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lunes, 17 de febrero de 2014

LA AMOROSA BUSQUEDA DEL SEÑOR POR SU SIRVIENTE PERDIDO

LA AMOROSA BUSQUEDA DEL SEÑOR POR SU SIRVIENTE PERDIDO
 

CAPITULO DOS

El medio ambiente
PRIMERA PARTE

Devoción por Krsna quiere decir sacrificio, "morir para vivir". A través de la devoción por Krsna, todas nuestra concepciones de vida mundana, egocéntrica, interesada, desaparecerán por completo.

sarvopadhi-vinirmuktam, tat paratvena nirmalam

hrsikena hrsikesa-sevanam bhaktir ucyate

Narada Pañcaratra

"Devoción pura es servicio al Señor Supremo desprovisto de toda concepción relativa de interés personal".

En su Bhakti-rasamrta-sindhuh, Srila Rupa Gosvami cita este verso de los antiguos Puranas . Upadhi quiere decir: "Todos los conceptos limitados de interés personal". Debemos estar completamente libres de todos los upadhis.

Rupa Gosvami también nos da un verso paralelo que define qué es bhakti:

anyabhilasita-sunyam, jñana-karmady-anavrtam

anukulyena-krsnanu-silanam bhaktir uttama

"Servicio devocional puro es el cultivo favorable de la conciencia de Krsna libre de todo vestigio de motivos ulteriores, tales como karma, actividades con fines de ganancia personal, jñana, logros intelectuales, y así sucesivamente". Bhakti, la devoción, debe estar libre de todo deseo pasajero (anyabhilasa), tales como karma, el esfuerzo organizado con fines de elevación personal, y jñana, el esfuerzo para depender de nuestra propia habilidad, conocimiento y conciencia para alcanzar la meta última. El intento por situarnos como el sujeto, convertirnos en el juez de nuestro propio destino, es jñana. Aquí, adi quiere decir yoga y otras cosas externas. Todas ellas son coberturas superficiales (avrtam). Sin embargo, estos elementos no se encuentran en el alma propiamente dicha. El alma es el eterno esclavo de Krsna (krsna-nitya-dasa).

Mahaprabhu dijo: jivera `svarupa haya-krsnera `nitya-dasa, "la naturaleza innata del alma jiva es ser el esclavo de Krsna".

Para comprender al Absoluto debemos llegar al criterio de la esclavitud; no se aceptará menos. Debemos someternos como esclavos al juego de Su dulce voluntad.

En una oportunidad, el gobierno británico agasajó al shah persa, el rey de Persia. Lo invitaron a Inglaterra y trataron de agradarle de diversas maneras para ganar su simpatía y lograr que no se aliara al zar de Rusia. Le mostraron muchas cosas y en un momento dado le llevaron al lugar en donde se decapitaba a los condenados a muerte. Se le mostró al shah el lugar de ejecución y se le explicó que allí habían sido decapitados muchos grandes hombres, incluyendo un rey, Carlos Primero. El rey de Persia exclamó: "¡Oh, traigan a alguno y decapítenlo! Quiero divertirme viendo cómo fue hecho".

Los británicos quedaron atónitos: "¿Qué está diciendo? ¿Debemos asesinar a un hombre sólo para divertirle? ¡De ninguna manera!" Dijeron. "No podemos permitirlo. La ley británica no permite que se decapite a un hombre de este modo". El shah dijo: "¡Oh! Ustedes no comprenden cuál es la posición de un rey. Yo soy un monarca persa, ¿y ustedes no pueden sacrificar la vida de un hombre para complacerme? Esta es una afrenta. De todas maneras, si no es posible para ustedes, yo proporcionaré a uno de mis propios hombres. Tomen a uno de mis asistentes y enséñenme como se ejecuta a la gente aquí en su país".

Con humildad, ellos explicaron: "Su alteza, la ley de nuestra nación no lo permite. Usted puede hacerlo en su propio país, pero aquí, sus hombres tampoco pueden ser asesinados sólo para complacer a un hombre". El shah replicó: "Entonces ustedes no saben lo que es un rey".

El significado de esclavitud es este: Un esclavo no tiene posición alguna; por el dulce deseo de su amo se le puede sacrificar. Por supuesto que en el plano material inferior estas cosas pueden ser muy abominables e inconcebibles, pero debemos comprender que en principio, en el reino superior de la Divinidad, los sirvientes del Señor exhiben semejante grado de sacrificio. Tal es la profundidad de su amor que están preparados para sacrificarse plenamente, a morir para vivir, por la más leve satisfacción o capricho de Krsna. Pero debemos recordar que cualquiera que sea Su deseo, El es el Bien Absoluto. Así que en realidad no morimos por ese sacrificio, sino que vivimos al permitírsenos la entrada en un plano más elevado de dedicación.

En el Srimad-Bhagavatam (7.5.23,24), está escrito:

sravanam kirtanam visnoh, smarana m pada-sevanam

arcanam vandanam dasyam, sakhyam atma-nivedanam

iti pumsarpita visnau, bhaktis cen nava-laksana

kriyeta bhagavaty addha, tan manye `dhitam uttamam

"Escuchar, hablar acerca de Krsna, recordarle, servir a Sus pies de loto, adorarle en la forma de Deidad, orar, convertirse en Su sirviente, cultivar Su amistad y rendirse a Él completamente, son los nueve procesos de la devoción. Aquel que cultiva estos nueve procesos devocionales, ofrendándose a Krsna sin reservas, puede alcanzar fácilmente la meta suprema de la vida". ¿Cuales son las diversas clases de sadhana? ¿Cuales son los medios para lograr Krsna-bhakti? ¿Cómo podemos revivir nuestro amor innato por Krsna? Se nos dice que escuchemos acerca de Él, que hablemos acerca de Él, que meditemos en Él, que le alabemos, y así sucesivamente.

Sin embargo, en su comentario sobre este verso, Sridhara Svami explica que no debemos esperar los beneficios que derivaremos de sravanam-kirtanam, escuchar, hablar o pensar acerca de Krsna. Antes bien, debemos orar: "Que cualquier servicio que yo ejecute, llegue a mi Señor. Yo no soy el disfrutador. Él es el único propietario". Todas estas funciones (sravanam-kirtanam, etc.), sólo se considerarán devoción si se llena un requisito. De lo contrario, podrían ser karma, jñana, yoga o cualquier otra cosa. Incluso podrían ser vikarma, acciones contaminadas. Tiene que haber allí una condición para garantizar que todas estas formas de actividad devocional sean realmente bhakti: Somos de Su propiedad, no somos dueños de riqueza o propiedad alguna. Debemos pensar: "Mi Señor es el propietario y yo soy Su posesión. Todo le pertenece".

