EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO
CAPITULO
CUATRO
En la época del advenimiento de Sri
Caitanya Mahaprabhu, Bengala se había alejado mucho de la
conciencia de Krsna. La gente de aquel entonces se había vuelto tan degradada,
que pasaban el tiempo gastando su dinero como agua para ver el matrimonio de
gatos. Desviándose de la adoración al Señor Supremo, Krsna, ellos solían adorar
al dios serpiente, Visahari, o a la controladora de los demonios, Kali. Muy rara
vez se escuchaba el nombre de Krsna en sus labios. Sólo unos cuantos caballeros
hindúes cantaban el Santo Nombre de Govinda, Hari o Krsna cuando se bañaban en
el
Ganges. Y
Navadvipa -dhama el
lugar del advenimiento de Sri
Caitanya Mahaprabhu, se encontraba en esos días bajo el
régimen mahometano. El Kazi gobernaba en
Navadvipa y los
sentimientos religiosos hindúes eran reprimidos por la mano dura del régimen
islámico.
Advaitacarya era un gran erudito y el mayor entre los seguidores de Sri
Caitanya Mahaprabhu.
Él apareció en Navagrama, en Sri Hatha, en la provincia oriental de Bengala, y
residía en Santipura. En términos ontológicos, Sri Advaitacarya es el
avatara de
Mahavisnu, quien crea el cosmos material mediante la acción de Su energía
ilusoria. Advaitacarya fue el devoto que encarecidamente invitó a Sri
Caitanya Mahaprabhu
para que descendiera como el
yugavatara, con la finalidad de cuidar del bienestar de
todas las almas. Él comenzó a adorar al Señor con agua del
Ganges y hojas de
Tulasi, e invocó Su
gracia orando: "¡Oh Señor! Por favor, ven y libera a esta gente. Ha llegado el
momento de aliviarlos mediante la distribución del dulce nombre de Krsna. ¡Ven,
mi Señor! ¡Ellos están tan necesitados!" De este modo, Advaitacarya, implorando
por la causa de las almas caídas, atrajo a Sri
Caitanya Mahaprabhu.
Por supuesto que había llegado el tiempo para el advenimiento del
yugavatara, la
encarnación para esta era, pero aun así, Advaitacarya llevó a cabo la tarea de
invitar y darle la bienvenida a Sri
Caitanya Mahaprabhu.
El advenimiento de Sri Caitanya
Cuando el Supremo Señor estaba a punto de aparecer, Advaita sintió en su
corazón: "Mi plegaria será complacida. ¡Él viene!" Finalmente, descubrió que Sri
Caitanya
Mahaprabhu, la Suprema Personalidad de Dios mismo, había aparecido en la
casa de Sri Jagannatha Misra y Sacidevi como su hijo recién nacido, Nimai
Visvambhara. Y así, Advaitacarya fue a ofrecer al niño y a sus padres los
debidos respetos en el divino día del advenimiento.
Cuando ya había crecido un poco, Sri Advaita Prabhu vino a ofrecer
reverencias a los pies del niño, Nimai. Sacidevi, la madre de Nimai, se
estremeció: ¿Qué hace? Usted es un viejo
pandita, un erudito védico. ¡Si
usted muestra esta clase de respeto a mi muchacho estropeará Su futuro! ¿Qué
hace?" Se dice que cuando Advaitacarya postraba la cabeza ante una Deidad, la
estatua se hacía pedazos si era falsa, si no estaba allí la auténtica presencia
del Señor. Pero en este caso, cuando Advaita puso su cabeza a los pies del niño,
Nimai colocó un pie sobre la cabeza de Advaitacarya. Todo el mundo quedaba
pasmado y se preguntaba: "¿Qué clase de poder espiritual tiene este niño? Un
gran devoto tan erudito y mayor como Advaita se ha postrado ante Él y el niño ha
colocado un pie sobre su cabeza, ¡pero al niño no le ha pasado nada! ¿Quién es
ese niño?"
