga retrae sus miembros dentro de su caparazón. Se percibía una fragancia muy dulce que emanaba de Él, y las vacas se congregaban allí para oler Su cuerpo. Mientras Mahaprabhu yacía allí en trance, internamente experimentaba los pasatiempos de Radha y Govinda con las gopis en Govardhana. Mientras tanto, Svarupa Damodara y los demás hacían todo lo posible para despertarlo del trance cantando el Santo Nombre de Krsna.

Cuando Mahaprabhu era despertado, se quejaba: "¿Qué han hecho? Disfrutaba allí de una experiencia muy agradable, pero al levantar un alboroto me han traído aquí abajo". ¿Qué ocasionaba ese alboroto? El canto de Hare Krsna. ¿Y quién cantaba el nombre de Krsna? Svarupa Damodara y otros de su mismo calibre. La profundidad de la experiencia de Sri Caitanya Mahaprabhu en Su divino trance era tan grande, que percibía el canto de Hare Krsna como ruido. Por lo tanto, puede ser que cantemos el Santo Nombre de Krsna y que éste sea un simple ruido. Sin embargo, desde otro punto de vista, podemos ver que el Krsna-nama tiene un valor tan inmenso, que se le dio preferencia sobre la participación directa en el Krsna-lila. No obstante, la instrucción que nos han dado nuestros Acaryas, los preceptores espirituales de nuestra línea, es que debemos considerar nuestro propio cantar simplemente como un ruido.

Un día, Sri Caitanya Mahaprabhu vagaba cerca de la ribera del mar. Una joven cantaba con fervor, alabando al Señor Jagannatha y Sri Caitanya Mahaprabhu corrió directamente hacia ese sonido a través de matorrales de peligrosas espinas. Entonces Govinda, su asistente, de alguna manera lo detuvo. Cuando Él se dio cuenta de lo que pasaba, dijo: "¡Oh! ¿Es una joven la que canta? Govinda me salvó la vida".

Medio loco de éxtasis

Repentinamente, a veces, sentía que Krsna retozaba con las gopis en el Yamuna. Con ese sentimiento, se arrojaba al océano gritando: "¡Krsna! Una vez, perdió el conocimiento al saltar, mientras las olas jugaban con Él. Al descubrir que había desaparecido, sus devotos se preguntaron: "¿Dónde estará Mahaprabhu?" Y encabezados por Svarupa Damodara, iniciaron Su búsqueda. En esa ocasión, la noche llegaba a su fin y todavía no podían encontrarlo. Por último, un pescador medio enloquecido llegó corriendo y cantaba: "¡Krsna, Krsna, Krsna!"

"¿Qué sucede?" -preguntó Svarupa Damodara. El pescador respondió: "Todas las noches pesco, pero esta noche lancé mi red y atrapé algo muy pesado. Cuando quise sacarlo, pensé que era un gran pez; pero cuando lo llevé a la orilla, encontré una enorme figura humana. Cuando intenté sacar el cuerpo de mi red, de alguna manera lo toqué y ahora estoy medio loco". Enseguida Svarupa Damodara dijo: "Tienes que haber visto a nuestro Sri Caitanya Mahaprabhu". "No, lo he visto antes, dijo el pescador, y Él tiene una hermosa figura. No es Él. Es otra cosa". Svarupa Damodara le dijo: "De todos modos, trata de mostrarnos dónde está".

Fueron y vieron la larga figura del Señor, con sus articulaciones dislocadas, que yacía inconsciente en la arena. Svarupa Damodara y los demás comenzaron a cantarle al oído el Santo Nombre de Krsna, hasta que volvió en Sí. En ese instante, Sri Caitanya Mahaprabhu comenzó a describir el lila de Krsna que había visto en Su trance. De esta manera, después que Advaitacarya le envió su poesía, Sri Caitanya Mahaprabhu vivió sus últimos doce años en el humor de la intensa separación que Srimati Radharani sentía por Krsna.