Krsna dice: aham hi sarva- yajñanam, "yo soy el único disfrutador de toda acción. Debes estar plenamente consciente de esta realidad". Es una verdad irrevocable que la devoción no es algo barato. El servicio devocional puro, suddha-bhakti, es superior a mukti, liberación. Por encima del plano negativo de la liberación, en el lado positivo, Él es el único amo, el Señor de todo.

Él es el Señor de la tierra de la dedicación. Debemos tratar de obtener una visa para entrar allí, en donde Su dulce voluntad es la única ley. Es muy fácil pronunciar la palabra "Absoluto", pero si profundizamos en el significado de la palabra, tenemos que reconocer que Su dulce voluntad lo es todo. Para obtener una visa al mundo de la realidad, tenemos que reconocer esto.

Y este principio es particularmente cierto en Goloka, en donde se exige completa rendición. En Vaikuntha hay alguna consideración de justicia, hay cierta indulgencia para aquellos que entran allí; pero Goloka es muy estricta. Allí se demanda completa rendición. Por lo demás, su atmósfera es muy libre. Después que uno ha sido probado y los superiores se sienten satisfechos que las almas que han llegado son totalmente abnegadas, entonces ganamos su confianza. Y cuando se ve que uno es totalmente rendido, hay allí completa libertad; uno puede hacer cualquier cosa.

Azotando a Krsna

Es tan grande la libertad que hay en ese lugar que Yasoda, la madre de Krsna, le azota. Si investigamos a fondo la posición de Yasoda, llegaremos al plano de "morir para vivir". Yasoda puede abrazar la muerte millones de veces para secar una gota de sudor en la frente de su hijo. Ella siente tanto afecto por Krsna que está dispuesta a morir un millón de veces antes que ver el sudor del trabajo en Sus sienes. Y esa conciencia está detrás de todo lo que hace. Es por eso que a ella se le concede tanta independencia que hasta puede azotar a Krsna. Así es el juego del Absoluto.

Si tenemos una idea de la amplitud y profundidad ilimitadas del Absoluto, ¿cómo podemos valorar algo de lo que hay aquí? Los Himalayas pueden ser muy grandes de acuerdo con nuestros patrones, pero para el Infinito los Himalayas son tan pequeños, que ni siquiera pueden verse. Todo en este mundo es relativo. No debemos permitir que ningún acontecimiento nos intimide. Debemos seguir adelante en nuestra marcha hacia la verdad. Podemos fallar en cualquier momento, en cualquier lugar; pero no importa. Podría ser la voluntad de nuestro Amo. Aun así, no tenemos más alternativa que procurar Su misericordia, Su gracia.

Esta es nuestra posición natural. Incluso constitucionalmente, no tenemos posibilidad de vivir separados de Él. Si por ignorancia a veces pensamos que es posible permanecer separados de Él, no es más que demencia transitoria. Intentarlo sería crear más perturbaciones, estar cubiertos por la ignorancia.

Mientras somos ignorantes, podemos estar interesados en muchas cosas que no tienen ningún valor. Pero en realidad es como en un juego: Hay muchos participantes jugando, unos tienen que ganar y otros tienen que perder. Sin embargo, se nos dice que debemos aceptar la victoria o la derrota en la modalidad de un jugador. Todo es el juego de Krsna. Él está llevando a cabo Su lila. Cuando pensamos que algo representa una gran pérdida o ganancia, no estamos viendo el lila del Señor. En tal caso, nos encontramos fuera de la corriente divina, no estamos en armonía con la corriente del lila. Parece entonces como si la realidad no fuera Su lila y encontramos otra razón de ser, percibimos otros objetos, concebimos intereses relativos y descubrimos la pérdida y la ganancia, la victoria y la derrota, y tantos otros conceptos erróneos. No obstante, todo es parte de Su lila, y este es nirguna , sin tachas. En ese plano todo es correcto, todo es perfecto. Cada pequeño movimiento es completamente perfecto.

Te maldeciré

Una vez, después de la batalla de Kuruksetra, el Brahmana Utanka se acercó a Krsna y dijo: "Krsna, yo te maldigo". Krsna preguntó: "¿Por qué deseas maldecirme, Mi querido Brahmana?" Utanka contestó: "Porque eres la causa de todas las calamidades de Kuruksetra. Por Tu culpa hay tantas viudas y niños llorando desconsoladamente. Su aflicción no tiene fin y Tú eres la causa".

Krsna replicó: "Puede que hayas reunido algún poder a través de tus penitencias en sattva-guna, pero todo se terminará si me maldices. Tu maldición no producirá resultado alguno en Mí porque Yo estoy situado en el plano nirguna ". Esta es la naturaleza del plano nirguna . Es ahaituki apratihata: No tiene causa y no puede ser detenido. Es incontenible. Bhakti, devoción, es la onda del plano más esencial, donde todo sigue la dulce voluntad del Centro, nirguna . Esa corriente divina no tiene causa alguna y no se le puede hacer oposición. Debemos tratar de ubicarnos en ese plano. Bhakti es nirguna , más allá de la influencia de la naturaleza material, y es ahaituki, sin causa. Esa corriente divina fluye perennemente. Y es apratihata: Nadie puede detenerla jamás. Bhakti nunca puede ser detenido por nadie, es irresistible.

Esta es la naturaleza de la corriente de la devoción. Cualquiera que asume su posición de conformidad, en armonía con esa corriente, descubrirá lo mismo: Que jamás se la puede detener ni se le puede hacer oposición con éxito. De acuerdo con el Srimad-Bhagavatam (1.2.6) la naturaleza del bhakti es esta:

sa vai pumsam paro dharmo, yato bhaktir adhoksaje

ahaituki apratihata, yayatma suprasidati

Bhakti es la función suprema del alma (paro dharmo). Nuestro deber acá debe tener su origen en el plano del bhakti. Debemos ser capaces de leer, atrapar y utilizar esa corriente. Debemos danzar en las olas de esa corriente. El deber más elevado de cada uno será la completa rendición al poder causal indetectable e invisible, el cual no tiene causa, ni rima, ni razón de ser. Es automático, eterno y no hay fuerza que pueda oponérsele.

Sólo entonces encontraremos la más grande satisfacción de nuestra alma. Sólo experimentaremos verdadera satisfacción cuando entremos en contacto con esa onda completamente esencial y armoniosa. Entonces podremos experimentar el éxtasis más elevado. Eso es bhakti.

Después de llegar a este gran concepto de la vida, los obstáculos que tengamos que salvar no serán más que pequeñas pérdidas y ganancias, victorias y derrotas. No debemos permitir que ellas interrumpan nuestra marcha hacia la verdad.

