SERMONES DEL GUARDIAN DE LA DEVOCION II
CAPITULO UNO
Invita a Vasudeva al trono de tu corazón
Devoto: ¿Qué debería hacer un devoto cuando
es continuamente atacado por la lujuria, la ira y la envidia?
Srila Sridhara Maharaja: Uno debería pedir
la ayuda del sadhu; los sadhus son apoyados desde arriba. Existen
muchos seres que están avanzando desde el mundo material al espiritual y
sadhus especiales están a cargo para proteger a estos viajeros. Así, el
devoto debería gritar en voz alta: "¡Estoy a punto de ser asaltado! ¡Denme
protección!" Con fervor, debe imponer todo su coraje: "¡No permitiré que ustedes
me asalten! Todas mis tendencias anteriores han formado mi destino y ahora ellas
han aparecido; soy presa de todos estos sucios asaltantes, ¡por favor
protéjanme! ¡Kama, krodha y lobha (lujuria, ira y envidia)
están saltando sobre mí!"
Existen también muchos métodos artificiales:
yamadibhir yopapathaih kama-lobha-hato muhuh
mukunda-sevaya yadvat tathadhatma na samyati
Srimad-Bhagavatam 1.6.36
La práctica de diferentes posturas (asanas), control de la respiración
(pranayama
), etc., nos ayudará hasta cierto grado, pero sólo superficialmente; la
semilla profundamente arraigada puede ser eliminada sólo por colocar a Mukunda en el trono de
nuestro corazón. (Mukunda -sevaya yadvat tathadhatma na samyati). Si uno
continúa con los métodos artificiales de pranayama y
demás, la lujuria y la ira parecerán reducirse por un tiempo, pero esto no será
una cura permanente; cuando las prácticas sean disminuidas surgirán de nuevo. El
alivio de la lujuria, la ira y la envidia es sólo temporal.
Los meditadores y renunciantes (yogis y jñanis) piensan que
estas prácticas calmarán su sed interior y continúan en constante meditación
(nidhi-dhyasanam), mientras se mantienen aparentemente vigilantes con
algunas prácticas externas. Pero los devotos no tienen ninguna fe en estos
métodos. Ellos consideran todo esto artificial; sólo desean invitar a Vasudeva en todas las
fases de sus vidas y de esta manera, permanentemente apartan a estos enemigos.
Devoto: Maharaja, al comienzo se nos enseña
a seguir pero parece que hay un punto donde imitamos y luego seguimos. Debido a
que no tenemos calificación, al tratar de seguir realmente estamos imitando de
alguna forma. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre las dos? ¿Cuándo la
imitación o anukarana se vuelve seguimiento o anusarana?
Srila Sridhara Maharaja: En
anusarana, seguimiento, existe sinceridad; y anukarana, imitación,
se hace sólo por nombre y fama, pratistha . Sólo imitar la devoción externamente sin
tener pureza interna, es más o menos tratar de conseguir la gloria del
sadhu. Y anusarana, quiere decir que es obtenido del corazón,
sinceramente. Así, seguimiento verdadero es progreso sincero e imitación es
artificialidad.
Se ha experimentado prácticamente que los servicios responsables pueden
ayudarnos a evitar caer víctimas de la lujuria, la ira, etc. Por encima de todo
está la fe (sraddha), luego la asociación de los devotos puros (sadhu-sanga) y
la ocupación entregada en los deberes prescritos por el Divino Maestro (bhajana-kriya).
Ocuparse totalmente es necesario, especialmente la mente, no simplemente el
cuerpo; y la ocupación mental puede lograrse sólo con responsabilidad. Un
servicio responsable se le ha dado al discípulo. Él siente una responsabilidad y
ésta ocupa su cerebro; no puede sino pensar en eso, la mente es ocupada allí en
forma segura. Así, la mente no tiene oportunidad de merodear en cosas
inferiores. Esta es la belleza de la profunda ocupación en servicio responsable.
En el sentido práctico, esto nos ayuda bastante; luego la asociación y las
Escrituras serán realmente de ayuda sustancial para nosotros: Como servicio
(pariprasna, sevaya). Tanto como seamos capaces de ocuparnos en
servicios profundos y responsables, el efecto de los enemigos sobre nosotros
será minimizado. Ellos vendrán y echarán un vistazo y luego se regresarán
diciendo: "No, no tiene tiempo. Él está profundamente ocupado, no tiene tiempo
para darnos atención; no puede ser atraído". De esta forma tendrán que
retirarse. Luego, si regresan, una, dos, tres o más veces: "¡Oh, no tiene
tiempo, no nos presta atención, está profundamente ocupado en seva!"
Seva, servicio, no debe ser simplemente físico; existe seva
mental, y sólo la responsabilidad puede capturar la mente. Cuando hay
responsabilidad la mente es compelida a pensar sobre el asunto; de otra forma,
la mente estará libre de vagar de aquí para allá mientras el cuerpo está
aparentemente ocupado. Así, ocupa la mente en servicio entregado y responsable.