La niñez de Nimai
Cuando Nimai era un niño, a veces se disfrazaba con una manta y entraba en la
huerta de plátanos de la casa de un vecino. Empujando con la cabeza, solía
tumbar los árboles de plátanos. Los vecinos salían y pensaban: "¡Un toro debe
haber entrado y destrozado nuestro jardín!" En estos pasatiempos, el Señor les
enseñaba a sus devotos: "Estoy destrozando todos sus árboles de plátanos que
serán utilizados para un propósito diferente al de Mi servicio. En el sentido
más elevado, ustedes son mis asociados eternos y puedo hacer cualquier cosa con
sus posesiones para satisfacer mis efímeros placeres". A veces, arrebataba
frutas de las manos de Sridhara Pandita
diciendo: "¡Oh, dame este
plátano! No podré pagarte nada". Sridhara Pandita le decía: "¿Por qué haces
esto? Eres un niño
Brahmana; no puedo rehusarme. Más no debes hacer estas
cosas. Soy un hombre pobre. Si Tú me arrebatas lo mejor, ¿cómo podré ganarme la
vida?" De este modo, Nimai llevaba a cabo sus pasatiempos de robar frutas.
A medida que crecía,
Nimai Pandita solía mostrar gran respeto por Advaitacarya;
pero Advaita no lo podía soportar y decía: "Sé que no eres una persona
ordinaria. Eres una personalidad sobrenatural y transcendental del nivel más
elevado. Aun así en el sentido mundano eres más joven que yo y por lo tanto me
tienes que respetar; pero no puedo tolerarlo. Para mí es demasiado". ¿Pero qué
podía hacer Advaita? Nimai solía ofrecer sus respetos formales cada vez que se
encontraba con Advaita Prabhu; así que Advaita ideó un plan para detenerlo y
pensó para sí: "Veré cuán astuto eres".
Salió de
Navadvipa , fue a Santipura y comenzó a predicar en contra
de la escuela de la devoción. A Nimai le informaron que Advaitacarya, después de
haber sido devoto por tanto tiempo, estaba predicando en contra de la escuela de
la devoción. Él predicaba que
jñana, el conocimiento, es superior a la
devoción. "La devoción hace al Señor distante, Él argumentaba, y el conocimiento
procura traerle muy cerca. Con el conocimiento, uno piensa: Él no puede ser
descubierto con nuestros sentidos". Así pues, la devoción le mantiene alejado,
diciendo: "Solamente es Su dulce voluntad la que puede darnos una conexión. Pero
según el sendero del conocimiento, la suprema autoridad está dentro de usted, en
su corazón. La escuela de la devoción es obviamente secundaria".
"No mates a ese anciano"
Advaitacarya comenzó a predicar de esta manera y cuando llegó a oídos de
Nimai Pandita , Este fue
con
Nityananda a
castigar a Advaita. Ellos se lanzaron al
Ganges y nadaron hasta Santipura, en donde encontraron a
Advaitacarya. Nimai se le enfrentó: "¿Qué haces
Acarya? ¿Para qué me
invitaste a venir aquí? Con agua del
Ganges y hojas de
Tulasi imploraste que apareciera, ¿y ahora te burlas de mí?
¿Hablas en contra de la devoción, en contra de mí? ¿Qué te pasa?" Y así,
Nimai Pandita comenzó a
castigar a Advaita, abofeteándole. La anciana esposa de Advaitacarya le dijo
llorando: "¿Qué haces? ¡No mates a ese anciano!"
Nityananda
Prabhu sonreía y
Haridasa Thakura, perplejo, permanecía a cierta distancia y
trataba de entender: "¿Qué pasa?" Entonces, Advaita Prabhu sintió gran
satisfacción y dijo: "Ahora te he dado una lección. Has venido a castigarme.
¡Estás derrotado! ¡Logré la victoria sobre Ti!" Advaita Prabhu comenzó a bailar.
"¡Hoy te he derrotado, mi Señor! Tuviste que castigarme. ¿A dónde se ha ido
ahora ese respeto formal que siempre me mostrabas?" Advaitacarya se regocijó de
este modo y le ofreció a Mahaprabhu un festín de
sak, Su preparación
favorita.
El Señor derramó tanta gracia sobre Advaita Prabhu, que a pesar de ser un
anciano erudito y un
Acarya, le castigó a bofetadas. No es posible castigar
ni deshonrar a una persona que respetamos, sino únicamente a nuestros amigos
íntimos. Sólo se puede irrespetar y deshonrar a alguien cuando existe una gran
intimidad. Los devotos puros desean el castigo. "¡Castíganos!" Imploran. Pero el
castigo que proviene de la región superior no es algo barato.