Bhagavad-gita

En el Bhagavad-gita (2.47) Krsna le dice a Arjuna:

karmany evadhikaras te, ma phalesu kadacana

ma karma-phala-hetur bhur, ma te sango `stv akarmani

"Concéntrate plenamente en la ejecución de tu deber y no en el resultado de tu trabajo. El resultado es Mío. Toda la responsabilidad es Mía". El cálculo superior es así. Los generales dicen: "¡Marchen! ¡Al frente! ¡Adelante! Ustedes tienen que ir. Son mis soldados. Deben hacer cualquier cosa que yo les pida. Pueden morir y la victoria podría llegar después. Eso no es asunto suyo. Ustedes son soldados. Muchos de ustedes pueden desaparecer, pero la nación en conjunto ganará". De esta manera, muchas vidas importantes pueden ser sacrificadas.

Como soldados, no tenemos derecho a calcular si a la larga ganaremos o perderemos. Debemos ser muy cuidadosos acerca de dos cosas: No deberíamos pensar que de no poder gozar de los frutos de nuestra labor, no hay ninguna razón para trabajar; al mismo tiempo, no debemos pensar que tenemos que recibir una parte de los frutos. Teniendo esto presente, debemos continuar cumpliendo con nuestro deber hacia Krsna. Eso es devoción y ese es el significado del Bhagavad-gita.

El Bhagavad-gita dice: "Tú no puedes cambiar el medio ambiente. Si deseas paz, tienes que adaptarte a él". Aquí se encuentra la esencia del consejo del Bhagavad-gita: Trata de adaptarte al medio ambiente, porque tú no eres el controlador del mismo. Toda tu energía debe ser dirigida a regularte a ti mismo y no al mundo exterior. Esta es la llave del éxito en la vida espiritual.

El bhakti no depende del medio ambiente ni del comportamiento de los demás. Es ahaituki apratihata. Nada puede enturbiar esa corriente excepto nuestro ego. Yo soy mi mayor enemigo.

uddhared atmanatmanam, natmanam avasadayet

atmaiva hy atmano bandhur, atmaiva ripur atmanah

"Podemos elevarnos o degradarnos. Somos nuestro mejor amigo o nuestro peor enemigo". No hay fuerza externa que pueda detenernos si somos sinceros. Por supuesto que en el caso de los principiantes hay cierta necesidad de un medio ambiente adecuado para el cultivo espiritual, pero hasta eso depende de la naturaleza de su sinceridad o sukrti: na hi kalyana-krt kascid durgatim tata gacchati. Aquí, Krsna da la seguridad. Él dice: "Yo estaré allí para cuidar de ti en cualquier circunstancia desfavorable. Yo soy omnisciente. También soy omnipotente. Por lo tanto, si alguien se dirige hacia Mí, Yo cuidaré de él". Y esto lo podemos ver en la historia, en los casos de Dhruva, Prahlada y tantos otros. La sinceridad es invencible. Incluso los obstáculos pueden mejorar nuestra posición si podemos tomarlos en la forma correcta. Desde un ángulo de visión más elevado, podemos ver que todo viene a ayudarnos.

tat te `nukampam susamiksamano, bhuñjana evatma-krtam vipakam

hrd-vag-vapurbhir vidhadhan namas te, jiveta yo mukti-pade sa daya bhak

El Srimad-Bhagavatam (10.14.8) nos da una sugerencia muy esperanzadora para todas las etapas de la vida: Cúlpate a ti mismo y a nadie más. Preserva tu aprecio por el Señor viendo todas las cosas como Su gracia. Ahora pensamos que nuestras circunstancias son indeseables porque no se adaptan a nuestro gusto actual. Sin embargo, los medicamentos no siempre son agradables para el gusto del paciente; pero le conducen a la salud. Este verso nos da la regla más elevada que se ofrece en las Sastras . Si tú puedes observar esta ley, en corto tiempo alcanzarás una posición muy buena. Debemos cuidarnos de no culpar a las circunstancias, sino apreciar que Krsna está detrás de todo. Krsna es mi mejor amigo. Él está en el trasfondo de todo. Todo pasa ante Su atenta mirada. Por consiguiente, no puede haber allí ningún defecto.

Incluso Srimati Radharani dice: "No se le debe culpar a Él. Esta larga separación de Krsna no es más que el resultado de mi destino. No se le debe culpar por ello". Aunque externamente todos admiten que Él abandonó a las gopis de manera cruel, Radharani no está dispuesta a culpar a Krsna. "No hay mal alguno en Él", piensa ella. "Tiene que haber algo malo en mí que ha provocado esta desafortunada situación". Radharani también armoniza de esta forma la rivalidad entre los grupos de gopis en el servicio a Krsna.

Krsnadasa Kaviraja Gosvami ha explicado este punto tan importante. Según él, no es que a Radharani le disguste que otro grupo sirva a Krsna en competencia con ella, sino que siente que no pueden satisfacer a Krsna como ella lo hace. Hay que señalar esto con mucho cuidado. Ella sabe que las otras no pueden satisfacer a Krsna debidamente y por lo tanto no puede apreciar los esfuerzos que hacen para tomar su lugar. Ese es su argumento. Ella piensa: "Si ellas pudieran servir bien a Krsna y satisfacerlo plenamente, yo no tendría queja alguna. Pero no pueden hacerlo. ¿Y no obstante vienen a servir en una actitud agresiva? ¡No puedo permitirlo!"

El Brahmana leproso

Como ejemplo de esta clase de devoción, Kaviraja Gosvami cita una referencia histórica de los Puranas . Había una vez una esposa muy casta cuyo esposo Brahmana era leproso. Ella siempre se esmeraba en servirle. Cierto día, mientras bañaba a su esposo en un río sagrado, él se sintió cautivado por la exhuberante belleza de una prostituta llamada Laksahira. Su nombre indicaba que poseía el brillo y la belleza de cien mil diamantes. El Brahmana leproso se sintió irresistiblemente fascinado por ella.

Al regresar al hogar, su casta esposa pudo detectar alguna insatisfacción en su esposo y preguntó:

- ¿Por qué te sientes tan infeliz?

- Sentí atracción por la belleza de esa prostituta. No puedo apartar mi mente de ella -contestó el esposo.

- ¡Oh! ¿La quieres?

- Sí, la quiero.

- Entonces trataré de hacer los arreglos.

Debido a que era muy pobre, la casta mujer, a pesar de ser una Brahmana calificada, comenzó a ir a la casa de la prostituta todos los días para trabajar como sirvienta. Aunque era de linaje aristocrático, aceptó trabajar sin remuneración alguna. Ella llevaba a cabo sus deberes con tanta diligencia que atrajo la atención de la prostituta, la señora de la casa, quien comenzó a indagar:

- ¿Quién limpia todo de una manera tan pulcra?