FIN DEL CAPITULO UNO
CAPITULO DOS
El ojo para ver al dhama
En una nación ordinaria existe una capital, en donde el trabajo y la posición
del rey son más intensos que en cualquier otra parte del país. Similarmente, el
Señor está en todas partes y Su existencia concentrada se encuentra en el
dhama o la Morada Sagrada. Con una visión plenamente desarrollada podemos
sentir las características especiales del dhama; debemos sentir Su
presencia en todas partes, pero con intensidad particular en el dhama.
Con el despertar de nuestro ojo verdadero, seremos capaces de sentir y apreciar
de acuerdo con este criterio. No existe dhama para aquellos que no tienen
ojos para verlo. También existe una jerarquía en el dhama. Todos se
encuentran en actitud de servicio, todo está contribuyendo a la realidad ya sean
pájaros, bestias, gusanos, insectos. Sus sentimientos de corazón, gestos,
postura o movimientos contribuyen exclusivamente a los pasatiempos del Señor.
Dhamera svarupa, sphuribe nayane: En una canción, Srila Bhaktivinoda
Thakura aspira por esa visión pura del dhama. De otra manera, nos
parecerá completamente ordinario, como una jungla. La pureza del agua del Ganges sólo es percibida
por aquellos que tienen la fe apropiada o sraddha: Para otros ojos será
agua ordinaria. Lo mismo se aplica a la Deidad o Sri Murti . Uno puede pensar
que el Sri Murti del
Señor Jagannatha en Puri es una figura tosca: Sus brazos parecen incompletos,
Sus pies no son visibles, Sus ojos son tan enormes; aun así, Mahaprabhu se
paraba ante ella por horas, derramando lágrimas; nadie podía moverlo de ese
lugar. ¿Qué veía Mahaprabhu en esa figura y qué es para nuestros ojos? Así, de
acuerdo con la profundidad de visión de nuestro ojo interior, podremos
acercarnos al plano del dhama, la Deidad y la purificante agua del Ganges. Sraddha mayo `yam
purusah (Bhagavad-gita 17.3): "La naturaleza de una persona es
modelada de acuerdo con la fe". ¿Qué valor tiene un espejo si no se tiene
visión? En el espejo encontramos un reflejo, pero si el ojo está ausente, ¿qué
se podrá ver en el espejo? Así el ojo apropiado, la fe, es necesario. De acuerdo
con el sraddha, el carácter específico del dhama como distinto de
todos los demás lugares, podrá ser apreciado, descubriendo su forma real. Todo
depende de sraddha, la fe.
La fe es el único vínculo efectivo. Si deseamos tener algún enlace con el sol
o la luna , los instrumentos ordinarios no servirán sino que algún medio
plenario como la electricidad, etc., tendrá que intervenir. Debemos aproximarnos
pasando por un plano similar al objeto. Similarmente, podremos dirigirnos al
Infinito sólo con la ayuda de sraddha. No podemos esperar tener conexión
con el plano más sutil de experiencia con la ayuda del ojo, la nariz o los oídos
o aun por medio de la inteligencia o la razón. Si deseamos tener alguna conexión
con ese plano más fino, que está sosteniendo esta creación, sólo es posible a
través de la fe (sraddhamayo `yam purusah).
Luego, surge el asunto de la credibilidad: La fe puede ser ciega, pero en
tanto la calidad de "fe ciega" exista, también existe como algo posible la fe
"consciente" la fe ciega es una fe enferma, pero nosotros debemos relacionarnos
por medio de la fe real o saludable. Sin embargo, nuestra experiencia estará
confinada a nuestras limitaciones, entonces, ¿qué tanta fe podemos reunir?
Cuando tratamos de establecer una conexión con el Infinito, existen infinitas
posibilidades. Pero, ¿qué tanta fe pueden tener cosas finitas como nosotros?
¿Qué tanto podemos imaginar? La imaginación también debe tener un límite; no
obstante el Infinito existe más allá de los límites de cualquier imaginación. El
Infinito es tan espacioso y amplio que aun nuestra imaginación falla al
considerarlo. ¿Qué tanto podemos imaginar? Somos nacidos y criados en una celda;
nuestra experiencia es limitada y nuestra imaginación también es limitada.
Entonces la imaginación no puede ser extendida para que tome un carácter
infinito. Debemos ser conscientes que estamos yendo a establecer nuestra
relación con el Infinito, donde la más grande imaginación es solamente un punto.
La imaginación no puede devorar al Infinito, así que a la imaginación no se le
debe permitir obstruirnos. ¿Qué tanto podemos imaginar? Algo muy escaso en
comparación con el Infinito. No debemos permitirnos ser esclavos de nuestra
imaginación. El Infinito es tan amplio, que no podemos tener ningún concepto de
éste, no podemos imaginarlo. Sólo la fe genuina puede ayudarnos en esa
dirección, hacia el Infinito. Y aun así tenemos alguna concepción, se dice que
la clave para que se haga conocible a nosotros se encuentra en Su mano. Cuando
Él abra la puerta, podremos entrar. La llave no está en nuestras manos. Podemos
ver sólo tanto como Él lo desee. Él es adhoksaja, trascendental. Tenemos
que aceptar primero esto antes que podamos aproximarnos a Él o siquiera esperar
conocerle. Debemos prepararnos con esta actitud de aceptarlo como
adhoksaja.
Si Él no nos permite entrar en Su dominio, ¿deberíamos negar Su existencia?
Él es libre de hacer lo que desee, ¿qué puede perder? Somos nosotros los
perdedores. Así, debemos reconocer sumisamente el reino adhoksaja por
encima de nosotros. Por encima de la filosofía de Sankaracarya, Sri
Ramanuja introdujo este principio adhoksaja.
Debido a que no podemos entrar a ese reino como sujetos o haciéndolo un
objeto de nuestra investigación, negamos Su existencia. ¿Qué significa esto? Los
tontos pueden estar satisfechos con tal tendencia imaginaria, pero realmente
existe tal dominio y cuando Él desee llevarnos a Su jurisdicción podremos tener
alguna experiencia del mismo. Esto es adhoksaja, Él es adhoksaja,
trascendental, supramental. No podemos entrar a ese dominio como sujetos. Aun si
nos aproximamos como investigadores, podremos conocer de Él sólo aquello que Él
nos lo permita. Aun así, tenemos que admitir que existe tal reino, el reino
supersubjetivo. Nosotros somos sujetos y ese reino el Supersujeto. La
jiva-caitanya, el alma, no es la existencia final. Sócrates dijo que el
alma es inmortal y puede vivir independientemente de la materia. Él se dio
cuenta que el alma es una unidad independiente de la materia, no es un producto
de la materia. No obstante no es la sustancia final. Comparada con la materia,
el alma es espiritual, pero al mismo tiempo ésta puede ser considerada como
materia en comparación a su conocedor, la Superalma, Paramatma , y así
sucesivamente. El reino supersubjetivo progresa hacia adelante más y más. Allí,
todos son nuestros Maestros; no podemos ser controladores allí, sólo sirvientes.
Si deseamos entrar en la posición más elevada, debemos aceptar la posición de
esclavo del esclavo. Sólo entonces podremos tener la oportunidad de entrar en
ese dominio. Esto no es irrazonable.
Alguien puede pensar que materia, gas, cielo y finalmente éter son el límite
de la existencia; o que más allá del éter, la electricidad es el límite. Pero
más allá de esto está el alma, como dijo Sócrates. Allí, el alma existe
trascendiendo la materia en todas sus fases. Así también, el alma es sólo una
partícula en el lado burdo del Absoluto. Hay una existencia más fina como la
Superalma, y aún más. Exactamente como en la creación material existen muchos
estados tales como tierra, piedra, madera, oro, etc., existe una gradación
similar en la sustancia espiritual. Generalmente, dos: En la parte inferior, Vaikuntha, y en la
esfera superior, Goloka o la tierra del amor.
La existencia espiritual puede ser dividida en tres clases básicas:
sat, cit, anandam. Por encima de la existencia subjetiva de
cetana o cit, la jiva alma, existe un elemento superior
fundamental, categóricamente diferente, de anandam o felicidad, éxtasis.
Esta no es únicamente cit, subjetiva, sino la culminación del sujeto como
anandam, pleno en sí mismo, o más específicamente en Sí mismo. Y este es
el principal elemento por encontrar en Goloka. El conocimiento es allí un subordinado; el
conocimiento (jñana, anubhuti), la percepción o experiencia, aun
de lo trascendental, es un subordinado, sometido, y la corriente automática de
anandam, belleza y armonía, es la característica real de la sección Goloka. Jñana no
desempeña ningún papel allí (jñana-sunya-bhakti). Es algo así como
intuición.
El movimiento allí es intuitivo y lleno de éxtasis, no hay movimiento por
cálculo; todo es por intuición (sambhandha-jñana). Cómo y de dónde viene,
no importa.. Ellos no son sino instrumentos en las manos de anandamaya-vilasa
o juego extático. Esto es Goloka y se nos dice que si tenemos fe, nos daremos el
trabajo de hacer un viaje hacia ese plano. La fe deberá ser la guía, impulsada
por nuestro intenso deseo (lobha, laulyam). Nuestra atracción y
sentido de necesidad por esto toma prioridad: "Sí, deseo eso". Entonces,
empezamos. Exactamente como Hegel dijo: "La idea precede a la acción". Así, en
sraddha, sentimos: "Sí, deseo eso". Luego debemos aceptar el
inconveniente de aproximarnos. Se nos dice que ésa es la posición más elevada,
la tarea intuitiva del amor en los pasatiempos divinos (vilasa). Y en
ésta, la concepción suprema, se puede encontrar la felicidad o éxtasis. Aquél
que se sienta atraído se tomará el trabajo de aceptarlo e ir a ese lugar; eso es
dado por el Bhagavatam y Mahaprabhu.
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