EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO
CAPITULO
TRECE
Iluminación
En ocasiones, este verso se traduce así: "¡Oh Govinda! Sin Ti, siento que un
momento es como doce años o más." A veces la palabra yuga se traduce como
"doce años". Algunos devotos dicen que esto se debe a que Mahaprabhu experimentó
la más intensa separación de Krsna en el humor de Radharani durante doce años.
En el diccionario sánscrito, se dice que yuga significa doce años. Esta
es una concepción. Otro significado es "milenio" o "era". Yuga también
puede significar una cantidad ilimitada de tiempo.
Sri Caitanya
Mahaprabhu dice: "Un momento me parece como un periodo ilimitado de tiempo y
mis ojos derraman torrentes de lágrimas. La estación de las lluvias origina
numerosas inundaciones y ahora me parece que mis ojos se desbordan. Lo visible
se vuelve invisible para mí. Estoy tan retraído del medio ambiente actual, que
no puedo ver nada. Mi mente siente tan profunda atracción hacia el centro del
Infinito, que no puedo ver nada, no importa dónde se pose mi mirada. Todo me
parece vacío, porque siento como si Govinda se hubiese apartado de mí".
"Qué peculiar clase de sentimiento hay dentro de mí: No siento interés por
nada. Todo mi interés ha sido atraído por Govinda hasta tal grado, que soy un
extraño en mi medio ambiente actual. Nada tengo, ni siquiera mi conciencia. Esta
se ha ido a otra parte, hacia el Infinito. Cuando hay sequía, todos los ríos y
lagos se secan. El agua es llevada al mundo gaseoso. Por ninguna parte puede
hallarse una gota de agua. Es algo parecido. El encanto se retira de un modo tan
completo, que todo queda vacío. Mis sentidos, mi mente y todo lo demás han sido
atraídos hacia arriba por la sumamente atractiva, encantadora y dulce
Personalidad de Dios, Sri Krsna, la hermosa realidad".
Algunas veces parece que el lapso entre la unión y la separación es de
incontables milenios. Un devoto piensa: "He perdido la esperanza de encontrarme
con Krsna hace mucho, mucho tiempo". El conserva un leve recuerdo: "Tuve algún
vínculo con Krsna, pero ha quedado tan atrás, tan lejano, que parece que ha
transcurrido un periodo ilimitado de tiempo. Una vez tuve una leve
reminiscencia, pero ya se ha ido, quizás para siempre". Él siente tal grado de
desencanto y desesperación.
Este es el ejemplo del mundo infinito. Así como nosotros medimos con años luz
la distancia a los planetas y a las estrellas, aquí, el carácter trascendental
se calcula con esa medida. ¡Cuánta osadía tenemos al abordar algo tan inmenso y
más allá de nuestra jurisdicción!
Al principio, el devoto pensaba: "Si se me eleva a ese grado de servicio, mi
corazón se sentirá complacido. Mi sed será saciada y experimentaré algún alivio,
cierta satisfacción dentro de mí". Pero el desarrollo de su devoción le llevó a
un inesperado plano de vida. La naturaleza del amor divino es tal, que cuando se
le da una gota de esa medicina a un paciente anhelante, éste se cree curado; sin
embargo, se le lleva a una posición peligrosa.
Ahora, él piensa: "Al ver a los devotos derramando incesantes lágrimas, con
los vellos de sus cuerpos erizados y sus voces ahogadas al cantar el nombre de
Krsna, quedé cautivado. Esos síntomas me atrajeron y creí que al obtener eso me
sentiría verdaderamente satisfecho; pero, ¿qué encuentro al lograr ese plano?
Exactamente lo opuesto".
Al entrar realmente en contacto con el Infinito, se siente desesperado y
piensa: "No hay límite para el progreso. Por el contrario, a medida que entro en
una relación más íntima con el Infinito, me siento más desesperado". Mientras
más avanzamos, más ilimitado lo encontramos. Y al descubrir que es ilimitado,
nos desesperamos, pero no podemos volver atrás. No hay posibilidad de volver
sobre nuestros pasos. Sólo podemos seguir adelante. Este es el espíritu de un
devoto genuino.
Al descubrir la característica infinita de nuestra perspectiva, no podemos
abandonarla y nos desesperamos, pensando: "Ante mí tengo el néctar más elevado,
pero no puedo saborearlo. Soy incapaz de tocarlo o alcanzarlo con mi mano. A
pesar de todo, Su encanto es tan inmenso, que no puedo apartarme de este enredo.
Y sin él, un instante parece como millones de años".
El devoto piensa: "¡Oh, muchas, muchas eras han pasado y todavía me encuentro
necesitado! Estoy tratando de alcanzarlo, pero no puedo y el tiempo pasa. El
tiempo también es infinito. ¡Son tantos los ríos que nacen de mis ojos! Las
lágrimas caen profusamente de mis ojos sobre mi cuerpo, pero no veo la
posibilidad de alcanzar el éxito. Mi mente está completamente vacía. No veo
ningún futuro para mí. No tengo ningún encanto, ninguna atracción por nada que
pudiera parecer un consuelo para este cuerpo enfermo".
"No veo posibilidad de solaz en ninguna otra parte. Todas las alternativas
han sido eliminadas, estoy totalmente en las garras de la conciencia de Krsna y
del amor por Krsna. Si hay alguien que pueda venir a socorrerme, ¡ayúdeme! Estoy
perdido, desamparado. Si hay alguien que pueda ayudarme, que por favor venga a
salvarme".
Caitanya
Mahaprabhu dice que cuando estamos profundamente situados en el amor por
Krsna, no podemos abandonarlo. Por el contrario, nuestra sed aumenta y no
sentimos satisfacción. Estamos en medio de una situación aparentemente horrible.
El anhelo por Krsna que se despierta en nuestra mente va en esa dirección.
Cuando un devoto se relaciona verdaderamente con Krsna, su posición será
completamente exclusiva y eliminará todo lo demás. Toda su concentración estará
en Krsna.
En este verso, Sri Caitanya Mahaprabhu describe cómo un devoto progresa y
despierta a una concepción más elevada de Krsna. Después, viendo a Krsna frente
a él sin poder alcanzarle, siente esta clase de separación. Mientras más
progresa, más desesperado se siente. Este consejo supremo de Sri Caitanya Mahaprabhu
nos ayuda a adaptarnos a este intenso humor de separación. Él nos dice: "Te
perderás en la conciencia de Krsna. ¿Y cuál será tu posición? Eres una gota y se
te arrojará al océano del amor divino".
No hay comentarios:
Publicar un comentario