Así llegó a saber que la dama Brahmana venía cada mañana y realizaba las tareas domésticas.

- Tratamos de detenerla, pero no hizo caso. Quiere conocerla a usted -dijeron las otras asistentes.

- Está bien. Mañana pueden traerla ante mí.

A la mañana siguiente, cuando fue llevada ante la prostituta, la dama Brahmana expuso su motivación interna:

- Mi esposo se siente tan atraído por usted que deseo pueda satisfacerle. Como su devota esposa, quiero que esté satisfecho y ésta es su aspiración. Quiero verle feliz. La prostituta comprendió todo y dijo:

- Bien. Tráelo mañana. Los invito a ambos a cenar en mi casa.

El mensaje le fue transmitido al Brahmana y ambos fueron al día siguiente. Se prepararon muchos platos adecuados para la ocasión. Fueron servidas dos entradas. Una de ellas era Prasada sobre una hoja de plátano acompañado de agua del Ganges en un recipiente de barro, alimentos puramente vegetarianos. Al lado, en recipientes de oro y plata, se sirvieron carnes y otros platillos opulentos, en un exquisito arreglo de mesa con bellos asientos. De las dos clases de alimentos, una era sattvika pura y la otra rajasika, llena de pasión. Con manos juntas, la prostituta invitó al Brahmana y a su esposa, señalando:

- Esto es bhagavata-Prasada y aquellos son ricos platillos preparados con carnes. Pueden tomar lo que deseen, de acuerdo con su dulce voluntad.

De inmediato, el Brahmana leproso escogió el Prasada y se dispuso a comer. Cuando hubo terminado de tomar Prasada , la prostituta dijo:

- Tu esposa es como este Prasada , sattvika, y todas estas cosas, rajasikas: Carnes, platillos opulentos, oro y plata, son como yo. Soy muy baja y tu esposa es lo más puro. Tu verdadero gusto se siente atraído por este Prasada sattviko.

Externamente la carne es muy vistosa, pero internamente es muy impura e inmunda. Por eso te repugna. Entonces, ¿a qué has venido aquí?

- Sí, estaba equivocado. Dios me ha enviado un mensaje a través de ti. Mi efímero deseo se ha desvanecido y ahora estoy satisfecho. ¡Tú eres mi Guru! - El Brahmana recobró su sentido común.

Kaviraja Gosvami ha citado esta historia en el Caitanya-caritamrta. La casta mujer fue a servir a una prostituta. ¿Por qué? Para satisfacer a su esposo. De la misma manera, Radharani dice: "Estoy dispuesta a servir a aquellas que pertenecen al campo contrario, si ellas realmente pueden satisfacer a mi Señor. Estoy totalmente dispuesta a servirles, si ellas verdaderamente pueden satisfacer a Krsna. Pero no pueden. Aun así, tienen algún reclamo. Y yo difiero en este punto. No es que me inquiete que mi parte se vea disminuida. Esa no es mi actitud. Cuando se presenta alguna circunstancia desfavorable, siempre pienso que proviene de mí (durdaiva vilasa); no encuentro nada viciado en el exterior".

Esa debe ser la actitud de un verdadero devoto de Krsna. Con esta disposición, podremos ver dentro de nosotros mismos que en última instancia todo es parte del Bien Absoluto. Aunque no es muy fácil, aun así nuestra energía debe ser dirigida exclusivamente a recabar la buena voluntad de las circunstancias externas. Debemos tratar de ver las cosas de tal manera, que se purifique nuestra posición.

martes, 4 de febrero de 2014

LA AMOROSA BUSQUEDA DEL SEÑOR POR SU SIRVIENTE PERDIDO/CAPITULO UNO Los planetas de la fe



LA AMOROSA BUSQUEDA DEL SEÑOR POR SU SIRVIENTE PERDIDO
CAPITULO UNO
Los planetas de la fe
La fe es el único medio a través del cual podemos ver, oír o sentir el mundo superior; de lo contrario, todo nos parecería sin sentido. Para comprender ese plano se necesita un despertar interno. Sólo podemos entrar en contacto con el mundo más excelso a través de una fuente superior. Por consiguiente, el conocimiento acerca del plano superior, divyam jñanam, no es un conocimiento ordinario; es un sentimiento y un sentido trascendental, supramental.
Sin embargo, para comprender esto, es indispensable la rendición. Después, podemos continuar escuchando, cantando, recordando, adorando y alabando al Señor o llevando a cabo tantas otras clases de servicio; pero lo primero, la base de la devoción, tiene que ser la autorrendición. De lo contrario, nada será realizado. Nuestra pretendida devoción será una simple imitación.
Nosotros debemos sentir sinceramente: "Yo permaneceré fiel en mi servicio al Señor Supremo. Yo he nacido para Él. Estoy dispuesto a morir para vivir. Quiero vivir solamente para Él y no para satisfacer un interés separado. No quiero otra cosa que al Absoluto. Deseo ser Suyo por completo". Esta clase de intensidad es un requisito imprescindible para un devoto. El devoto tiene que pensar, tiene que sentir que él ha nacido para Krsna. No es una entidad independiente; él depende de Krsna, el Supremo Centro Absoluto y de nadie más.
Identificarnos con los intereses de nuestra familia, sociedad o país, es egoísmo extendido; pero tenemos que eliminar todas las falsas identificaciones. No debemos ser egoístas ni enredarnos en el egoísmo extendido, más bien, debemos eliminar toda clase de contaminación extraña en nuestra concepción del ser. Todas las demandas externas deberán suprimirse. Habremos de sentir entonces, en lo más profundo de nuestro corazón, que estamos vinculados con todo el Infinito, el Absoluto.
No se necesita de nada externo para nuestro éxito. Lo único que se requiere de nosotros es que desmantelemos la cobertura del ego. El ego recoge algunos elementos extraños, pero esa caja de colecciones extrañas debe ser disuelta, eliminada. Y entonces, en lo más profundo del corazón, habremos de encontrar nuestro vínculo con el plano esencial del servicio amoroso al Todo Orgánico.
Tanto el disfrute como la renunciación son anormales. Son dos tipos de demonios: Disfrute o explotación y descanso eterno o renunciación. Estas dos tendencias son nuestras enemigas. Una vida más elevada y positiva sólo es posible cuando nos volvemos totalmente independientes de la explotación y de la renunciación.
Todo nos ayudará, si podemos verlo en relación con el Centro. Por otra parte, la renunciación exclusiva practicada por los sankaritas y los budistas, no se recomienda en nuestra línea. Estamos interesados en armonizar las cosas para que todo nos recuerde nuestro deber hacia el Absoluto y nos incentive para dedicarnos a Él.
prapañcikataya buddhya, hari-sambandhi-vastunah
mumuksubhih parityago, vairagyam phalgu kathyate
anasaktasya visayan, yatharham upayuñjatah
nirbandhah krsna-sambandhe, yuktam vairagyam ucyate
Despreciar el medio ambiente, pensando que está repleto de cosas materiales indeseables, no nos ayudará. No es lo correcto. Todo lo que hay en el medio ambiente debe recordarnos al Absoluto. En ese espíritu debemos movernos, pensando: "Acéptame y conéctame con el servicio a nuestro Señor". Cuando el medio ambiente es percibido con la visión correcta, todo nos animará y estimulará en nuestro servicio al Centro. Vivimos en un todo orgánico, en un sistema. Y ese sistema está compuesto del propietario y la propiedad, el amo de la potencia y los diferentes tipos de potencias (sakti-saktiman).
El emporio del rasa
La potencia del Señor es dinámica y ese dinamismo constantemente produce rasa o el sabor del éxtasis. Todo el lila produce éxtasis (anandam, rasam). Krsna mismo es el emporio del rasa (akhila-rasamrta-murtih... anandamaya-vilasa). En Su lila el movimiento dinámico es una necesidad, no puede eliminarse. Y ese movimiento siempre está generando un éxtasis nuevo que nutre cada átomo del mundo espiritual. En esa morada trascendental, Krsna es el centro que todo lo atrae y que entusiasma en todas las cosas al éxtasis y al goce, rasa y anandam. Esta es la naturaleza del movimiento del Absoluto. No es estático, sino dinámico, lleno de movimiento. Y ese movimiento es prati-padam purnamrtasvadanam: En cada punto, a cada paso, origina un nuevo tipo de gozo que es infinito. No es el gozo gastado y estéril que encontramos aquí.
Este es el verdadero concepto acerca del Absoluto. El Todo Orgánico, que siempre está trabajando y moviéndose, es pleno y Su plenitud es siempre nueva. Él no está estancado ni inmóvil. Se mueve de tal forma que a cada minuto, a cada segundo, produce un gozo siempre nuevo, desconocido e infinito. Y sólo podemos adquirir ese gozo pagando el precio más elevado: La abnegación. Ese pase, que nos permite entrar en el plano del gozo dinámico, automático y que a cada minuto se renueva, es muy valioso. Y ese pase es la abnegación absoluta.
Ese sacrificio es gozoso y uno puede saborear ese regocijo maravilloso incluso aquí en este mundo, donde a cada segundo que pasa, todo está muriendo. Es un toma y da. Si queremos obtener algo elevado, también tenemos que dar. Debemos ser generosos en nuestra dedicación y habremos de recibir en abundancia de aquel lugar. La dedicación plena es el precio y a cambio se nos colmará de éxtasis: anandam budhi-vardhanam. Sentiremos que estamos en medio de un océano de gozo. En la actualidad, vamos en busca de un sentimiento gozoso, como alguien que busca un vaso de agua en medio del desierto. Sin embargo, mediante la dedicación, descubriremos que estamos en un océano de gozo cuya reconfortante dulzura se incrementa a cada instante.
La cualidad del gozo es variada y viene a ayudarnos en nuestra actitud de servicio, para que a cada instante podamos sentir un nuevo estímulo. Así pues, debemos inquirir de un agente apropiado, seguir su consejo y tratar de entender de qué manera podemos mejorar nuestra condición. Al mismo tiempo, debemos estar conscientes que la oportunidad de ejecutar servicio devocional se encuentra muy rara vez. No es algo barato. Por consiguiente, debemos utilizar cada minuto, cada segundo, cada momento. Debemos permanecer muy alertas para no perder un instante, para que nuestro intento de dedicarnos pueda continuar de manera permanente, sin interrupción. Esa etapa de dedicación recibe el nombre de nistha y cuando alcanzamos esa etapa, nuestro gusto se desarrolla más y nos sentimos cada vez más animados a seguir adelante y progresar hacia nuestra realización última.
Siete días de vida
Sukadeva Gosvami le dijo a Pariksit Maharaja que siete días de vida eran suficientes para lograr la perfección. Él dijo: "Sólo te quedan siete días de vida, ¿piensas que es muy poco tiempo? Es tiempo suficiente. Lo más importante es utilizar apropiadamente cada segundo". No sabemos con certeza cuánto tiempo tenemos en nuestras manos, pero debemos tratar, en lo mejor de nuestra capacidad, de utilizar cada segundo de manera apropiada. Esto no debe descuidarse. No debemos pensar: "El futuro está ante mí; cuando así lo desee, puedo ocuparme en la provechosa actividad de la vida espiritual". No debemos perder ni un segundo. Longfellow escribió:
¡No confíes en el futuro por placentero que sea!
¡Deja que el pasado muerto entierre a sus muertos!
¡Actúa, actúa en el presente vivo!
¡Con el corazón dentro y Dios sobre tu cabeza!
El presente está en nuestras manos. No sabemos del futuro. Debemos tratar de usar el tiempo disponible de la manera más provechosa. ¿Y cómo será utilizado nuestro tiempo de la mejor manera? En la asociación de los santos y de las Escrituras.
La pureza debe medirse con la medida del sacrificio. Y no del sacrificio por un interés parcial, sino del sacrificio por el Todo. Se nos ha mostrado al Todo Absoluto como el emporio del rasa (ahkila-rasamrta-murtih), el Bien Absoluto, el Autócrata, el diseñador y el destinatario de todo lo que percibimos. Nuestro ideal de sacrificio debe ser tan elevado que podamos renunciar incluso a los resultados correspondientes del sacrificio. La abnegación, la rendición, se conoce generalmente como atma-nivedanam, sin embargo, atmaniksepa es una palabra más enérgica para designar a la rendición. Su significado es: "Lanzarse hacia el Infinito con desesperación". Uno debe estar desesperado en el sacrificio de no ambicionar un tipo de egoísmo más grande o extenso, sino sólo rendirnos al Centro. El sacrificio está destinado al centro, Krsna, el que todo lo atrae.
Al tratar de comprender esa posición, nos interesan dos cosas: El conocimiento trascendental (sambandha) y los medios para alcanzar la meta (abhidheya). Si llegamos a comprender ambas correctamente, la realización de la meta última (prayojana ) llegará de manera automática. Debemos estar muy conscientes del Centro al cual ofrendamos todo. El objetivo de nuestra realización (sambandha) y nuestra dedicación o pureza de propósito (abhidheya) son los dos factores más importantes. Podemos llegar a comprender esto a través de las Escrituras y de los santos. Y si nos interesamos en el sacrificio más puro y excelso, el fin llegará por sí solo. No tenemos que preocuparnos por remuneración alguna. Sólo tenemos que llevar a cabo nuestro deber y la remuneración llegará. A quién nos dedicaremos y qué habremos de recibir, estas son las cosas que debemos tratar, pensar, meditar y llevar a la práctica. De este modo, debemos esforzarnos por vivir en el Infinito. Debemos permanecer constantemente ocupados en el cultivo del amor y la belleza infinitos como fue recomendado por Sri Caitanya Mahaprabhu.
El océano de la fe
Aunque el objetivo de la fe de nuestro corazón es infinito, algunos hombres de experiencia en el océano de la fe nos han dado algunas concepciones acerca de Él. Muchos han tenido singulares experiencias en el océano de la fe y éstas han sido registradas en las Escrituras. A través de ellas podemos aproximarnos a los santos, quienes se yerguen como faros para ayudarnos a cruzar el océano de la nesciencia. No obstante, eso debe ser genuino y no una simple especulación o imitación. También es posible imitar lo auténtico cuando tomamos nuestra experiencia mundana y la imponemos en el mundo de la fe. Por lo tanto, debemos aproximarnos a ese plano con sumo cuidado a través de la línea de los santos fidedignos.
Tenemos que conocer cuidadosamente las cualidades de un santo verdadero. Sus indicios han sido señalados en las Escrituras. ¿Quién es un discípulo y cuál debe ser su actitud? Todas estas cosas aparecen en las Escrituras.
La fe es imprescindible para actuar en ese mundo sustancial consciente que es subjetivo. Esto es lo más importante a recordar: El Infinito es subjetivo. Él puede guiarnos y ser afectuoso con nosotros. Todas estas cosas deberán tenerse en cuenta. Él puede guiarnos. La verdad revelada descansa sobre esta base: No podemos aproximarnos a Krsna a través del método ascendente, pero Él puede descender a nuestro nivel para darse a conocer. Tenemos que comprender este punto tan fundamental y sustancial: Él puede venir a nosotros y nosotros sólo podremos llegar a Él a través de la fe.
Sraddha, la fe, es más importante que la verdad basada en el cálculo. El ejemplo de las grandes almas es más valioso para nosotros que nuestro cálculo humano. La verdad externa, material, física, no tiene mucho valor, más bien es una actitud falsa de la mente, la cual es muy fuerte. A esa verdad física no se le debe dispensar mayor respeto que a las prácticas intuitivas de los devotos puros: Por el contrario, se le debe dar preferencia a la intuición de un devoto puro y no a los cálculos de los hombres ordinarios acerca de la verdad. La fe no guarda relación alguna con la así llamada realidad de este mundo. Es completamente independiente. Hay un mundo que sólo es regido por la fe (sraddha-mayam-lokam). Allí la fe lo es todo. Ese mundo es infinito y plenamente complaciente. Por la dulce voluntad del Señor todo puede ser real en el mundo de la fe; pero aquí, en la tierra de la muerte, el cálculo es inconcluyente y destructivo en su meta final; no tiene valor esencial. Debe ser rechazado. El conocimiento de los materialistas, el cálculo falible de las almas explotadoras, no tiene valor alguno. Sin embargo, en el mundo del Infinito, la fe es el único patrón por el cual todo se mueve.
svayam samuttirya sudustaram dyuman
bhavarnavam bhimam adabhra-sauhrdah
bhavat padambhoruha-navam atra te
nidhaya yatah sad-anugraho bhavan
El Srimad-Bhagavatam dice aquí que así como la brújula es la única guía en medio del vasto océano cuando no podemos ver ninguna otra cosa, así también, en el mundo del Infinito, nuestra única guía son las huellas de aquellas grandes almas que han recorrido el sendero de la fe. Las sagradas huellas de aquellos que han ido a la región más excelsa han señalado el camino. Esa es nuestra única esperanza. Yudhisthira Maharaja dice también que el verdadero secreto está oculto en el corazón de los santos como un tesoro escondido en una cueva misteriosa (dharmasya tattvam nihitam guhayam). La espaciosa línea que conduce a la verdad es trazada por aquellos que se encaminan hacia el mundo divino. Y esa es nuestra guía más segura. Todos los otros métodos de orientación deberán eliminarse porque el cálculo es falible.
La guía viene del Infinito Absoluto. Y Su guía puede venir en cualquier forma, en cualquier lugar, en cualquier momento. Con esta amplia visión debemos entender el significado de Vaikuntha. Vaikuntha quiere decir "sin límites". Es como si nos encontráramos en una nave, flotando en el infinito océano. Muchas cosas pueden venir a ayudarnos o a obstaculizarnos, pero sólo nuestra optimista buena fe puede ser nuestra guía, nuestro Gurudeva. Sri Guru es el guía.
nr-deham adyam sulabham sudurlabham
plavam sukalpam guru-karnadharam
mayanukulena nabhasvateritam
puman bhavabdhim na taret sa atma ha
Srimad-Bhagavatam (11.20.17)
En el infinito océano hemos abordado nuestra pequeña nave, la forma humana de vida, y nuestro destino es incierto e inconcebible. Sin embargo, es concebible para nuestro Gurudeva (guru-karnadharam). Nuestro Guru es nuestro guía, el capitán de la nave. Y con fe sincera tenemos que progresar. Estamos intentando cruzar un horrible océano con enormes olas, peligrosos tiburones y ballenas que comen ballenas. Está repleto de peligros. La guía de los santos es nuestra única esperanza. Tenemos que depender de ellos. Ellos se yerguen en el ilimitado océano como faros para conducirnos a la tierra de la fe.
Fe quiere decir "esperanza en el Infinito". Vaikuntha quiere decir "Infinito" y sraddha significa "buena fe". Así como hay un lugar llamado Cabo de la Buena Esperanza, sraddha quiere decir "recargado de buena fe en el Infinito". Vaikuntha quiere decir Infinito, y si deseamos atraer la atención del Infinito, el único camino que tenemos es sraddha.
Sólo a través de sraddha podemos atraer al Infinito. Y cuando sraddha desarrolla una forma definida, después de pasar por bhava, emoción extática, sraddha se convierte en prema, amor divino. Colón se hizo a la mar y después de un largo viaje llegó a América, la tierra de la buena esperanza. De la misma manera, con esperanza, con sraddha, fe, podremos llegar al plano más excelso del cosmos espiritual después de atravesar Vaikuntha. Sraddha es nuestra luz en la oscuridad.
Sólo sraddha puede guiarnos cuando somos viajeros en el Infinito. "He oído decir que éste es el camino que conduce a ese lugar", ese espíritu mantendrá nuestros corazones animados. La definición de sraddha aparece en el Caitanya-caritamrta: "Fe es la firme convicción que por servir a Krsna, todos los demás propósitos son servidos automáticamente". Si no hay riesgo, no hay ganancia. Mientras mayor es el riesgo, mayor es la ganancia. Krsna nos reafirma: "Yo estoy en todas partes, no hay por qué temer. Date cuenta que Yo soy tu amigo. Yo soy todo y tú eres Mío. Creer en esto es el único precio que deberás cubrir para viajar a la tierra de la fe".
La Verdad Absoluta, la sustancia trascendental que es el objetivo de nuestra indagación a través de la fe, está dotada con poder y conciencia plenos. Él es bondadoso, dulce y magnánimo. Su poder es infinitamente superior al nuestro y nosotros somos infinitamente más pequeños que Él. En comparación con Él, somos insignificantes; esa debe ser nuestra posición.
¿Cuál será entonces el verdadero síntoma de un discípulo? ¿Quién es un buscador genuino de la verdad? ¿Cuál es la calificación de aquel que busca la verdad, cuál es su disposición, su naturaleza? ¿Y cuál será el síntoma del Guru, la guía?
En el Bhagavad-gita, Sri Krsna dice:
tad viddhi pranipatena, pariprasnena sevaya
upadeksyanti te jñanam, jñaninas tattva-darsinah
"Uno sólo puede conocer la verdad acercándose sumisamente e inquiriendo de aquellos que han visto y realizado esa verdad. Y al prestarles servicio, uno se iniciará en el conocimiento trascendental".
¿Qué se necesita? Pranipat, rendición y seva, servicio. Entonces la indagación será genuina; de lo contrario, sería una transacción falsa, sin ningún valor. Todo sería un despilfarro de energía. La fe verdadera no nos permite considerarnos libres para hacer cualquier cosa. Si es una transacción genuina, tiene que haber alguna guía de lo alto. Así pues, lo más importante para un devoto es sraddha, fe.
Cuando desarrolle fe, hará cualquier cosa para aproximarse al reino superior subjetivo. Aquel que tiene fe desea relacionarse con esa sustancia superior que se compone de eternidad, conocimiento y bienaventuranza. La fe se mueve de conformidad con la existencia, el conocimiento y el amor. Y cuando estos tres puntos primordiales son realizados, nuestra existencia se ve plenamente satisfecha. La fe nos pide aproximarnos al mundo superior, no al inferior. Y el principio fundamental de la fe es pensar: "Krsna es superior en todos los aspectos. Él es nuestro guardián y bienqueriente".
Los racionalistas, con sus cerebros científicos, siempre andan en busca de diferentes métodos para utilizar y dominar lo que han descubierto en sus investigaciones. Pero la fe está interesada en una sustancia infinitamente superior en todos los aspectos, superior incluso al propio buscador. Aquel que indaga acerca de una sustancia superior, debe recurrir a lo que generalmente se conoce como la fe. También en la fe se necesita de una guía apropiada y esa guía la proporciona el plano superior. Si queremos tener éxito, esa debe ser la actitud de nuestra indagación o búsqueda. Por consiguiente, el Bhagavad-gita aconseja: pranipat, pariprasna y sevaya, "rendición, indagación y servicio". En los Upanisads se declara:
tad vijñanartham sa gurum evabhigacchet
samit panih srotriyam brahma-nistha m
"Para comprender la Verdad Absoluta, uno debe acercarse a un Guru que esté firmemente situado en el conocimiento espiritual y que sea bien versado en las Escrituras. Uno debe aproximarse al Guru preparado para el sacrificio". Esta es la instrucción general de los Upanisads. De manera similar, el Srimad-Bhagavatam (11.3.21) aconseja:
tasmad gurum prapadyeta, jijñasuh sreyah uttamam
sabde pare ca nisnatam, brahmany upasamasrayam
"Aquél que está seriamente interesado en buscar su perspectiva más elevada, debe refugiarse por completo en un Guru que posea intensas realizaciones acerca del Señor Supremo y del significado profundo de las Escrituras. Tales Maestros Espirituales han dejado a un lado todas las consideraciones relativas en favor de la consideración absoluta suprema".
Debemos estar muy atentos a todas estas cosas. Debemos tratar de comprender, buscando en nosotros mismos, si verdaderamente nos estamos aproximando a la divinidad a través de la fe. Debemos ver también si nuestra fe es genuina. Fe verdadera y credulidad no son lo mismo. Tenemos que ver si somos buscadores fidedignos con fe verdadera o si somos de aquellos de fe adulterada. Y la fe verdadera tiene sus síntomas. Debemos consultar con las autoridades superiores para que nos guíen, porque la fe es lo más importante.
Si estamos buscando la verdad, es que nos sentimos insatisfechos con nuestra presente adquisición. Estamos asumiendo un riesgo para saltar hacia una perspectiva más elevada. Por consiguiente, debemos escoger la guía cuidadosamente. Debemos ser tan cuidadosos como sea posible. Se nos ha dicho que nuestro razonamiento actual no es suficiente para ayudarnos; que más que razonamiento se necesita sraddha, y sraddha también tiene sus síntomas. No obstante, hasta donde sea posible, haremos uso de nuestro razonamiento.
Cuando por primera vez llegué a la misión, pensé: "Las verdades trascendentales que escucho de estos devotos no están al alcance de la inteligencia mundana, pero aun así, cuando yo quiera sumergirme en esa asociación, habré de utilizar Mi razonamiento e intelecto hasta donde sea posible, comprendiendo que voy a lanzarme en algo que está más allá de mi control, más allá de mis cálculos". De modo que debemos entender cuidadosamente, bajo la guía de los santos, de las Escrituras y de los Gurus, qué es sraddha.
Por supuesto, aunque vayamos por el sendero correcto, nunca es seguro que estará libre de impedimentos. Aun cuando estemos progresando, obstáculos inesperados pueden perturbarnos y demorar nuestro avance. Aunque veamos que muchos a nuestro alrededor caen o se retiran, debemos continuar adelante. Debemos tener convicción para pensar que aunque muchos emprendieron el sendero con nosotros y ahora se están devolviendo, nosotros tenemos que continuar. Tenemos que fortalecer nuestra energía y seguir adelante, aunque sea solos. Nuestra fe debe ser tan fuerte que estemos resueltos a seguir adelante solos si es necesario y con la gracia de nuestro Señor superar cualquier dificultad que encontremos en nuestro camino. De este modo, tenemos que prepararnos. Debemos desarrollar devoción exclusiva. Por supuesto, siempre deberemos tratar de encontrar buena asociación. Sin embargo, a veces nos parecerá que no hay asociación, que estamos solos. Aun así debemos continuar y buscar el faro de la verdad.
Progreso significa eliminar una cosa y aceptar otra. No obstante, deberíamos ser capaces de ver que hay muchos otros que pueden ayudarnos en nuestro progreso en el camino de la dedicación; tenemos que seguir adelante con nuestros ojos abiertos. Las Escrituras describen muchos niveles que tendremos que superar en nuestro progreso. Por eliminación, el sendero del progreso se delinea desde Brahma a Siva, y luego Laksmi. Por último, se muestra a Uddhava como el superior de todos. Pero en su opinión, las gopis son los devotos más excelsos. Esto lo confirma Rupa Gosvami:
karmibhyah parito hareh priyataya vyaktim yayur jñaninas
tebhyo jñana-vimukta-bhakti-paramah premaika-nistha s tatah
tebhyas tah pasu-pala-pankaja-drsas tabhyo `pi sa radhika
prestha tadvad iyam tadiya-sarasi tam nasrayet kah krti
Sri Upadesamrta (10)
"En el mundo, algunos regulan su tendencia a la explotación de acuerdo con las reglas de las Escrituras, buscando así la elevación progresiva al reino espiritual. No obstante, superiores a ellos son los sabios que abandonando la tendencia a enseñorearse sobre los demás, buscan sumergirse profundamente en la región de la conciencia. Pero infinitamente superiores son los devotos puros que están libres de ambiciones mundanas y que se han liberado del conocimiento, y no es por medio del conocimiento que han alcanzado el amor divino. Ellos han logrado entrar en la tierra de la dedicación y allí se ocupan espontáneamente en el servicio amoroso al Señor. Entre todos los devotos, sin embargo, las gopis son las más excelsas porque han abandonado a todos, incluyendo sus familiares, y a todo, incluyendo las regulaciones de los Vedas, y se han refugiado por completo en los pies de loto de Krsna, aceptándolo como su única protección. Sin embargo, entre todas las gopis, Srimati Radharani es la reina suprema, porque Krsna abandonó la compañía de millones de gopis durante la danza del rasa para ir exclusivamente en busca de ella. Ella es tan querida para Krsna, que el estanque en el cual ella se baña es su lugar favorito. ¿Quién, a no ser un demente, no ambicionaría servir en ese, el más excelso de los lugares sagrados, bajo el amparo de devotos superiores?"
Profundiza más, asciende más
En sus conversaciones con Ramananda Raya, Sri Caitanya Mahaprabhu dice repetidas veces, eho bahya, age kaha ara. ¡Debes ir más allá, profundizar más, avanzar! Hay muchos que consideran su posición como la más elevada, que después de alcanzar una etapa determinada, se detienen allí. Pero en el Brhad-bagavatamrta de Sanatana Gosvami, encontramos que Gopa-kumara, comenzando desde las etapas más bajas de la devoción, progresa gradualmente a través de distintos niveles y al fin llega al concepto Krsna en la modalidad de la amistad, sakhya-rasa. Allí se describe cómo él, paulatinamente, elimina una etapa y progresa hacia las etapas más elevadas de la devoción.
A medida que él progresa de etapa en etapa, le parece que todos son muy serviciales, pero gradualmente su compañía llega a parecerle rancia. En ese momento, a través de un agente de la divinidad, se le ofrece una oportunidad más elevada y, dejando atrás ese plano, se dirige a uno nuevo y superior. De esta manera, en el Brhad-bagavatamrta se muestra la trayectoria de la dedicación.
Una luz más elevada
Así como en el mundo tangible existen el sol, la luna y tantos otros planetas, en el mundo de la fe hay una jerarquía de sistemas planetarios. Tenemos que escudriñar las Escrituras, aprovechar la guía de los santos y comprender cómo la fe logra progresar a los niveles más elevados al eliminar los planos inferiores. Y para progresar debemos consultar con un agente superior cada vez que haya una duda.
La realidad espiritual es existencia eterna, conciencia plena y éxtasis. La simple existencia no puede satisfacernos. Ni siquiera nuestro anhelo y sentimiento interno, la conciencia, no es suficiente. Necesitamos rasa y ananda, éxtasis, para que nos den satisfacción.
La realización espiritual es también de diversas clases. Tenemos que diferenciar entre los distintos conceptos espirituales y nuestra elección mejora a medida que nos sumergimos más y más profundamente en la realidad. Tenemos que morir para vivir. Y la consideración acerca de la muerte es también profunda, muy profunda, profundísima. La gradación de superior e inferior siempre está allí. Si hemos de progresar, tiene que haber eliminación y nueva aceptación. Nuestros deberes actuales pueden ser abandonados por otros más elevados.
De esta manera debemos progresar, consultando siempre con los santos y las Escrituras. Ellos nos guiarán en el océano de la fe. De lo contrario, el mundo espiritual permanecerá desconocido e incognoscible. La Verdad Absoluta es conocida y cognoscible para un sector específico y ellos nos han dado orientación. Si la aprovechamos, a través de la guía de los santos y de las Escrituras gradualmente eliminaremos nuestras faltas.
En primer lugar tenemos que eliminar esta existencia mortal. Después, debemos satisfacer nuestra razón, nuestra conciencia. Y finalmente, tenemos que satisfacer nuestro corazón. Sri Caitanya Mahaprabhu dice que el corazón es lo más importante que tenemos dentro de nosotros. Debemos seguir las indicaciones del corazón. La satisfacción más elevada es la del corazón y no la satisfacción de la conciencia ni el logro de la existencia eterna. Si no es consciente, la existencia eterna no tiene significado alguno, y la conciencia no tiene sentido si no proporciona alguna satisfacción. Así pues, sat, existencia eterna; cit, conciencia; y ananda, satisfacción, éxtasis, son los tres principios de nuestro destino final. Considerándolos como nuestra meta, progresaremos cada vez más en nuestra vida espiritual.
En el Manu-samhita se declara:
vidvadbhih sevitah sadbhir, nityam advesa-ragibhih
hrdayenabhyanujñato, yo dharmas tam nibhodhata
Nuestro corazón puede sentir si somos ganadores o perdedores. Esa máquina degustadora está dentro de nosotros. A medida que progresamos en la conciencia de Krsna, nuestro karma, nuestra conexión con este mundo material, se evaporará en un instante y el vasto conocimiento vendrá a satisfacernos. En ese momento, sentiremos que el objeto de nuestra vida está en todas partes (mayi drste `khilatmani). Cuando podamos percibir que la perfección de la vida nos abraza, veremos que todo el medio ambiente nos está ayudando, que todo es favorable hacia nosotros desde todas las direcciones. En ese reino espiritual todos se interesarán en amarnos. Nosotros podremos descuidar nuestro propio interés, pero el medio ambiente allí es más favorable y afectuoso con nosotros de lo que podemos imaginar, de la misma manera que un niño no puede apreciar el alcance del afecto de su madre. De este modo, los amigos y las comodidades hogareñas nos rodearán y con esta realización habremos de regresar a casa, regresar a Dios.
FIN DEL CAPITULO UNO