El poema místico de Advaita
Muchos años después, justo antes que Sri
Caitanya Mahaprabhu
comenzara a manifestar sus pasatiempos finales de éxtasis divino, Advaitacarya
Prabhu escribió algunas líneas místicas de poesía, que envió al Señor a través
de Jagadananda Pandita:
baulake kahiha-loka ha-ila baula, baulake kahiha-hate na vikaya caula
baulake kahiha-kaye nahika aula, baulake kahiha-iha hahiyache baula
"Dile a nuestro
prabhu, quien se comporta como un demente, que todos
han perdido la cordura. Y que el arroz, que una vez se cotizara a un alto
precio, ahora carece de valor. En su amor por Dios, la humanidad medio
enloquecida desprecia este mundo y todo aquello que una vez le fue querido.
Hazle saber que un demente le habla esto a su oído".
Cuando Sri
Caitanya
Mahaprabhu leyó ese poema místico, Su humor se volvió muy grave.
Svarupa Damodara estaba
allí y preguntó: "¿Que hay escrito aquí?" Mahaprabhu contestó: "No sé cuál es el
verdadero significado, pero Advaitacarya es un gran "adorador" y cierta clase de
`adoradores' suelen pensar: Invitaremos a la Deidad y por algún tiempo
trataremos de mantenerla aquí para adorarla. Cuando hayamos terminado nuestra
adoración, le diremos adiós". A lo mejor Advaita piensa: "Ya es tiempo que la
Deidad se vaya. No sé cuál será el verdadero significado, pero quizás sea ésta
Su intención".
Svarupa
Damodara tomó el poema, lo leyó y se puso muy pensativo: "¡Oh! Advaita
Prabhu dice que los requerimientos para la aparición de Sri
Caitanya Mahaprabhu ya
han sido cumplidos y que ahora no se necesita que Él, como la encarnación para
esta era, predique el Santo Nombre de Krsna. El deber del
avatara ha
terminado y por lo tanto puede marcharse".
Los últimos doce años
Después, Sri
Caitanya Mahaprabhu permaneció en este mundo durante doce
años más, pero no como antes. Su humor había cambiado bastante. A partir de ese
día, sintió gran separación de Krsna en el humor de Radharani. La locura divina
se hizo predominante en Él y sus vínculos sociales se cortaron casi por
completo.
Ramananda
Raya y
Svarupa
Damodara fueron sus asistentes durante ese tiempo. Él ya no mantenía ninguna
relación social; el fuego de la separación dentro de Él ardía. Estaba absorto en
la búsqueda de Radharani por Sri Krsna después que Krsna abandonó
Vrndavana. En ese
humor de locura divina pasó doce años en una habitación cerrada, dentro del
recinto de la casa de Kazi Misra.
A veces, de noche, cruzando inconscientemente el muro divisorio, corría para
encontrarse con el Señor Jagannatha. Cuando
Svarupa Damodara y sus
otros asistentes descubrían de repente que no se escuchaba el sonido del nombre
de Krsna en su habitación, comenzaban a buscarlo: "Mahaprabhu no se encuentra
allí. ¿Dónde estará?" En ocasiones lo encontraban tendido ante la entrada
principal del templo de Jagannatha, con sus piernas y sus brazos dentro de Su
cuerpo, igual que la tortuga retrae sus miembros dentro de su caparazón. Se
percibía una fragancia muy dulce que emanaba de Él, y las vacas se congregaban
allí para oler Su cuerpo. Mientras Mahaprabhu yacía allí en trance, internamente
experimentaba los pasatiempos de Radha y Govinda con las
gopis en
Govardhana. Mientras tanto,
Svarupa Damodara y los demás hacían todo lo posible para
despertarlo del trance cantando el Santo Nombre de Krsna.
Cuando Mahaprabhu era despertado, se quejaba: "¿Qué han hecho? Disfrutaba
allí de una experiencia muy agradable, pero al levantar un alboroto me han
traído aquí abajo". ¿Qué ocasionaba ese alboroto? El canto de Hare Krsna. ¿Y
quién cantaba el nombre de Krsna?
Svarupa Damodara y otros de su mismo calibre. La profundidad
de la experiencia de Sri
Caitanya Mahaprabhu en Su divino trance era tan grande, que
percibía el canto de Hare Krsna como ruido. Por lo tanto, puede ser que cantemos
el Santo Nombre de Krsna y que éste sea un simple ruido. Sin embargo, desde otro
punto de vista, podemos ver que el
Krsna-nama tiene un valor tan inmenso,
que se le dio preferencia sobre la participación directa en el
Krsna-lila. No obstante, la instrucción que nos han dado nuestros
Acaryas, los
preceptores espirituales de nuestra línea, es que debemos considerar nuestro
propio cantar simplemente como un ruido.
Un día, Sri
Caitanya
Mahaprabhu vagaba cerca de la ribera del mar. Una joven cantaba con fervor,
alabando al Señor Jagannatha y Sri
Caitanya Mahaprabhu corrió directamente hacia ese sonido a
través de matorrales de peligrosas espinas. Entonces Govinda, su asistente, de
alguna manera lo detuvo. Cuando Él se dio cuenta de lo que pasaba, dijo: "¡Oh!
¿Es una joven la que canta? Govinda me salvó la vida".
Medio loco de éxtasis
Repentinamente, a veces, sentía que Krsna retozaba con las
gopis en el
Yamuna. Con ese sentimiento, se arrojaba al océano gritando: "¡Krsna! Una vez,
perdió el conocimiento al saltar, mientras las olas jugaban con Él. Al descubrir
que había desaparecido, sus devotos se preguntaron: "¿Dónde estará Mahaprabhu?"
Y encabezados por
Svarupa Damodara, iniciaron Su búsqueda. En esa ocasión, la
noche llegaba a su fin y todavía no podían encontrarlo. Por último, un pescador
medio enloquecido llegó corriendo y cantaba: "¡Krsna, Krsna, Krsna!"
"¿Qué sucede?" -preguntó
Svarupa Damodara. El pescador respondió: "Todas las noches
pesco, pero esta noche lancé mi red y atrapé algo muy pesado. Cuando quise
sacarlo, pensé que era un gran pez; pero cuando lo llevé a la orilla, encontré
una enorme figura humana. Cuando intenté sacar el cuerpo de mi red, de alguna
manera lo toqué y ahora estoy medio loco". Enseguida
Svarupa Damodara dijo:
"Tienes que haber visto a nuestro Sri
Caitanya Mahaprabhu". "No, lo he visto antes, dijo el
pescador, y Él tiene una hermosa figura. No es Él. Es otra cosa".
Svarupa Damodara le
dijo: "De todos modos, trata de mostrarnos dónde está".
Fueron y vieron la larga figura del Señor, con sus articulaciones dislocadas,
que yacía inconsciente en la arena.
Svarupa Damodara y los demás comenzaron a cantarle al oído
el Santo Nombre de Krsna, hasta que volvió en Sí. En ese instante, Sri Caitanya
Mahaprabhu comenzó a describir el
lila de Krsna que había visto en Su
trance. De esta manera, después que Advaitacarya le envió su poesía, Sri
Caitanya Mahaprabhu
vivió sus últimos doce años en el humor de la intensa separación que Srimati
Radharani sentía por Krsna.
La locura de Nimai Pandita
Sri
Caitanya
Mahaprabhu exhibió ese intenso grado de locura divina en sus últimos días
sobre esta tierra. Pero incluso durante Su vida en
Navadvipa , cuando
Mahaprabhu era
Nimai
Pandita , un joven muy erudito, todos pensaron que se había vuelto loco
cuando regresó de Gaya y comenzó a exhibir síntomas de devoción por Krsna. La
gente normal de la época decía: "Este Nimai Pandita era un buen hombre, un
caballero, pero desde que regresó de Gaya, está totalmente cambiado y hace
muchas cosas indeseables. Quiere predicar muchas nuevas ideas. ¿Qué es esto? Se
ha vuelto loco. No le importan las reglas y regulaciones, las costumbres
sociales, ni las antiguas Escrituras, solamente "Krsna, Krsna, Krsna". Antes era
normal, pero recientemente se ha vuelto anormal. Por supuesto que tiene un
intelecto poderoso. Cuando era profesor, ni siquiera le importaba la erudición
de los más grandes
Sri. Derrotó fácilmente al campeón de los eruditos,
Kesava Kasmiri, y a muchos otros. Pero ahora lo hemos perdido. Ahora es
diferente. No le importan los
Brahmanas ni las Escrituras que seguimos.
Tiene una nueva opinión y la presenta al mundo. Su manera de ser es
incomprensible". Los vecinos se quejaron ante Su madre: "Sacidevi, ¿qué es esto?
Antes, Nimai no era así, pero ahora ya no le importamos. Ni siquiera siente
atracción por Su esposa. ¿En qué se ha convertido? Eres la hija de un caballero,
¡pero mira qué desgracia! ¿Qué se puede hacer? Saci, el hecho es éste: Tu único
hijo, que era tan brillante, se ha vuelto loco. Debes hacer los arreglos para un
tratamiento médico apropiado". Entonces, Sacidevi mandó a buscar al
kaviraja, el médico.
El médico hizo que llenaran un pequeño estanque de ladrillos con aceite de
Visnu, que se supone es muy refrescante, y se le pidió a
Nimai Pandita que se
bañara en él. Mientras se sumergía y nadaba en el aceite, reía como un loco. En
ese momento, Srivasa Thakura llegó de visita y preguntó: "¿Cómo está
Nimai Pandita ?" Sacidevi
le dijo: "¡Mira qué desdichada soy! Mi Nimai se ha vuelto completamente loco.
Llamé al médico y él hizo los arreglos para este tratamiento". Mientras ella le
mostraba cómo Nimai jugaba en el estanque, Srivasa preguntó: "¿Qué es esto?"
Saci contestó: "Mis vecinos me aconsejaron que hiciera esto". Srivasa dijo:
"Eres una dama muy gentil. No sabes cómo encarar a los demás. ¡Ya quisiera para
mí eso que Nimai tiene! Tu hijo tiene
Krsna-prema y
yo quisiera aunque fuera una gota. Si se nos permite vivir unos días más,
tendremos oportunidad de ver muchos pasatiempos maravillosos de Krsna".
Entonces,
Nimai
Pandita se puso serio momentáneamente y le dijo a Srivasa: "Si tú también
hubieses comentado que Yo estoy loco, habría corrido hasta el
Ganges para terminar con
mi vida. Srivasa, al menos tú has comprendido quién soy. Ese es mi consuelo. Si
le hubieses dicho a la gente: `Está loco', habría concluido que aquí no hay
nadie que pueda aceptar lo que he venido a dar. Hubiera tenido que entrar en el
río y ahogarme sin vacilar".
Antes que
Nimai
Pandita fuese a Gaya, era un gran erudito. Cuando regresó de Gaya recargado
con devoción, comenzó a explicar de nuevo la gramática sánscrita pero ahora
señalando a Krsna en ella. Él daba interpretaciones de las raíces de la
gramática sánscrita que señalaban la relación entre el sánscrito y Krsna.
Explicaba que el sonido no es más que una vibración y que "vibración" quiere
decir la potencia de Krsna. Es la potencia de Krsna la que purifica todo, la que
hace que todo se mueva. Si se retira esa potencia, todo se muere y acaba. De
esta manera, Nimai Pandita quería explicar la gramática en términos de Krsna.
Sus estudiantes se sintieron muy perturbados y pensaron: "¿Qué está
sucediendo? Hemos venido para aprender sánscrito de
Nimai Pandita , pero
ahora nuestras necesidades académicas no serán satisfechas. Aun así, el
entrenamiento que recibimos de Él jamás lo encontraremos en ninguna otra parte;
por eso no podemos abandonarlo. Pero, ¿cómo mejorar Su estilo de enseñanza?"
Ellos acudieron al antiguo maestro de
Nimai Pandita , Gangadasa Pandita, quien había sido tutor de
Nimai en Su niñez. Gangadasa dijo: "Todos ustedes son afortunados de ser
estudiantes de
Nimai
Pandita . Es muy buen profesor. ¿De qué se quejan?" Los estudiantes
contestaron: "Nos sentimos muy complacidos de estar aprendiendo de
Nimai Pandita . Pero
ahora, desde que regresó de Gaya, explica todo de una manera completamente
nueva. Enseña el sánscrito en relación con el Santo Nombre de Krsna. Él
comprende una filosofía muy elevada, pero eso no nos ayudará en nuestro
propósito de estudiar gramática. Indudablemente que es valioso, pero eso no nos
ayudará en nuestros estudios. Por favor, pídale que cambie Su estilo. Él siente
mucho respeto por usted, ya que usted es Su maestro. Sólo usted puede influir en
Él". "Está bien", dijo. "Pídanle que venga a verme mañana".
Los estudiantes fueron donde
Nimai Pandita y le dijeron: "Su profesor anterior le llama.
Quiere verle". Nimai dijo: "Sí, iré". Y más tarde fue a verlo. Le ofreció sus
respetuosas reverencias a Gangadasa Pandita, quien dijo: "¿Cómo estás, hijo mío?
Me siento feliz de escuchar que fuiste a Gaya y que cumpliste con Tus deberes
religiosos hacia Tus antepasados. Todo eso es muy bueno, pero ¿qué sucede? Tus
estudiantes se quejan conmigo. ¿Es cierto que ya no te interesas por enseñarles
como es debido? ¿Por qué no quieres enseñarles como lo hacías antes? Todos ellos
aprecian Tus enseñanzas, pero desde que regresaste de Gaya has adoptado un nuevo
estilo de enseñanza. No sigas haciéndolo así. Debes educarles correctamente. He
oído a la gente decir que te has convertido en un devoto. ¿Pero acaso no fueron
devotos Tus padres y antepasados? Claro, te has vuelto un devoto extraordinario.
Pero no te desvíes. Lo que dices acerca de la devoción parece innecesario; eso
realmente no es gramática. ¿Piensas que estás dando nueva luz con Tus nuevos
significados? ¿Piensas que todos Tus antiguos profesores fueron unos idiotas?
¿Qué tienes que decir?" Nimai guardó silencio. "Está bien. Entonces no te
desvíes. Conserva la calma, sigue el ejemplo de Tus predecesores, y enséñales
bien a los muchachos para que en el futuro no tengamos que escuchar ninguna
queja contra Ti. Tus estudiantes no irán a ninguna otra escuela. Ellos sienten
mucho cariño por Ti; así que enséñales bien". Después
Nimai Pandita tomó el
polvo de los pies de Su maestro y le dijo: "Sí, trataré de obedecer su mandato.
Por la fuerza del polvo de sus pies, nadie puede desafiarme en erudición. No se
preocupe. Les enseñaré bien".
"¿Por qué debo adorar a Krsna?"
Algunos días después,
Nimai Pandita comenzó a cantar "
gopi,
gopi"
mientras se encontraba en trance devocional. Algunos eruditos notables, que
ocupaban una elevada posición social, fueron a verle y le dijeron: "
Nimai Pandita , Tú eras
un gran
pandita y ahora eres un devoto. Eso no importa, pero ¿por qué
cantas "
gopi,
gopi?" Canta el nombre de Krsna. Según las
Escrituras, eso te proporcionará algún beneficio. En cambio estás cantando
"
gopi,
gopi". ¿Qué beneficio obtendrás con ello? Estás loco".
Nimai dijo: "¿Quién es ese Krsna? ¿Por qué debo adorarlo? ¡Él es un ladrón y un
cazador de mujeres!" A continuación, Nimai levantó un palo y los ahuyentó.
Más tarde, ellos comentaron entre sí: "
Nimai Pandita se ha vuelto loco de remate. ¡Fuimos a decirle
algo provechoso y Él vino con un palo para matarnos! No somos hijos de hombres
corrientes. Tenemos una elevada posición en la sociedad y nuestra dignidad
familiar. ¡Ya le enseñaremos!" Ellos empezaron a conspirar para darle a
Nimai Pandita una gran
lección. Querían darle una buena paliza.
En ese momento, Nimai gritó súbitamente: "Yo tomé las más amplias medidas
para liberar a estas almas miserables, pero ahora veo que ellas simplemente
crean más pecados al abusar de Mí y conspirar para castigarme. ¿Por qué he
venido? ¿Qué resultará efectivo para liberarlos? Tendré que asumir el papel de
un
sannyasi.
De lo contrario, pensarán que sencillamente soy uno de ellos, un hombre de
familia. Pero si me convierto en un
sannyasi, un predicador, puede que sientan algún
respeto. Ellos dirán: "Nosotros somos hombres de familia, pero Él se ha vuelto
un
sannyasi.
Debe ser reverenciado". Así recibirán el beneficio de esa veneración. Si no,
tendrán que ir al infierno por pensar que soy un hombre ordinario. Para infundir
respeto, de modo que ellos puedan beneficiarse, tendré que aceptar el papel de
un
sannyasi". Él le reveló a
Nityananda Prabhu y
a algunos otros: "En el último día del primer mes de este año, he de aceptar
sannyasa".
FIN DEL CAPITULO CUATRO