La locura de Nimai Pandita

Sri Caitanya Mahaprabhu exhibió ese intenso grado de locura divina en sus últimos días sobre esta tierra. Pero incluso durante Su vida en Navadvipa , cuando Mahaprabhu era Nimai Pandita , un joven muy erudito, todos pensaron que se había vuelto loco cuando regresó de Gaya y comenzó a exhibir síntomas de devoción por Krsna. La gente normal de la época decía: "Este Nimai Pandita era un buen hombre, un caballero, pero desde que regresó de Gaya, está totalmente cambiado y hace muchas cosas indeseables. Quiere predicar muchas nuevas ideas. ¿Qué es esto? Se ha vuelto loco. No le importan las reglas y regulaciones, las costumbres sociales, ni las antiguas Escrituras, solamente "Krsna, Krsna, Krsna". Antes era normal, pero recientemente se ha vuelto anormal. Por supuesto que tiene un intelecto poderoso. Cuando era profesor, ni siquiera le importaba la erudición de los más grandes Sri. Derrotó fácilmente al campeón de los eruditos, Kesava Kasmiri, y a muchos otros. Pero ahora lo hemos perdido. Ahora es diferente. No le importan los Brahmanas ni las Escrituras que seguimos. Tiene una nueva opinión y la presenta al mundo. Su manera de ser es incomprensible". Los vecinos se quejaron ante Su madre: "Sacidevi, ¿qué es esto? Antes, Nimai no era así, pero ahora ya no le importamos. Ni siquiera siente atracción por Su esposa. ¿En qué se ha convertido? Eres la hija de un caballero, ¡pero mira qué desgracia! ¿Qué se puede hacer? Saci, el hecho es éste: Tu único hijo, que era tan brillante, se ha vuelto loco. Debes hacer los arreglos para un tratamiento médico apropiado". Entonces, Sacidevi mandó a buscar al kaviraja, el médico.

El médico hizo que llenaran un pequeño estanque de ladrillos con aceite de Visnu, que se supone es muy refrescante, y se le pidió a Nimai Pandita que se bañara en él. Mientras se sumergía y nadaba en el aceite, reía como un loco. En ese momento, Srivasa Thakura llegó de visita y preguntó: "¿Cómo está Nimai Pandita ?" Sacidevi le dijo: "¡Mira qué desdichada soy! Mi Nimai se ha vuelto completamente loco. Llamé al médico y él hizo los arreglos para este tratamiento". Mientras ella le mostraba cómo Nimai jugaba en el estanque, Srivasa preguntó: "¿Qué es esto?" Saci contestó: "Mis vecinos me aconsejaron que hiciera esto". Srivasa dijo: "Eres una dama muy gentil. No sabes cómo encarar a los demás. ¡Ya quisiera para mí eso que Nimai tiene! Tu hijo tiene Krsna-prema y yo quisiera aunque fuera una gota. Si se nos permite vivir unos días más, tendremos oportunidad de ver muchos pasatiempos maravillosos de Krsna".

Entonces, Nimai Pandita se puso serio momentáneamente y le dijo a Srivasa: "Si tú también hubieses comentado que Yo estoy loco, habría corrido hasta el Ganges para terminar con mi vida. Srivasa, al menos tú has comprendido quién soy. Ese es mi consuelo. Si le hubieses dicho a la gente: `Está loco', habría concluido que aquí no hay nadie que pueda aceptar lo que he venido a dar. Hubiera tenido que entrar en el río y ahogarme sin vacilar".

Antes que Nimai Pandita fuese a Gaya, era un gran erudito. Cuando regresó de Gaya recargado con devoción, comenzó a explicar de nuevo la gramática sánscrita pero ahora señalando a Krsna en ella. Él daba interpretaciones de las raíces de la gramática sánscrita que señalaban la relación entre el sánscrito y Krsna. Explicaba que el sonido no es más que una vibración y que "vibración" quiere decir la potencia de Krsna. Es la potencia de Krsna la que purifica todo, la que hace que todo se mueva. Si se retira esa potencia, todo se muere y acaba. De esta manera, Nimai Pandita quería explicar la gramática en términos de Krsna.

Sus estudiantes se sintieron muy perturbados y pensaron: "¿Qué está sucediendo? Hemos venido para aprender sánscrito de Nimai Pandita , pero ahora nuestras necesidades académicas no serán satisfechas. Aun así, el entrenamiento que recibimos de Él jamás lo encontraremos en ninguna otra parte; por eso no podemos abandonarlo. Pero, ¿cómo mejorar Su estilo de enseñanza?" Ellos acudieron al antiguo maestro de Nimai Pandita , Gangadasa Pandita, quien había sido tutor de Nimai en Su niñez. Gangadasa dijo: "Todos ustedes son afortunados de ser estudiantes de Nimai Pandita . Es muy buen profesor. ¿De qué se quejan?" Los estudiantes contestaron: "Nos sentimos muy complacidos de estar aprendiendo de Nimai Pandita . Pero ahora, desde que regresó de Gaya, explica todo de una manera completamente nueva. Enseña el sánscrito en relación con el Santo Nombre de Krsna. Él comprende una filosofía muy elevada, pero eso no nos ayudará en nuestro propósito de estudiar gramática. Indudablemente que es valioso, pero eso no nos ayudará en nuestros estudios. Por favor, pídale que cambie Su estilo. Él siente mucho respeto por usted, ya que usted es Su maestro. Sólo usted puede influir en Él". "Está bien", dijo. "Pídanle que venga a verme mañana".

Los estudiantes fueron donde Nimai Pandita y le dijeron: "Su profesor anterior le llama. Quiere verle". Nimai dijo: "Sí, iré". Y más tarde fue a verlo. Le ofreció sus respetuosas reverencias a Gangadasa Pandita, quien dijo: "¿Cómo estás, hijo mío? Me siento feliz de escuchar que fuiste a Gaya y que cumpliste con Tus deberes religiosos hacia Tus antepasados. Todo eso es muy bueno, pero ¿qué sucede? Tus estudiantes se quejan conmigo. ¿Es cierto que ya no te interesas por enseñarles como es debido? ¿Por qué no quieres enseñarles como lo hacías antes? Todos ellos aprecian Tus enseñanzas, pero desde que regresaste de Gaya has adoptado un nuevo estilo de enseñanza. No sigas haciéndolo así. Debes educarles correctamente. He oído a la gente decir que te has convertido en un devoto. ¿Pero acaso no fueron devotos Tus padres y antepasados? Claro, te has vuelto un devoto extraordinario. Pero no te desvíes. Lo que dices acerca de la devoción parece innecesario; eso realmente no es gramática. ¿Piensas que estás dando nueva luz con Tus nuevos significados? ¿Piensas que todos Tus antiguos profesores fueron unos idiotas? ¿Qué tienes que decir?" Nimai guardó silencio. "Está bien. Entonces no te desvíes. Conserva la calma, sigue el ejemplo de Tus predecesores, y enséñales bien a los muchachos para que en el futuro no tengamos que escuchar ninguna queja contra Ti. Tus estudiantes no irán a ninguna otra escuela. Ellos sienten mucho cariño por Ti; así que enséñales bien". Después Nimai Pandita tomó el polvo de los pies de Su maestro y le dijo: "Sí, trataré de obedecer su mandato. Por la fuerza del polvo de sus pies, nadie puede desafiarme en erudición. No se preocupe. Les enseñaré bien".

"¿Por qué debo adorar a Krsna?"

Algunos días después, Nimai Pandita comenzó a cantar "gopi, gopi" mientras se encontraba en trance devocional. Algunos eruditos notables, que ocupaban una elevada posición social, fueron a verle y le dijeron: "Nimai Pandita , Tú eras un gran pandita y ahora eres un devoto. Eso no importa, pero ¿por qué cantas "gopi, gopi?" Canta el nombre de Krsna. Según las Escrituras, eso te proporcionará algún beneficio. En cambio estás cantando "gopi, gopi". ¿Qué beneficio obtendrás con ello? Estás loco". Nimai dijo: "¿Quién es ese Krsna? ¿Por qué debo adorarlo? ¡Él es un ladrón y un cazador de mujeres!" A continuación, Nimai levantó un palo y los ahuyentó.

Más tarde, ellos comentaron entre sí: "Nimai Pandita se ha vuelto loco de remate. ¡Fuimos a decirle algo provechoso y Él vino con un palo para matarnos! No somos hijos de hombres corrientes. Tenemos una elevada posición en la sociedad y nuestra dignidad familiar. ¡Ya le enseñaremos!" Ellos empezaron a conspirar para darle a Nimai Pandita una gran lección. Querían darle una buena paliza.

En ese momento, Nimai gritó súbitamente: "Yo tomé las más amplias medidas para liberar a estas almas miserables, pero ahora veo que ellas simplemente crean más pecados al abusar de Mí y conspirar para castigarme. ¿Por qué he venido? ¿Qué resultará efectivo para liberarlos? Tendré que asumir el papel de un sannyasi. De lo contrario, pensarán que sencillamente soy uno de ellos, un hombre de familia. Pero si me convierto en un sannyasi, un predicador, puede que sientan algún respeto. Ellos dirán: "Nosotros somos hombres de familia, pero Él se ha vuelto un sannyasi. Debe ser reverenciado". Así recibirán el beneficio de esa veneración. Si no, tendrán que ir al infierno por pensar que soy un hombre ordinario. Para infundir respeto, de modo que ellos puedan beneficiarse, tendré que aceptar el papel de un sannyasi". Él le reveló a Nityananda Prabhu y a algunos otros: "En el último día del primer mes de este año, he de aceptar sannyasa".

FIN DEL CAPITULO CUATRO


No hay comentarios: