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viernes, 31 de mayo de 2013

EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO Los ilimitados nombres de Dios

 
 
 
EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO
 
CAPITULO OCHO
Los ilimitados nombres de Dios
namnam akari bahudha nija-sarva-saktis
tatrarpita niyamitah smarane na kalah
etadrsi tava krpa bhagavam mamapi
durdaivam idrsam ihajani nanuragah
Traducción
"¡Oh Mi Señor! Tu Santo Nombre otorga bendiciones a todos. Y tienes nombres ilimitados como Krsna y Govinda, a través de los cuales te revelas.
En Tus incontables Santos Nombres bondadosamente has investido toda Tu potencia trascendental.
Y para cantar esos nombres no existen reglas estrictas de tiempo o lugar.
Por Tu misericordia sin causa has descendido en la forma de sonido divino; pero es tan grande mi desdicha que no siento amor por Tu Santo Nombre".
Iluminación
Aquí se dice: "¡Oh mi Señor! Has revelado el canto de Tus Santos Nombres y en ellos has investido todo Tu poder". Tanto el Santo Nombre de Krsna como Su potencia son eternos. En el Santo Nombre se encuentran todas las potencias o energías de Krsna y no se ha establecido un lugar o un tiempo particular para cantarlo. No sólo se puede cantar por la mañana o después del baño o después de ir a un lugar sagrado; no hay semejantes condiciones. Uno puede cantar el Santo Nombre de Krsna cuando quiera, dondequiera y en cualquier circunstancia.
En este verso, Sri Caitanya Mahaprabhu dice: "¡Oh Krsna! Tú has dado a todos la más sublime oportunidad. Tú eres tan infinitamente bondadoso, que nos has dado el servicio a Tu Santo Nombre (nama-bhajana). Aun así, la mía es la peor de las desdichas. No encuentro en Mí un deseo sincero por cantar el nombre. No tengo fe, amor o inclinación por cantar el nombre. No siento ningún anhelo innato para cantar Tu nombre. ¿Qué puedo hacer?"
Este es el segundo de los ocho preceptos de Sriman Mahaprabhu. Él dice: "¡Oh Señor! Has puesto todo de Tu parte para sacarme de este mundo material de relatividad. Tu empeño por liberarme es tan magnánimo, que todo lo que pides de Mí es un poco de colaboración para aceptar Tu gracia; aun así cierro mis oídos a Tu magnánimo llamado. ¡Oh mi Señor, no tengo esperanza!"
En el primer verso de Su Siksastaka m o preceptos óctuples, Sri Caitanya Mahaprabhu nos ha dado una gran esperanza. Él explica que cuando se emprende debidamente, el canto del Santo Nombre de Krsna puede progresar paso a paso, revelando siete efectos. El primero es la purificación de la conciencia; el segundo, la liberación de toda relatividad mundana. Como tercer efecto, la bondad positiva se despierta en nuestros corazones y nos lleva a Vrndavana. Después, bajo la guía del svarupa-sakti, la energía interna del Señor, Yogamaya, llegamos al concepto vadhu: Somos potencia y hemos de servir a Krsna incondicionalmente. Vadhu significa ese rasa que nos da una relación plena con el Señor (madhurya-rasa).
El extático océano de la bienaventuranza
Después de llegar a esa etapa, ¿cuáles serán los siguientes resultados? Uno se vuelve una partícula en el océano de la bienaventuranza y ese júbilo no es insípido ni estático, sino que es siempre nuevo y dinámico; es purificante en sumo grado. Aunque se nos permite conservar nuestra concepción individual, sentimos que todas las partes de nuestra existencia se purifican al máximo cuando cantamos el nombre. Y esto no sólo me afectará a mí, sino también a todos aquellos que están relacionados con este nama-sankirtana. Ellos experimentarán la conversión y la purificación en masa, la mayor purificación. Estos son los siete resultados del canto del Santo Nombre.
Después de mencionar esta tesis en Su primer verso, Mahaprabhu nos da la antítesis en el segundo. Si hay una esperanza tan grande en el Santo Nombre, ¿por qué tenemos tantos problemas? ¿En dónde está la dificultad? Por qué no comprendemos la ventaja de la magnánima sanción de la Divinidad que se encuentra en el Santo Nombre? Una gracia inestimable proviene de parte de Krsna. Él nos ha dado incontables oportunidades, pidiendo lo mínimo de nuestra parte. Debemos tener algún gusto, alguna seriedad para aceptar el Santo Nombre. Pero ahí radica la dificultad: No tenemos ninguno. Así pues, ¿qué esperanza podemos tener? ¿Cómo lograrlo? Puede que nos estemos acercando al Santo Nombre formalmente, pero no desde lo más profundo de nuestro corazón. Por lo tanto, ¿a través de qué proceso podemos realmente beneficiarnos y progresar? El tercer verso nos contesta esta pregunta.
Aunque uno sienta que no tiene ni siquiera lo mínimo requerido para recibir la dádiva, aun así no es un caso perdido. La verdadera naturaleza de esta realización lo lleva a uno al concepto de la humildad. Cuando uno comienza a practicar la devoción al Ilimitado Señor, no puede sino sentir que no tiene nada de valor en relación con el Infinito y piensa: "No tengo nada que dar a cambio. Carezco hasta del mínimo requisito para recibir la gracia del Señor". Eso lo lleva a la concepción: "No tengo calificación alguna; estoy totalmente vacío".
En su corazón, un devoto no sólo siente que es inepto, sino también demasiado despreciable para servir al Señor. Krsnadasa Kaviraja Gosvami dice: "Soy más bajo que un gusano en el excremento y más pecador que Jagai y Madhai (jagai madhai haite muñi se papistha purisera kita haite muñi se laghistha)". No debemos desanimarnos cuando pensamos que no tenemos ni el menor mérito para servir al Santo Nombre de Krsna, ya que este tipo de conciencia es natural en el devoto.
Al mismo tiempo, tenemos que cuidarnos de una concepción insincera de nuestra propia devoción. Este es nuestro enemigo. Pensar que "no tengo la menor atracción o gusto por el Señor", está bien. Por el contrario, pensar: "Tengo algún gusto, alguna sinceridad, alguna devoción por el Señor", es peligroso.
El mundo egoísta
Si vamos a tener una conexión con el Infinito, debemos estar completamente vacíos. Nuestra abnegación debe ser plena. Los logros mundanos son algo negativo y tenemos que apartarnos de ellos totalmente. Debemos pensar: "No soy nada. No tengo cualidades para ser aceptado o utilizado en el servicio al Señor. Soy totalmente inepto". Tenemos que apartarnos completamente del mundo egoísta y permitir que nos cautive Yogamaya, la energía interna del Señor. Un esclavo no tiene posición; es el amo quien la tiene. Todo le pertenece a Él. Comprender esto es nuestra verdadera calificación. Tan pronto como afirmemos que poseemos alguna calificación, comenzarán nuestras dificultades. Así pues, el propio Sri Caitanya Mahaprabhu dice: "No encuentro vestigio de amor por Krsna en mi corazón (na prema pandho `sti darapi me harau)". Este es el modelo de humildad. Y nuestro sentimiento tiene que ser sincero; no debe ser una imitación. Tenemos que ser cuidadosos. No debemos arriesgarnos a imitar a los devotos más excelsos. El único requisito para cantar el Santo Nombre de Krsna es sentir, comprender de una manera genuina, que no poseemos nada y que todo es suyo.
FIN DEL CAPITULO OCHO



viernes, 24 de mayo de 2013

EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO CAPITULO CINCO SEGUNDA PARTE radha-bhava-dyuti-suvalitam naumi krsna svarupam

¿QUIEN NOS PUDE QUITAR LA ILUSION DE LA PREDICA?
 
 
EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO
CAPITULO CINCO
SEGUNDA PARTE
radha-bhava-dyuti-suvalitam naumi krsna svarupam
Adoro a Sri Caitanya Mahaprabhu, quien es el propio Krsna dotado con las emociones y el esplendor de Srimati Radharani. Como las mitades predominante y predominada, Radha y Krsna son eternamente Uno, con identidades individuales separadas. Ahora, se han unido nuevamente como Sri Krsna Caitanya. Esta transformación inconcebible de la potencia dadora de placer del Señor, ha surgido de las relaciones amorosas entre Radha y Krsna".
En este verso, Svarupa Damodara dice que los pasatiempos de Radha-Krsna y los de Sri Caitanya Mahaprabhu son paralelos y eternos. Es difícil decir si el invierno llega primero y después el verano o si el verano llega primero y después el invierno. De manera similar, en los pasatiempos eternos del Señor, el movimiento está girando en círculo. Por lo tanto, Svarupa Damodara comenta: "Es difícil decir si el Caitanya-avatara precede al Krsna-avatara o si el Krsna-avatara precede al Caitanya-avatara. Ambos son eternos".
¿Y quién es Sri Radha? Ella es la evolución de la dulzura que emana de Krsna mismo. Esa dulzura, en su forma desarrollada como Radha, emana del interior de Krsna. Srimati Radharani es una potencia particular, hladini-sakti, y surge del propio Krsna. Así pues, no se puede concebir a Radha y Krsna como entidades separadas. Ambos son uno y lo mismo. Aun así, se nos dice que en épocas remotas Ellos se dividieron en dos y luego se combinaron de nuevo como Sri Caitanya Mahaprabhu, cuyo lustre y humor son los de Srimati Radharani y cuya naturaleza y realidad internas son las de Sri Krsna. El fuego y el calor no se pueden separar. El sol y la luz no pueden existir por separado; son uno y lo mismo. La Verdad Absoluta es una sola sustancia absoluta (advaya-jñana), pero a veces Radha y Govinda se muestran separados y luego se unen otra vez. Cuando Ellos están juntos, se disfrutan recíprocamente, y a veces experimentan una dolorosa separación sin que haya posibilidad de unión. Esa es Su naturaleza divina.
Sri Rupa Gosvami lo explica como sigue:
aher iva gatih premnah, svabhava-kutila bhavet
ato hetor ahetos ca, yunor mana udañcati
Él dice que así como una serpiente se mueve naturalmente de manera sinuosa, en forma zigzagueante, la naturaleza del amor también es sinuosa. No es directa. Por eso, las personas involucradas se pelean, con o sin motivo y sobreviene la separación. La separación es necesaria para los transcendentales pasatiempos de Radha y Krsna.
Angustias por la separación
Hay cuatro clases de separación: purva-raga, mana, prabasa y prema-vaicittya. Purva-raga quiere decir antes del encuentro. Esto acontece cuando Radha y Govinda en realidad no se han encontrado, pero de alguna manera uno de ellos se ha relacionado levemente con el otro a través del nombre, un retrato o algo parecido. Cuando Radha escucha el nombre de Krsna o el sonido de la flauta de Krsna, no hay un encuentro real, pero sí algún vínculo. El sonido de la flauta de Krsna, un cuadro de Krsna o el nombre de Krsna pueden dar lugar a purva-raga. Krsna puede experimentar algo similar al escuchar el sonido del nombre de Srimati Radharani. De esta manera, existe la angustia por la separación, pero no un encuentro propiamente dicho. El nombre es tan dulce, que Él no puede contenerse; Ella no puede dominarse.
Cuando el Santo Nombre de Krsna penetra en el oído de Srimati Radharani, Ella se perturba, pensando: "¿Es posible que exista en este mundo un nombre tan dulce como éste?" Esta es su reacción y también experimenta dolor. Ella siente: "No puedo encontrarme con Él". La angustia por la separación penetra en su corazón. Eso es purva-raga, el dolor por la separación que sobreviene antes del encuentro.
Mana es otra clase de separación. Mana quiere decir que al encontrarse surge alguna diferencia entre Ellos sobre asuntos triviales. Así es la naturaleza del amor. Por eso, Srila Rupa Gosvami dice que el amor se mueve de manera sinuosa, como una serpiente. No es que sea morboso, sino que ésta es la naturaleza del sendero del amor. A veces, por algo trivial o sin causa alguna, surge el sentimiento que "Él me desprecia. Quiere evitarme". Con lo cual Srimati Radharani piensa: "No quiero su compañía". Aunque existe allí pleno aprecio, momentáneamente han surgido de la clandestinidad algunos sentimientos opuestos, sobreviene un conflicto entre los sentimientos de ambos y uno desea evitar la compañía del otro.
Celos transcendentales
En el prema-vaicittya, los celos llegan a tal grado que, aunque ellos ya están juntos, surge algún pensamiento interno que les hace sentir que están lejos el uno del otro. Estas distintas clases de separación se encuentran solamente en el madhurya-rasa. Prema-vaicittya es esa condición que surge cuando Krsna está allí y Radharani está muy cerca, pero al ver su propia sombra reflejada en el cuerpo de Krsna, se pone tan celosa que piensa que es otra mujer. Por lo tanto, Ella siente una gran angustia por la separación y piensa: "¿Qué es esto? ¡Otra mujer está allí!" Su mente se indigna, pero su amiga Lalita le advierte: "¿Qué estás diciendo? Es tu propia imagen reflejada allí. ¿Es que no puedes verla?" Enseguida Radharani se calma y se da cuenta: "¡Oh, es mi propia sombra!" Entonces, ese sentimiento se desvanece de inmediato. Este es un ejemplo de prema-vaicittya. Estos son temas sumamente elevados y transcendentales y aunque no se deban tratar en detalle, así es la naturaleza del amor divino en la unión y la separación. Ambos son interdependientes, ya que uno no puede existir sin el otro y la separación se origina voluntariamente para dar realce a la unión.
Otra clase de separación se llama prabasa. Hay dos clases de prabasa: Una es cuando la separación es por un tiempo limitado, y la otra, cuando uno ha dejado la región para ir a un lugar lejano, como cuando Krsna fue a Mathura para ocuparse de otros asuntos. Estas son las cuatro clases de angustias debido a la separación entre el amante y la amada.
Naturalmente que estos temas transcendentales son muy elevados y no debemos tratarlos descuidadamente, ya que si proyectamos características mundanas en el plano superior, perjudicaremos nuestras futuras realizaciones. Nuestra experiencia mundana tenderá a llevarnos hacia abajo, así que debemos proceder con cautela. Lo que concebimos en el presente, no se encuentra en el plano de los pasatiempos de Krsna. Es un plano de existencia muy superior al mundo de nuestra experiencia. Nuestra visión está adulterada. Sólo tenemos una concepción impura de lo original. Debemos tener esto presente y con esta precaución podremos tratar estas cosas.
Es más seguro tratar con los temas de la separación entre Radha y Govinda que con los de Su unión. Por supuesto, debemos comprender que el dolor por la separación que experimentan Radha y Govinda no tiene nada que ver con este plano. Y así, con esta cautela, podemos hablar sobre la separación hasta cierto punto; pero para nosotros sería sumamente peligroso discutir o pensar acerca de cuándo Radha-Govinda y Sus amigas íntimas se reúnen para disfrutar de Su mutua compañía. Si tratamos acerca de los pasatiempos de Radha y Krsna con una concepción mundana, cometeremos una gran ofensa. Por lo tanto, es más peligroso pensar en la unión de Radha y Govinda que cultivar sentimientos de separación, como Mahaprabhu ha mostrado con Su ejemplo.
En separación de Krsna, Sri Caitanya Mahaprabhu piensa: "¡Sin Krsna, ni siquiera puedo tolerar Mi propia vida! Sin Su gracia, sin Su compañía, no puedo preservar Mi indeseable existencia". Esta clase de sentimiento nos ayuda, pero aun así, no debemos imitarlo. Más bien, debemos aceptarlo respetuosamente como nuestro ideal más elevado. Esto nos ayudará a dejar a un lado nuestros inmundos hábitos indeseables (anarthas). Aunque derramemos algunas lágrimas, no debemos pensar que hemos alcanzado la etapa más elevada. Se debe evitar esta clase de pensamiento. El propio Sri Caitanya Mahaprabhu dice: "No tengo ni una gota de amor divino dentro de mí, porque de lo contrario, ¿cómo es que mantengo Mi vida mundana?"
Sri Caitanya Mahaprabhu aceptó sannyasa para que por la fuerza del afecto, los habitantes de Navadvipa fuesen atraídos hacia esta elevada etapa de separación. Sacidevi, Su anciana madre, lloraba desesperadamente. Su joven esposa, Visnupriyadevi, pasaba sus días desamparada. Mahaprabhu aceptó sannyasa para alegrar y traspasar el corazón de la gente con el amor divino que Él vino a otorgarnos. Ellos pensaron: "¿Quién era Nimai Pandita ? ¿Qué gran beneficio vino a darnos?" El hecho que lo abandonara todo, hizo que simpatizaran con Él. Por todas estas razones, el Señor se fue para aceptar sannyasa.
"¡Tengo que correr hacia Vrndavana!"
Cuando concluyó la ceremonia de sannyasa, Sri Caitanya Mahaprabhu enloqueció. Él pensó: "Tengo que correr hacia Vrndavana. He abandonado todo vínculo con este mundo. No siento atracción por él. Debo correr hacia Vrndavana para ocuparme exclusivamente en el servicio a Krsna". En trance, comenzó a cantar un verso del Srimad-Bhagavatam en el que Krsna le da a Uddhava una descripción del sannyasa.
El verso había sido recitado por un tridandi-bhiksu, un mendicante. Mahaprabhu citó este verso, pensando: "He aceptado la vestimenta de un sannyasi porque es favorable para Mi vida espiritual. Ahora, nadie en la sociedad tiene derecho sobre Mí; podré dedicarme exclusivamente a servir a Krsna. Iré a Vrndavana sin tener ningún compromiso o vínculo con nadie". De este modo, comenzó a cantar y a bailar con la locura del éxtasis. Kesava Bharati Maharaja lo abrazó y ambos, Guru y discípulo, cantaron y bailaron juntos. En ese momento, Mahaprabhu recitó el verso del Brahmana que en las últimas etapas de su vida aceptó tridandi sannyasa y tuvo que soportar la tortura de la sociedad de distintas maneras. Él dijo:
etam sa asthaya paratma-nistha m, adhyasitam purvatamair maharsibhih
aham tarisyami duranta-param, tamo mukundanghri-nisevayaiva
"Los grandes sabios de antaño aceptaron y mostraron el sendero del sannyasa. Ahora he aceptado esa misma forma de vida. Dejándolo todo atrás, correré hacia Vrndavana. Allí, cantando el nombre de Mukunda , Krsna, atravesaré el océano de la nesciencia. Al cruzar esta maya, alcanzaré Vrndavana e ingresaré plenamente al servicio de Krsna". La vestimenta de un sannyasi sólo está destinada para el uso externo, pero la verdadera esencia de sannyasa es servir a Mukunda . Y así, citando este verso, de súbito comenzó Su viaje desde Katva hacia Vrndavana. Cerca de las orillas del Ganges, entró en la selva, pensando: "Ahora Mi deber es llegar a Vrndavana lo antes posible y allí, en un lugar solitario, me sentaré a cantar el Santo Nombre de Krsna".
Sri Caitanya Mahaprabhu corrió hacia Vrndavana y entró en la selva antes del anochecer. Nityananda Prabhu, Candrasekharacarya, Mukunda Datta y Jagadananda, le persiguieron a través del bosque. Mientras corría, repentinamente caía al suelo y comenzaba a gritar: "¡Krsna, Krsna!" Levantándose súbitamente, comenzaba a correr sin dirección aparente: Hacia el norte, el oriente, el sur o el poniente.
Vagando en trance
En ocasiones, corría tan veloz, que los devotos no podían encontrarlo, especialmente de noche, cuando lo perdían en la oscuridad. En esos momentos se sentían decepcionados, pensando: "¡Sri Caitanya Mahaprabhu, nuestro amo y Señor, nos ha abandonado!" Pero repentinamente escuchaban que Mahaprabhu desde lejos gritaba "¡Krsna, Krsna, Krsna!" con una voz que parecía un gemido apesadumbrado. Enseguida corrían en esa dirección y veían que yacía en el suelo llorando:
kahan mora prana natha murali-vadana
kahan karon kahan pan vrajendra-nandana
"¿Dónde está Mi amado Krsna? No puedo soportar Su separación. ¿Dónde está el Señor de Mi vida, quien toca Su flauta? ¿Qué voy a hacer? ¿Dónde encontraré al hijo de Maharaja Nanda?" Él lloraba en un tono desgarrador, lleno de tristeza. En un estado de aturdimiento, sin conciencia de una dirección particular, decía: "¿Quiénes son ustedes? Voy hacia Vrndavana. ¿Por qué me perturban?" Después de asistirlo, reiniciaban su marcha hacia el oeste, hacia Vrndavana. Sri Caitanya Mahaprabhu continuaba deambulando en trance. Pero la gran atracción de sus devotos no le permitió seguir hacia el oeste.
Aprovechando Su trance, Nityananda Prabhu persuadió de alguna manera a Mahaprabhu para que volviera el rostro hacia Santipura. En el Caitanya-bhagavata se menciona que desde Katva fueron rumbo al oeste hasta llegar a un lugar cerca de Vakresvara, a unos diez kilómetros al noroeste de Dubrarajpura, en el distrito de Birbhum. En Visramatala, al otro lado del río Adjai, hay un lugar que es considerado el punto donde Sri Caitanya se detuvo. Se dice que allí, Sri Caitanya Mahaprabhu volvió Su rostro de occidente a oriente, es decir, de Vrndavana a Santipura.
Ellos vagaron durante el resto de la noche y durante otro día con su noche. Finalmente, en la noche del tercer día, Él regresó a Santipura a través de Kalna, gracias a los arreglos de Nityananda Prabhu, quien se presentó ante Mahaprabhu con la vestimenta roja de un renunciante. Aunque le era muy familiar, Sri Caitanya Mahaprabhu no pudo reconocer a Nityananda . Vio a un sannyasi ante Él y pensó: "Voy hacia Vrndavana y aquí está un sannyasi ante mí". Le dijo:
- ¡Oh Sripada sannyasi! ¿Adónde va?
- Iré con usted a Vrndavana.
- ¿A qué distancia está Vrndavana de aquí?
Nityananda le mostró el Ganges, cerca de Kalna, diciendo:
- Mire, allí está el Yamuna.
Mahaprabhu dijo:
- "¡Oh, estamos tan cerca del Yamuna!"
Entonces se bañó en el Yamuna cantando este verso:
cid-ananda-bhanoh sada nanda-sunoh
para-prema-patri drava-brahma-gatri
aghanam lavitri jagat-ksema-dhatri
pavitri-kriyan no vapur mitra-putri
"¡Oh hija del sol! Aunque has aparecido en la forma de agua, eres muy querida para el hijo de Nanda, quien es el Sol espiritual. Tú disipas los pecados de todos los pecadores. Por favor, purifica este cuerpo mortal". (Kavi Karnapura: Caitanya Candrodaya-nataka 5.13).
Poco después que Sri Caitanya Mahaprabhu llegara a la orilla del Ganges, Nityananda Prabhu envió a Candrasekhara para avisarle a Advaitacarya que viniese. Cuando Mahaprabhu le preguntó a Advaitacarya:
- ¿Eres Tú, Advaita? ¿Cómo supiste que estaba en Vrndavana?
Advaitacarya dijo:
- Esto debe ser una broma. Dondequiera que Tú estés es Vrndavana. Soy afortunado que hayas venido aquí, junto al Ganges.
- ¡Oh! ¿Éste es el Ganges?
- Sí.
Entonces Mahaprabhu, recobrando la conciencia de este mundo, dijo:
- ¡Oh, es una conspiración de Nityananda Prabhu! Me ha traído aquí, a orillas del Ganges, diciéndome que era al Yamuna. ¡No es más que un engaño! He caído presa de su engaño.
Advaitacarya le argumentó:
- No, no. Nityananda Prabhu no ha dicho ninguna mentira. Realmente te has bañado en el Yamuna. La confluencia del Yamuna y el Ganges está en Allahabad, y en la Sastra se dice que la ribera occidental es el Yamuna y la ribera oriental es el Ganges. Ahora te has bañado en la parte occidental. Así que de acuerdo con las Escrituras, te has bañado en el Yamuna. De modo que Nityananda Prabhu no te mintió. De todos modos, he venido con esta nueva ropa para Ti. Deja Tu ropa mojada y acepta ésta nueva. También he cocinado algo para Ti. Has estado ayunando durante tres días y hoy, como sannyasi que eres, debes aceptar alguna caridad en mi casa. Soy un hombre pobre -dijo con las manos juntas- pero tienes que venir.
Entonces, lo llevaron en bote hasta Santipura, a la casa de Advaitacarya. A la mañana siguiente vino Sacidevi y Mahaprabhu pasó diez o doce días allí en Santipura, llevando a cabo kirtana.
¿Qué es Vrndavana?
¿Qué es realmente Vrndavana? Es un estado de conciencia. Hay distintas realidades subjetivas en diferentes etapas de conciencia. Todo proviene de la voluntad del Señor. Él es el sujeto, y Su potencia y Su dulce deseo son totalmente subjetivos. El Señor dijo: "Hágase la luz" y hubo luz. Dijo: "Sean las aguas" y las aguas aparecieron. Dijo: "Sea la tierra" y hubo tierra. Si al igual que un hipnotizador, el sujeto superior quiere que el sujeto inferior vea algo, éste no puede hacer otra cosa más que verlo. Todos nos encontramos en el mundo subjetivo imaginario; pero más allá de la imaginación está el plano supersubjetivo de la realidad. Así que Krsna se revela a aquel que ha desarrollado una conciencia pura. Y en la etapa de la conciencia pura, uno puede percibir la verdadera naturaleza de la realidad subjetiva (sattvam visuddham vasudeva sabditam).
Para demostrarnos que Vrndavana está en todas partes, Mahaprabhu corría en éxtasis por doquier. Cuando se encontraron, Advaita Prabhu le dijo: "Debes estar bromeando cuando dices que vas a Vrndavana. Dondequiera que estés, allí está Vrndavana. Tenemos esa experiencia. Lo que ahora dices es muy peculiar: `Voy a Vrndavana'. Asumes esa actitud simplemente para enseñarnos el valor de Vrndavana".
La tierra del amor
Vrndavana, el plano más elevado de la Divinidad, es un estado de conciencia. Por encima del plano de la reverencia y el respeto que se encuentran en Vaikuntha, está Vrndavana, la tierra de la sencillez y el amor divino. La característica de los habitantes de ese supremo plano de conciencia es que no sienten que están en Vrndavana. Es aprakrta, supramundano.
El conocimiento se ha clasificado en cinco divisiones. La más baja es el conocimiento que se adquiere a través de la experiencia de nuestros sentidos: pratyaksa, lo que hemos percibido a través de nuestros sentidos. Esa es la primera etapa. La siguiente es el conocimiento que no hemos experimentado con nuestros propios sentidos, sino que hemos tomado de las experiencias de los demás (paroksa); por ejemplo, los científicos tienen su experiencia y hemos recogido algún conocimiento de sus invenciones y descubrimientos. La tercera etapa está por encima de la experiencia humana (aparoksa). Es algo así como el sueño profundo. Cuando despertamos, decimos: "He dormido muy a gusto. Dormí muy bien; tuve un sueño profundo". Pero al dormir profundamente, sin sueños, no estamos conscientes de ese estado. Cuando despertamos después de haber dormido profundamente, expresamos conocimiento de esa experiencia, pero es vago. Aparoksa es un tipo de experiencia vaga, la cual es imprecisa; en esa experiencia, el sujeto y el objeto material se juntan y el objeto material se desvanece en el sujeto. Sankaracarya, el gran exponente del impersonalismo, explica la gradación de la conciencia hasta este punto.
La cuarta dimensión
Por otra parte, Ramanujacarya, el gran devoto y erudito, al igual que otros Acaryas vaisnavas, opinan que más allá de ésta, existe una cuarta etapa. Ese plano se llama adhoksaja, transcendental, o aquello que existe más allá del alcance de nuestros sentidos, ya sean burdos o sutiles. Es un plano que sólo podremos experimentar cuando éste, por Su dulce voluntad, descienda hasta nuestro burdo plano de comprensión. Si se retira, estamos desamparados; no podremos encontrarlo. No podemos decir que la Verdad Absoluta esté bajo el control de nuestro conocimiento. No podemos medirla así. Es independiente. Por Su dulce voluntad, puede descender y nosotros experimentar esa región superior; pero si se retira, estamos completamente desamparados; no podemos hacer nada. Podemos llorar o suplicar, pero no podemos entrar allí por la fuerza, por nuestro propio poder. Este es el cuarto plano de conciencia y es grandioso, todopoderoso y plenamente inspirador. Solamente si se revela a nosotros podremos adquirir alguna experiencia de ese plano, que se conoce como Vaikuntha, la ilimitada región espiritual de la reverencia y el poder. Ese es el plano adhoksaja.
Así pues, está pratyaksa, la experiencia directa a través de la percepción sensorial; después paroksa, el conocimiento mediante la experiencia de los demás; a continuación aparoksa, el plano negativo de la conciencia indefinida; y luego adhoksaja, la cuarta dimensión. Nosotros estamos en el subsuelo y el conocimiento verdadero está arriba, en la superficie, más allá de nuestra experiencia. Si podemos atravesar las espesas coberturas que cubren nuestra experiencia, podremos entrar en contacto con otro plano de conciencia o sea adhoksaja. Adhoksajam indriyam jñanam: adhoksaja se refiere al conocimiento superior que puede desplazar nuestro conocimiento basado en la experiencia de este mundo. Ese conocimiento trascendental y supramental constituye la cuarta etapa del conocimiento. Ese plano es diferente en todos los aspectos; no tiene semejanza con este mundo.
Pero a través del Srimad-Bhagavatam y de Sri Caitanya Mahaprabhu, llegamos a saber que hay una quinta etapa de conocimiento que es muy parecida a este mundo material y que sin embargo no es mundana. Se llama aprakrta. Esa es Goloka, la concepción teísta plena, que sólo puede encontrarse en la morada de Krsna. El conocimiento central del absoluto, debe estar relacionado incluso con el nivel más bajo de la creación material. Tiene que ser capaz de armonizar la peor parte de este mundo ilusorio. Esto se conoce como aprakrta, supramundano. Sólo es posible entrar en esa región suprema a través del amor divino.
Sólo a través del amor se puede compensar todo. Se dice que una madre amorosa cree que su hijo ciego tiene hermosos ojos de loto. Ella está cegada por el afecto. Así pues, lo que es vil y bajo sólo puede ser compensado por el amor, el cual brilla hermosamente. Esto es prema, amor divino. A través de la misericordia, de la piedad, de la gracia, un rey puede llegar a jugar con un niño en la calle. El afecto lo hace posible. La diferencia entre lo elevado y bajo desaparece en esa etapa.
La potencia espiritual encantadora
Los habitantes de Vrndavana se consideran a sí mismos ordinarios. Esto es jñana-sunya-bhakti, el amor divino que está libre de todo cálculo y que ni siquiera toma en consideración la opulencia y el poder del Señor. Esa devoción está incluso por encima de Vaikuntha y se mueve bajo el encanto de Yogamaya, la potencia espiritual encantadora. Por el arte especial de Yogamaya, aquellos que tienen la posición más elevada se consideran a sí mismos muy insignificantes. El amor elimina las diferencias entre lo grande y lo pequeño, lo elevado y lo bajo. Vrndavana es tal plano de existencia. Allí encontramos una devoción libre de todo vestigio de cálculo (jñana-sunya-bhakti). Puede que hasta los propios residentes de Vrndavana desconozcan su excelsa posición.
Advaita Prabhu le dice a Sri Caitanya Mahaprabhu: "Dondequiera que estés, allí está Vrndavana". Narottama dasa Thakura dice que dondequiera que encontremos un verdadero devoto de Krsna, allí estará Vrndavana (yata vaisnavagana sei sthana vrndavana, Prema-Bhakti-Candrika). Externamente podemos pensar que esos devotos son miembros de este mundo ordinario, pero el objeto de toda su conversación y comportamiento es Vrndavana. Sin embargo, aunque se encuentran en Vrndavana, no sienten que están allí.
Ellos no están conscientes de su excelsa posición. Cuando un rey no es muy consciente de su poder, se considera a sí mismo una persona ordinaria. Es algo así. Puede que alguien sea un gran médico, pero por afecto, puede ocuparse como enfermero de su paciente. Debido al amor y el afecto por su paciente, puede descender para hacer tal trabajo, pero continúa siendo grande. Esa es la hermosa naturaleza de la vida en Vrndavana: Es grande sin tener la actitud de aires de grandeza. Aunque ellos son realmente grandes, parecen sencillos. Cuando el poder se viste con amor y afecto y se expresa con humildad, eso es Vrndavana. Y también es Navadvipa .
El Srimad-Bhagavatam y Sri Caitanya Mahaprabhu dicen que Vrndavana es el lugar más elevado y loable donde podemos vivir. Allí, el Supremo Señor Krsna y las gopis moran en el bosque. No encontramos allí opulencia ni grandes edificios, pero si realmente podemos reconocer la grandeza, la veremos en Vrndavana. Si juzgamos imparcialmente los hechos, veremos que su posición es muy excelsa; pero por su humildad, dan la apariencia de haber descendido hasta nuestro nivel. La forma de vida que encontramos en Vrndavana es muy dulce y hermosa. Y Mahaprabhu vino a mostrarnos eso a través del Srimad-Bhagavatam. Krsna es el Señor de esa tierra; y las vacas, las colinas, los bosques y el río Yamuna crean allí un medio ambiente favorable.
De modo que Mahaprabhu aceptó sannyasa para enseñarnos, para elevarnos y para convertirnos en moradores permanentes de ese lugar. Él dice que en realidad nuestro verdadero ser vive en ese plano, pero que desafortunadamente nuestra conciencia ha sido enfocada hacia el exterior. Ahora estamos cautivados por el aspecto mundano de esta creación y pensamos que sufrimos, pero todo esto es ilusión. Tenemos que curarnos de esta manía. Manía quiere decir locura y actualmente nosotros estamos poseídos por alguna manía. Así como un demente abandona su hogar y vaga por las calles recogiendo trozos de papel y tela, así mismo nosotros estamos obsesionados en este mundo. Pero cuando la locura haya desaparecido, despertaremos en nuestro verdadero hogar.
Una gran tragedia
Debemos ir de regreso a Dios, de vuelta a casa. Sri Caitanya Mahaprabhu dice: "Su hogar es una bella tierra. Deben esforzarse por ella. ¿Por qué están siempre preocupados por los horrores de la guerra, las epidemias, los terremotos, las enfermedades indeseables, el robo, el vandalismo y los pleitos con tantos vecinos? Debajo de todo eso está el hecho que se han identificado con este mundo material y con este cuerpo de carne y sangre. Tienen que desandar lo andado y regresar a su hogar". Eso es lo que se necesita. Nuestra tierra natal es un lugar muy hermoso, encantador y divino. Sri Caitanya Mahaprabhu aceptó sannyasa por nuestra causa. Su propósito era llevarnos de regreso a casa, donde podremos tener las comodidades del hogar y su dulzura. Si tenemos alguna conciencia de hogar en nuestro interior, deberíamos apreciar esta proposición: Hogar dulce hogar.
El sannyasa de Sri Caitanya Mahaprabhu es aparentemente muy cruel para sus devotos y para los miembros de Su familia, pero sólo tiene por objeto llevarnos a nuestro hogar. Para lograr el éxtasis de la unión fue necesario que Sri Caitanya Mahaprabhu mostrara separación de sus devotos y familiares. La separación y la unión son mutuamente beneficiosas. El sannyasa de Mahaprabhu, Su renunciación, es una gran tragedia por la separación.
FIN DE LA SEGUNDA PARTE CAPITULO CINCO



sábado, 18 de mayo de 2013

 
EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO
CAPITULO CUATRO
La locura de Nimai Pandita

En la época del advenimiento de Sri Caitanya Mahaprabhu, Bengala se había alejado mucho de la conciencia de Krsna. La gente de aquel entonces se había vuelto tan degradada, que pasaban el tiempo gastando su dinero como agua para ver el matrimonio de gatos. Desviándose de la adoración al Señor Supremo, Krsna, ellos solían adorar al dios serpiente, Visahari, o a la controladora de los demonios, Kali. Muy rara vez se escuchaba el nombre de Krsna en sus labios. Sólo unos cuantos caballeros hindúes cantaban el Santo Nombre de Govinda, Hari o Krsna cuando se bañaban en el Ganges. Y Navadvipa -dhama el lugar del advenimiento de Sri Caitanya Mahaprabhu, se encontraba en esos días bajo el régimen mahometano. El Kazi gobernaba en Navadvipa y los sentimientos religiosos hindúes eran reprimidos por la mano dura del régimen islámico.

Advaitacarya era un gran erudito y el mayor entre los seguidores de Sri Caitanya Mahaprabhu. Él apareció en Navagrama, en Sri Hatha, en la provincia oriental de Bengala, y residía en Santipura. En términos ontológicos, Sri Advaitacarya es el avatara de Mahavisnu, quien crea el cosmos material mediante la acción de Su energía ilusoria. Advaitacarya fue el devoto que encarecidamente invitó a Sri Caitanya Mahaprabhu para que descendiera como el yugavatara, con la finalidad de cuidar del bienestar de todas las almas. Él comenzó a adorar al Señor con agua del Ganges y hojas de Tulasi, e invocó Su gracia orando: "¡Oh Señor! Por favor, ven y libera a esta gente. Ha llegado el momento de aliviarlos mediante la distribución del dulce nombre de Krsna. ¡Ven, mi Señor! ¡Ellos están tan necesitados!" De este modo, Advaitacarya, implorando por la causa de las almas caídas, atrajo a Sri Caitanya Mahaprabhu. Por supuesto que había llegado el tiempo para el advenimiento del yugavatara, la encarnación para esta era, pero aun así, Advaitacarya llevó a cabo la tarea de invitar y darle la bienvenida a Sri Caitanya Mahaprabhu.

El advenimiento de Sri Caitanya

Cuando el Supremo Señor estaba a punto de aparecer, Advaita sintió en su corazón: "Mi plegaria será complacida. ¡Él viene!" Finalmente, descubrió que Sri Caitanya Mahaprabhu, la Suprema Personalidad de Dios mismo, había aparecido en la casa de Sri Jagannatha Misra y Sacidevi como su hijo recién nacido, Nimai Visvambhara. Y así, Advaitacarya fue a ofrecer al niño y a sus padres los debidos respetos en el divino día del advenimiento.

Cuando ya había crecido un poco, Sri Advaita Prabhu vino a ofrecer reverencias a los pies del niño, Nimai. Sacidevi, la madre de Nimai, se estremeció: ¿Qué hace? Usted es un viejo pandita, un erudito védico. ¡Si usted muestra esta clase de respeto a mi muchacho estropeará Su futuro! ¿Qué hace?" Se dice que cuando Advaitacarya postraba la cabeza ante una Deidad, la estatua se hacía pedazos si era falsa, si no estaba allí la auténtica presencia del Señor. Pero en este caso, cuando Advaita puso su cabeza a los pies del niño, Nimai colocó un pie sobre la cabeza de Advaitacarya. Todo el mundo quedaba pasmado y se preguntaba: "¿Qué clase de poder espiritual tiene este niño? Un gran devoto tan erudito y mayor como Advaita se ha postrado ante Él y el niño ha colocado un pie sobre su cabeza, ¡pero al niño no le ha pasado nada! ¿Quién es ese niño?"

La niñez de Nimai

Cuando Nimai era un niño, a veces se disfrazaba con una manta y entraba en la huerta de plátanos de la casa de un vecino. Empujando con la cabeza, solía tumbar los árboles de plátanos. Los vecinos salían y pensaban: "¡Un toro debe haber entrado y destrozado nuestro jardín!" En estos pasatiempos, el Señor les enseñaba a sus devotos: "Estoy destrozando todos sus árboles de plátanos que serán utilizados para un propósito diferente al de Mi servicio. En el sentido más elevado, ustedes son mis asociados eternos y puedo hacer cualquier cosa con sus posesiones para satisfacer mis efímeros placeres". A veces, arrebataba frutas de las manos de Sridhara Pandita diciendo: "¡Oh, dame este plátano! No podré pagarte nada". Sridhara Pandita le decía: "¿Por qué haces esto? Eres un niño Brahmana; no puedo rehusarme. Más no debes hacer estas cosas. Soy un hombre pobre. Si Tú me arrebatas lo mejor, ¿cómo podré ganarme la vida?" De este modo, Nimai llevaba a cabo sus pasatiempos de robar frutas.

A medida que crecía, Nimai Pandita solía mostrar gran respeto por Advaitacarya; pero Advaita no lo podía soportar y decía: "Sé que no eres una persona ordinaria. Eres una personalidad sobrenatural y transcendental del nivel más elevado. Aun así en el sentido mundano eres más joven que yo y por lo tanto me tienes que respetar; pero no puedo tolerarlo. Para mí es demasiado". ¿Pero qué podía hacer Advaita? Nimai solía ofrecer sus respetos formales cada vez que se encontraba con Advaita Prabhu; así que Advaita ideó un plan para detenerlo y pensó para sí: "Veré cuán astuto eres".

Salió de Navadvipa , fue a Santipura y comenzó a predicar en contra de la escuela de la devoción. A Nimai le informaron que Advaitacarya, después de haber sido devoto por tanto tiempo, estaba predicando en contra de la escuela de la devoción. Él predicaba que jñana, el conocimiento, es superior a la devoción. "La devoción hace al Señor distante, Él argumentaba, y el conocimiento procura traerle muy cerca. Con el conocimiento, uno piensa: Él no puede ser descubierto con nuestros sentidos". Así pues, la devoción le mantiene alejado, diciendo: "Solamente es Su dulce voluntad la que puede darnos una conexión. Pero según el sendero del conocimiento, la suprema autoridad está dentro de usted, en su corazón. La escuela de la devoción es obviamente secundaria".

"No mates a ese anciano"

Advaitacarya comenzó a predicar de esta manera y cuando llegó a oídos de Nimai Pandita , Este fue con Nityananda a castigar a Advaita. Ellos se lanzaron al Ganges y nadaron hasta Santipura, en donde encontraron a Advaitacarya. Nimai se le enfrentó: "¿Qué haces Acarya? ¿Para qué me invitaste a venir aquí? Con agua del Ganges y hojas de Tulasi imploraste que apareciera, ¿y ahora te burlas de mí? ¿Hablas en contra de la devoción, en contra de mí? ¿Qué te pasa?" Y así, Nimai Pandita comenzó a castigar a Advaita, abofeteándole. La anciana esposa de Advaitacarya le dijo llorando: "¿Qué haces? ¡No mates a ese anciano!"

Nityananda Prabhu sonreía y Haridasa Thakura, perplejo, permanecía a cierta distancia y trataba de entender: "¿Qué pasa?" Entonces, Advaita Prabhu sintió gran satisfacción y dijo: "Ahora te he dado una lección. Has venido a castigarme. ¡Estás derrotado! ¡Logré la victoria sobre Ti!" Advaita Prabhu comenzó a bailar. "¡Hoy te he derrotado, mi Señor! Tuviste que castigarme. ¿A dónde se ha ido ahora ese respeto formal que siempre me mostrabas?" Advaitacarya se regocijó de este modo y le ofreció a Mahaprabhu un festín de sak, Su preparación favorita.

El Señor derramó tanta gracia sobre Advaita Prabhu, que a pesar de ser un anciano erudito y un Acarya, le castigó a bofetadas. No es posible castigar ni deshonrar a una persona que respetamos, sino únicamente a nuestros amigos íntimos. Sólo se puede irrespetar y deshonrar a alguien cuando existe una gran intimidad. Los devotos puros desean el castigo. "¡Castíganos!" Imploran. Pero el castigo que proviene de la región superior no es algo barato.

El poema místico de Advaita

Muchos años después, justo antes que Sri Caitanya Mahaprabhu comenzara a manifestar sus pasatiempos finales de éxtasis divino, Advaitacarya Prabhu escribió algunas líneas místicas de poesía, que envió al Señor a través de Jagadananda Pandita:

baulake kahiha-loka ha-ila baula, baulake kahiha-hate na vikaya caula

baulake kahiha-kaye nahika aula, baulake kahiha-iha hahiyache baula

"Dile a nuestro prabhu, quien se comporta como un demente, que todos han perdido la cordura. Y que el arroz, que una vez se cotizara a un alto precio, ahora carece de valor. En su amor por Dios, la humanidad medio enloquecida desprecia este mundo y todo aquello que una vez le fue querido. Hazle saber que un demente le habla esto a su oído".

Cuando Sri Caitanya Mahaprabhu leyó ese poema místico, Su humor se volvió muy grave. Svarupa Damodara estaba allí y preguntó: "¿Que hay escrito aquí?" Mahaprabhu contestó: "No sé cuál es el verdadero significado, pero Advaitacarya es un gran "adorador" y cierta clase de `adoradores' suelen pensar: Invitaremos a la Deidad y por algún tiempo trataremos de mantenerla aquí para adorarla. Cuando hayamos terminado nuestra adoración, le diremos adiós". A lo mejor Advaita piensa: "Ya es tiempo que la Deidad se vaya. No sé cuál será el verdadero significado, pero quizás sea ésta Su intención". Svarupa Damodara tomó el poema, lo leyó y se puso muy pensativo: "¡Oh! Advaita Prabhu dice que los requerimientos para la aparición de Sri Caitanya Mahaprabhu ya han sido cumplidos y que ahora no se necesita que Él, como la encarnación para esta era, predique el Santo Nombre de Krsna. El deber del avatara ha terminado y por lo tanto puede marcharse".

Los últimos doce años

Después, Sri Caitanya Mahaprabhu permaneció en este mundo durante doce años más, pero no como antes. Su humor había cambiado bastante. A partir de ese día, sintió gran separación de Krsna en el humor de Radharani. La locura divina se hizo predominante en Él y sus vínculos sociales se cortaron casi por completo. Ramananda Raya y Svarupa Damodara fueron sus asistentes durante ese tiempo. Él ya no mantenía ninguna relación social; el fuego de la separación dentro de Él ardía. Estaba absorto en la búsqueda de Radharani por Sri Krsna después que Krsna abandonó Vrndavana. En ese humor de locura divina pasó doce años en una habitación cerrada, dentro del recinto de la casa de Kazi Misra.

A veces, de noche, cruzando inconscientemente el muro divisorio, corría para encontrarse con el Señor Jagannatha. Cuando Svarupa Damodara y sus otros asistentes descubrían de repente que no se escuchaba el sonido del nombre de Krsna en su habitación, comenzaban a buscarlo: "Mahaprabhu no se encuentra allí. ¿Dónde estará?" En ocasiones lo encontraban tendido ante la entrada principal del templo de Jagannatha, con sus piernas y sus brazos dentro de Su cuerpo, igual que la tortuga retrae sus miembros dentro de su caparazón. Se percibía una fragancia muy dulce que emanaba de Él, y las vacas se congregaban allí para oler Su cuerpo. Mientras Mahaprabhu yacía allí en trance, internamente experimentaba los pasatiempos de Radha y Govinda con las gopis en Govardhana. Mientras tanto, Svarupa Damodara y los demás hacían todo lo posible para despertarlo del trance cantando el Santo Nombre de Krsna.

Cuando Mahaprabhu era despertado, se quejaba: "¿Qué han hecho? Disfrutaba allí de una experiencia muy agradable, pero al levantar un alboroto me han traído aquí abajo". ¿Qué ocasionaba ese alboroto? El canto de Hare Krsna. ¿Y quién cantaba el nombre de Krsna? Svarupa Damodara y otros de su mismo calibre. La profundidad de la experiencia de Sri Caitanya Mahaprabhu en Su divino trance era tan grande, que percibía el canto de Hare Krsna como ruido. Por lo tanto, puede ser que cantemos el Santo Nombre de Krsna y que éste sea un simple ruido. Sin embargo, desde otro punto de vista, podemos ver que el Krsna-nama tiene un valor tan inmenso, que se le dio preferencia sobre la participación directa en el Krsna-lila. No obstante, la instrucción que nos han dado nuestros Acaryas, los preceptores espirituales de nuestra línea, es que debemos considerar nuestro propio cantar simplemente como un ruido.

Un día, Sri Caitanya Mahaprabhu vagaba cerca de la ribera del mar. Una joven cantaba con fervor, alabando al Señor Jagannatha y Sri Caitanya Mahaprabhu corrió directamente hacia ese sonido a través de matorrales de peligrosas espinas. Entonces Govinda, su asistente, de alguna manera lo detuvo. Cuando Él se dio cuenta de lo que pasaba, dijo: "¡Oh! ¿Es una joven la que canta? Govinda me salvó la vida".

Medio loco de éxtasis

Repentinamente, a veces, sentía que Krsna retozaba con las gopis en el Yamuna. Con ese sentimiento, se arrojaba al océano gritando: "¡Krsna! Una vez, perdió el conocimiento al saltar, mientras las olas jugaban con Él. Al descubrir que había desaparecido, sus devotos se preguntaron: "¿Dónde estará Mahaprabhu?" Y encabezados por Svarupa Damodara, iniciaron Su búsqueda. En esa ocasión, la noche llegaba a su fin y todavía no podían encontrarlo. Por último, un pescador medio enloquecido llegó corriendo y cantaba: "¡Krsna, Krsna, Krsna!"

"¿Qué sucede?" -preguntó Svarupa Damodara. El pescador respondió: "Todas las noches pesco, pero esta noche lancé mi red y atrapé algo muy pesado. Cuando quise sacarlo, pensé que era un gran pez; pero cuando lo llevé a la orilla, encontré una enorme figura humana. Cuando intenté sacar el cuerpo de mi red, de alguna manera lo toqué y ahora estoy medio loco". Enseguida Svarupa Damodara dijo: "Tienes que haber visto a nuestro Sri Caitanya Mahaprabhu". "No, lo he visto antes, dijo el pescador, y Él tiene una hermosa figura. No es Él. Es otra cosa". Svarupa Damodara le dijo: "De todos modos, trata de mostrarnos dónde está".

Fueron y vieron la larga figura del Señor, con sus articulaciones dislocadas, que yacía inconsciente en la arena. Svarupa Damodara y los demás comenzaron a cantarle al oído el Santo Nombre de Krsna, hasta que volvió en Sí. En ese instante, Sri Caitanya Mahaprabhu comenzó a describir el lila de Krsna que había visto en Su trance. De esta manera, después que Advaitacarya le envió su poesía, Sri Caitanya Mahaprabhu vivió sus últimos doce años en el humor de la intensa separación que Srimati Radharani sentía por Krsna.

La locura de Nimai Pandita

Sri Caitanya Mahaprabhu exhibió ese intenso grado de locura divina en sus últimos días sobre esta tierra. Pero incluso durante Su vida en Navadvipa , cuando Mahaprabhu era Nimai Pandita , un joven muy erudito, todos pensaron que se había vuelto loco cuando regresó de Gaya y comenzó a exhibir síntomas de devoción por Krsna. La gente normal de la época decía: "Este Nimai Pandita era un buen hombre, un caballero, pero desde que regresó de Gaya, está totalmente cambiado y hace muchas cosas indeseables. Quiere predicar muchas nuevas ideas. ¿Qué es esto? Se ha vuelto loco. No le importan las reglas y regulaciones, las costumbres sociales, ni las antiguas Escrituras, solamente "Krsna, Krsna, Krsna". Antes era normal, pero recientemente se ha vuelto anormal. Por supuesto que tiene un intelecto poderoso. Cuando era profesor, ni siquiera le importaba la erudición de los más grandes Sri. Derrotó fácilmente al campeón de los eruditos, Kesava Kasmiri, y a muchos otros. Pero ahora lo hemos perdido. Ahora es diferente. No le importan los Brahmanas ni las Escrituras que seguimos. Tiene una nueva opinión y la presenta al mundo. Su manera de ser es incomprensible". Los vecinos se quejaron ante Su madre: "Sacidevi, ¿qué es esto? Antes, Nimai no era así, pero ahora ya no le importamos. Ni siquiera siente atracción por Su esposa. ¿En qué se ha convertido? Eres la hija de un caballero, ¡pero mira qué desgracia! ¿Qué se puede hacer? Saci, el hecho es éste: Tu único hijo, que era tan brillante, se ha vuelto loco. Debes hacer los arreglos para un tratamiento médico apropiado". Entonces, Sacidevi mandó a buscar al kaviraja, el médico.

El médico hizo que llenaran un pequeño estanque de ladrillos con aceite de Visnu, que se supone es muy refrescante, y se le pidió a Nimai Pandita que se bañara en él. Mientras se sumergía y nadaba en el aceite, reía como un loco. En ese momento, Srivasa Thakura llegó de visita y preguntó: "¿Cómo está Nimai Pandita ?" Sacidevi le dijo: "¡Mira qué desdichada soy! Mi Nimai se ha vuelto completamente loco. Llamé al médico y él hizo los arreglos para este tratamiento". Mientras ella le mostraba cómo Nimai jugaba en el estanque, Srivasa preguntó: "¿Qué es esto?" Saci contestó: "Mis vecinos me aconsejaron que hiciera esto". Srivasa dijo: "Eres una dama muy gentil. No sabes cómo encarar a los demás. ¡Ya quisiera para mí eso que Nimai tiene! Tu hijo tiene Krsna-prema y yo quisiera aunque fuera una gota. Si se nos permite vivir unos días más, tendremos oportunidad de ver muchos pasatiempos maravillosos de Krsna".

Entonces, Nimai Pandita se puso serio momentáneamente y le dijo a Srivasa: "Si tú también hubieses comentado que Yo estoy loco, habría corrido hasta el Ganges para terminar con mi vida. Srivasa, al menos tú has comprendido quién soy. Ese es mi consuelo. Si le hubieses dicho a la gente: `Está loco', habría concluido que aquí no hay nadie que pueda aceptar lo que he venido a dar. Hubiera tenido que entrar en el río y ahogarme sin vacilar".

Antes que Nimai Pandita fuese a Gaya, era un gran erudito. Cuando regresó de Gaya recargado con devoción, comenzó a explicar de nuevo la gramática sánscrita pero ahora señalando a Krsna en ella. Él daba interpretaciones de las raíces de la gramática sánscrita que señalaban la relación entre el sánscrito y Krsna. Explicaba que el sonido no es más que una vibración y que "vibración" quiere decir la potencia de Krsna. Es la potencia de Krsna la que purifica todo, la que hace que todo se mueva. Si se retira esa potencia, todo se muere y acaba. De esta manera, Nimai Pandita quería explicar la gramática en términos de Krsna.

Sus estudiantes se sintieron muy perturbados y pensaron: "¿Qué está sucediendo? Hemos venido para aprender sánscrito de Nimai Pandita , pero ahora nuestras necesidades académicas no serán satisfechas. Aun así, el entrenamiento que recibimos de Él jamás lo encontraremos en ninguna otra parte; por eso no podemos abandonarlo. Pero, ¿cómo mejorar Su estilo de enseñanza?" Ellos acudieron al antiguo maestro de Nimai Pandita , Gangadasa Pandita, quien había sido tutor de Nimai en Su niñez. Gangadasa dijo: "Todos ustedes son afortunados de ser estudiantes de Nimai Pandita . Es muy buen profesor. ¿De qué se quejan?" Los estudiantes contestaron: "Nos sentimos muy complacidos de estar aprendiendo de Nimai Pandita . Pero ahora, desde que regresó de Gaya, explica todo de una manera completamente nueva. Enseña el sánscrito en relación con el Santo Nombre de Krsna. Él comprende una filosofía muy elevada, pero eso no nos ayudará en nuestro propósito de estudiar gramática. Indudablemente que es valioso, pero eso no nos ayudará en nuestros estudios. Por favor, pídale que cambie Su estilo. Él siente mucho respeto por usted, ya que usted es Su maestro. Sólo usted puede influir en Él". "Está bien", dijo. "Pídanle que venga a verme mañana".

Los estudiantes fueron donde Nimai Pandita y le dijeron: "Su profesor anterior le llama. Quiere verle". Nimai dijo: "Sí, iré". Y más tarde fue a verlo. Le ofreció sus respetuosas reverencias a Gangadasa Pandita, quien dijo: "¿Cómo estás, hijo mío? Me siento feliz de escuchar que fuiste a Gaya y que cumpliste con Tus deberes religiosos hacia Tus antepasados. Todo eso es muy bueno, pero ¿qué sucede? Tus estudiantes se quejan conmigo. ¿Es cierto que ya no te interesas por enseñarles como es debido? ¿Por qué no quieres enseñarles como lo hacías antes? Todos ellos aprecian Tus enseñanzas, pero desde que regresaste de Gaya has adoptado un nuevo estilo de enseñanza. No sigas haciéndolo así. Debes educarles correctamente. He oído a la gente decir que te has convertido en un devoto. ¿Pero acaso no fueron devotos Tus padres y antepasados? Claro, te has vuelto un devoto extraordinario. Pero no te desvíes. Lo que dices acerca de la devoción parece innecesario; eso realmente no es gramática. ¿Piensas que estás dando nueva luz con Tus nuevos significados? ¿Piensas que todos Tus antiguos profesores fueron unos idiotas? ¿Qué tienes que decir?" Nimai guardó silencio. "Está bien. Entonces no te desvíes. Conserva la calma, sigue el ejemplo de Tus predecesores, y enséñales bien a los muchachos para que en el futuro no tengamos que escuchar ninguna queja contra Ti. Tus estudiantes no irán a ninguna otra escuela. Ellos sienten mucho cariño por Ti; así que enséñales bien". Después Nimai Pandita tomó el polvo de los pies de Su maestro y le dijo: "Sí, trataré de obedecer su mandato. Por la fuerza del polvo de sus pies, nadie puede desafiarme en erudición. No se preocupe. Les enseñaré bien".

"¿Por qué debo adorar a Krsna?"

Algunos días después, Nimai Pandita comenzó a cantar "gopi, gopi" mientras se encontraba en trance devocional. Algunos eruditos notables, que ocupaban una elevada posición social, fueron a verle y le dijeron: "Nimai Pandita , Tú eras un gran pandita y ahora eres un devoto. Eso no importa, pero ¿por qué cantas "gopi, gopi?" Canta el nombre de Krsna. Según las Escrituras, eso te proporcionará algún beneficio. En cambio estás cantando "gopi, gopi". ¿Qué beneficio obtendrás con ello? Estás loco". Nimai dijo: "¿Quién es ese Krsna? ¿Por qué debo adorarlo? ¡Él es un ladrón y un cazador de mujeres!" A continuación, Nimai levantó un palo y los ahuyentó.

Más tarde, ellos comentaron entre sí: "Nimai Pandita se ha vuelto loco de remate. ¡Fuimos a decirle algo provechoso y Él vino con un palo para matarnos! No somos hijos de hombres corrientes. Tenemos una elevada posición en la sociedad y nuestra dignidad familiar. ¡Ya le enseñaremos!" Ellos empezaron a conspirar para darle a Nimai Pandita una gran lección. Querían darle una buena paliza.

En ese momento, Nimai gritó súbitamente: "Yo tomé las más amplias medidas para liberar a estas almas miserables, pero ahora veo que ellas simplemente crean más pecados al abusar de Mí y conspirar para castigarme. ¿Por qué he venido? ¿Qué resultará efectivo para liberarlos? Tendré que asumir el papel de un sannyasi. De lo contrario, pensarán que sencillamente soy uno de ellos, un hombre de familia. Pero si me convierto en un sannyasi, un predicador, puede que sientan algún respeto. Ellos dirán: "Nosotros somos hombres de familia, pero Él se ha vuelto un sannyasi. Debe ser reverenciado". Así recibirán el beneficio de esa veneración. Si no, tendrán que ir al infierno por pensar que soy un hombre ordinario. Para infundir respeto, de modo que ellos puedan beneficiarse, tendré que aceptar el papel de un sannyasi". Él le reveló a Nityananda Prabhu y a algunos otros: "En el último día del primer mes de este año, he de aceptar sannyasa".

FIN DEL CAPITULO CUATRO

lunes, 13 de mayo de 2013

EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO La locura de Nimai Pandita


EL VOLCAN DORADO DEL AMOR DIVINO

CAPITULO CUATRO



En la época del advenimiento de Sri Caitanya Mahaprabhu, Bengala se había alejado mucho de la conciencia de Krsna. La gente de aquel entonces se había vuelto tan degradada, que pasaban el tiempo gastando su dinero como agua para ver el matrimonio de gatos. Desviándose de la adoración al Señor Supremo, Krsna, ellos solían adorar al dios serpiente, Visahari, o a la controladora de los demonios, Kali. Muy rara vez se escuchaba el nombre de Krsna en sus labios. Sólo unos cuantos caballeros hindúes cantaban el Santo Nombre de Govinda, Hari o Krsna cuando se bañaban en el Ganges. Y Navadvipa -dhama el lugar del advenimiento de Sri Caitanya Mahaprabhu, se encontraba en esos días bajo el régimen mahometano. El Kazi gobernaba en Navadvipa y los sentimientos religiosos hindúes eran reprimidos por la mano dura del régimen islámico.

Advaitacarya era un gran erudito y el mayor entre los seguidores de Sri Caitanya Mahaprabhu. Él apareció en Navagrama, en Sri Hatha, en la provincia oriental de Bengala, y residía en Santipura. En términos ontológicos, Sri Advaitacarya es el avatara de Mahavisnu, quien crea el cosmos material mediante la acción de Su energía ilusoria. Advaitacarya fue el devoto que encarecidamente invitó a Sri Caitanya Mahaprabhu para que descendiera como el yugavatara, con la finalidad de cuidar del bienestar de todas las almas. Él comenzó a adorar al Señor con agua del Ganges y hojas de Tulasi, e invocó Su gracia orando: "¡Oh Señor! Por favor, ven y libera a esta gente. Ha llegado el momento de aliviarlos mediante la distribución del dulce nombre de Krsna. ¡Ven, mi Señor! ¡Ellos están tan necesitados!" De este modo, Advaitacarya, implorando por la causa de las almas caídas, atrajo a Sri Caitanya Mahaprabhu. Por supuesto que había llegado el tiempo para el advenimiento del yugavatara, la encarnación para esta era, pero aun así, Advaitacarya llevó a cabo la tarea de invitar y darle la bienvenida a Sri Caitanya Mahaprabhu.

El advenimiento de Sri Caitanya

Cuando el Supremo Señor estaba a punto de aparecer, Advaita sintió en su corazón: "Mi plegaria será complacida. ¡Él viene!" Finalmente, descubrió que Sri Caitanya Mahaprabhu, la Suprema Personalidad de Dios mismo, había aparecido en la casa de Sri Jagannatha Misra y Sacidevi como su hijo recién nacido, Nimai Visvambhara. Y así, Advaitacarya fue a ofrecer al niño y a sus padres los debidos respetos en el divino día del advenimiento.

Cuando ya había crecido un poco, Sri Advaita Prabhu vino a ofrecer reverencias a los pies del niño, Nimai. Sacidevi, la madre de Nimai, se estremeció: ¿Qué hace? Usted es un viejo pandita, un erudito védico. ¡Si usted muestra esta clase de respeto a mi muchacho estropeará Su futuro! ¿Qué hace?" Se dice que cuando Advaitacarya postraba la cabeza ante una Deidad, la estatua se hacía pedazos si era falsa, si no estaba allí la auténtica presencia del Señor. Pero en este caso, cuando Advaita puso su cabeza a los pies del niño, Nimai colocó un pie sobre la cabeza de Advaitacarya. Todo el mundo quedaba pasmado y se preguntaba: "¿Qué clase de poder espiritual tiene este niño? Un gran devoto tan erudito y mayor como Advaita se ha postrado ante Él y el niño ha colocado un pie sobre su cabeza, ¡pero al niño no le ha pasado nada! ¿Quién es ese niño?"

La niñez de Nimai

Cuando Nimai era un niño, a veces se disfrazaba con una manta y entraba en la huerta de plátanos de la casa de un vecino. Empujando con la cabeza, solía tumbar los árboles de plátanos. Los vecinos salían y pensaban: "¡Un toro debe haber entrado y destrozado nuestro jardín!" En estos pasatiempos, el Señor les enseñaba a sus devotos: "Estoy destrozando todos sus árboles de plátanos que serán utilizados para un propósito diferente al de Mi servicio. En el sentido más elevado, ustedes son mis asociados eternos y puedo hacer cualquier cosa con sus posesiones para satisfacer mis efímeros placeres". A veces, arrebataba frutas de las manos de Sridhara Pandita diciendo: "¡Oh, dame este plátano! No podré pagarte nada". Sridhara Pandita le decía: "¿Por qué haces esto? Eres un niño Brahmana; no puedo rehusarme. Más no debes hacer estas cosas. Soy un hombre pobre. Si Tú me arrebatas lo mejor, ¿cómo podré ganarme la vida?" De este modo, Nimai llevaba a cabo sus pasatiempos de robar frutas.

A medida que crecía, Nimai Pandita solía mostrar gran respeto por Advaitacarya; pero Advaita no lo podía soportar y decía: "Sé que no eres una persona ordinaria. Eres una personalidad sobrenatural y transcendental del nivel más elevado. Aun así en el sentido mundano eres más joven que yo y por lo tanto me tienes que respetar; pero no puedo tolerarlo. Para mí es demasiado". ¿Pero qué podía hacer Advaita? Nimai solía ofrecer sus respetos formales cada vez que se encontraba con Advaita Prabhu; así que Advaita ideó un plan para detenerlo y pensó para sí: "Veré cuán astuto eres".

Salió de Navadvipa , fue a Santipura y comenzó a predicar en contra de la escuela de la devoción. A Nimai le informaron que Advaitacarya, después de haber sido devoto por tanto tiempo, estaba predicando en contra de la escuela de la devoción. Él predicaba que jñana, el conocimiento, es superior a la devoción. "La devoción hace al Señor distante, Él argumentaba, y el conocimiento procura traerle muy cerca. Con el conocimiento, uno piensa: Él no puede ser descubierto con nuestros sentidos". Así pues, la devoción le mantiene alejado, diciendo: "Solamente es Su dulce voluntad la que puede darnos una conexión. Pero según el sendero del conocimiento, la suprema autoridad está dentro de usted, en su corazón. La escuela de la devoción es obviamente secundaria".

"No mates a ese anciano"

Advaitacarya comenzó a predicar de esta manera y cuando llegó a oídos de Nimai Pandita , Este fue con Nityananda a castigar a Advaita. Ellos se lanzaron al Ganges y nadaron hasta Santipura, en donde encontraron a Advaitacarya. Nimai se le enfrentó: "¿Qué haces Acarya? ¿Para qué me invitaste a venir aquí? Con agua del Ganges y hojas de Tulasi imploraste que apareciera, ¿y ahora te burlas de mí? ¿Hablas en contra de la devoción, en contra de mí? ¿Qué te pasa?" Y así, Nimai Pandita comenzó a castigar a Advaita, abofeteándole. La anciana esposa de Advaitacarya le dijo llorando: "¿Qué haces? ¡No mates a ese anciano!"

Nityananda Prabhu sonreía y Haridasa Thakura, perplejo, permanecía a cierta distancia y trataba de entender: "¿Qué pasa?" Entonces, Advaita Prabhu sintió gran satisfacción y dijo: "Ahora te he dado una lección. Has venido a castigarme. ¡Estás derrotado! ¡Logré la victoria sobre Ti!" Advaita Prabhu comenzó a bailar. "¡Hoy te he derrotado, mi Señor! Tuviste que castigarme. ¿A dónde se ha ido ahora ese respeto formal que siempre me mostrabas?" Advaitacarya se regocijó de este modo y le ofreció a Mahaprabhu un festín de sak, Su preparación favorita.

El Señor derramó tanta gracia sobre Advaita Prabhu, que a pesar de ser un anciano erudito y un Acarya, le castigó a bofetadas. No es posible castigar ni deshonrar a una persona que respetamos, sino únicamente a nuestros amigos íntimos. Sólo se puede irrespetar y deshonrar a alguien cuando existe una gran intimidad. Los devotos puros desean el castigo. "¡Castíganos!" Imploran. Pero el castigo que proviene de la región superior no es algo barato.

El poema místico de Advaita

Muchos años después, justo antes que Sri Caitanya Mahaprabhu comenzara a manifestar sus pasatiempos finales de éxtasis divino, Advaitacarya Prabhu escribió algunas líneas místicas de poesía, que envió al Señor a través de Jagadananda Pandita:

baulake kahiha-loka ha-ila baula, baulake kahiha-hate na vikaya caula

baulake kahiha-kaye nahika aula, baulake kahiha-iha hahiyache baula

"Dile a nuestro prabhu, quien se comporta como un demente, que todos han perdido la cordura. Y que el arroz, que una vez se cotizara a un alto precio, ahora carece de valor. En su amor por Dios, la humanidad medio enloquecida desprecia este mundo y todo aquello que una vez le fue querido. Hazle saber que un demente le habla esto a su oído".

Cuando Sri Caitanya Mahaprabhu leyó ese poema místico, Su humor se volvió muy grave. Svarupa Damodara estaba allí y preguntó: "¿Que hay escrito aquí?" Mahaprabhu contestó: "No sé cuál es el verdadero significado, pero Advaitacarya es un gran "adorador" y cierta clase de `adoradores' suelen pensar: Invitaremos a la Deidad y por algún tiempo trataremos de mantenerla aquí para adorarla. Cuando hayamos terminado nuestra adoración, le diremos adiós". A lo mejor Advaita piensa: "Ya es tiempo que la Deidad se vaya. No sé cuál será el verdadero significado, pero quizás sea ésta Su intención". Svarupa Damodara tomó el poema, lo leyó y se puso muy pensativo: "¡Oh! Advaita Prabhu dice que los requerimientos para la aparición de Sri Caitanya Mahaprabhu ya han sido cumplidos y que ahora no se necesita que Él, como la encarnación para esta era, predique el Santo Nombre de Krsna. El deber del avatara ha terminado y por lo tanto puede marcharse".

Los últimos doce años

Después, Sri Caitanya Mahaprabhu permaneció en este mundo durante doce años más, pero no como antes. Su humor había cambiado bastante. A partir de ese día, sintió gran separación de Krsna en el humor de Radharani. La locura divina se hizo predominante en Él y sus vínculos sociales se cortaron casi por completo. Ramananda Raya y Svarupa Damodara fueron sus asistentes durante ese tiempo. Él ya no mantenía ninguna relación social; el fuego de la separación dentro de Él ardía. Estaba absorto en la búsqueda de Radharani por Sri Krsna después que Krsna abandonó Vrndavana. En ese humor de locura divina pasó doce años en una habitación cerrada, dentro del recinto de la casa de Kazi Misra.

A veces, de noche, cruzando inconscientemente el muro divisorio, corría para encontrarse con el Señor Jagannatha. Cuando Svarupa Damodara y sus otros asistentes descubrían de repente que no se escuchaba el sonido del nombre de Krsna en su habitación, comenzaban a buscarlo: "Mahaprabhu no se encuentra allí. ¿Dónde estará?" En ocasiones lo encontraban tendido ante la entrada principal del templo de Jagannatha, con sus piernas y sus brazos dentro de Su cuerpo, igual que la tortuga retrae sus miembros dentro de su caparazón. Se percibía una fragancia muy dulce que emanaba de Él, y las vacas se congregaban allí para oler Su cuerpo. Mientras Mahaprabhu yacía allí en trance, internamente experimentaba los pasatiempos de Radha y Govinda con las gopis en Govardhana. Mientras tanto, Svarupa Damodara y los demás hacían todo lo posible para despertarlo del trance cantando el Santo Nombre de Krsna.

Cuando Mahaprabhu era despertado, se quejaba: "¿Qué han hecho? Disfrutaba allí de una experiencia muy agradable, pero al levantar un alboroto me han traído aquí abajo". ¿Qué ocasionaba ese alboroto? El canto de Hare Krsna. ¿Y quién cantaba el nombre de Krsna? Svarupa Damodara y otros de su mismo calibre. La profundidad de la experiencia de Sri Caitanya Mahaprabhu en Su divino trance era tan grande, que percibía el canto de Hare Krsna como ruido. Por lo tanto, puede ser que cantemos el Santo Nombre de Krsna y que éste sea un simple ruido. Sin embargo, desde otro punto de vista, podemos ver que el Krsna-nama tiene un valor tan inmenso, que se le dio preferencia sobre la participación directa en el Krsna-lila. No obstante, la instrucción que nos han dado nuestros Acaryas, los preceptores espirituales de nuestra línea, es que debemos considerar nuestro propio cantar simplemente como un ruido.

Un día, Sri Caitanya Mahaprabhu vagaba cerca de la ribera del mar. Una joven cantaba con fervor, alabando al Señor Jagannatha y Sri Caitanya Mahaprabhu corrió directamente hacia ese sonido a través de matorrales de peligrosas espinas. Entonces Govinda, su asistente, de alguna manera lo detuvo. Cuando Él se dio cuenta de lo que pasaba, dijo: "¡Oh! ¿Es una joven la que canta? Govinda me salvó la vida".

Medio loco de éxtasis

Repentinamente, a veces, sentía que Krsna retozaba con las gopis en el Yamuna. Con ese sentimiento, se arrojaba al océano gritando: "¡Krsna! Una vez, perdió el conocimiento al saltar, mientras las olas jugaban con Él. Al descubrir que había desaparecido, sus devotos se preguntaron: "¿Dónde estará Mahaprabhu?" Y encabezados por Svarupa Damodara, iniciaron Su búsqueda. En esa ocasión, la noche llegaba a su fin y todavía no podían encontrarlo. Por último, un pescador medio enloquecido llegó corriendo y cantaba: "¡Krsna, Krsna, Krsna!"

"¿Qué sucede?" -preguntó Svarupa Damodara. El pescador respondió: "Todas las noches pesco, pero esta noche lancé mi red y atrapé algo muy pesado. Cuando quise sacarlo, pensé que era un gran pez; pero cuando lo llevé a la orilla, encontré una enorme figura humana. Cuando intenté sacar el cuerpo de mi red, de alguna manera lo toqué y ahora estoy medio loco". Enseguida Svarupa Damodara dijo: "Tienes que haber visto a nuestro Sri Caitanya Mahaprabhu". "No, lo he visto antes, dijo el pescador, y Él tiene una hermosa figura. No es Él. Es otra cosa". Svarupa Damodara le dijo: "De todos modos, trata de mostrarnos dónde está".

Fueron y vieron la larga figura del Señor, con sus articulaciones dislocadas, que yacía inconsciente en la arena. Svarupa Damodara y los demás comenzaron a cantarle al oído el Santo Nombre de Krsna, hasta que volvió en Sí. En ese instante, Sri Caitanya Mahaprabhu comenzó a describir el lila de Krsna que había visto en Su trance. De esta manera, después que Advaitacarya le envió su poesía, Sri Caitanya Mahaprabhu vivió sus últimos doce años en el humor de la intensa separación que Srimati Radharani sentía por Krsna.

La locura de Nimai Pandita

Sri Caitanya Mahaprabhu exhibió ese intenso grado de locura divina en sus últimos días sobre esta tierra. Pero incluso durante Su vida en Navadvipa , cuando Mahaprabhu era Nimai Pandita , un joven muy erudito, todos pensaron que se había vuelto loco cuando regresó de Gaya y comenzó a exhibir síntomas de devoción por Krsna. La gente normal de la época decía: "Este Nimai Pandita era un buen hombre, un caballero, pero desde que regresó de Gaya, está totalmente cambiado y hace muchas cosas indeseables. Quiere predicar muchas nuevas ideas. ¿Qué es esto? Se ha vuelto loco. No le importan las reglas y regulaciones, las costumbres sociales, ni las antiguas Escrituras, solamente "Krsna, Krsna, Krsna". Antes era normal, pero recientemente se ha vuelto anormal. Por supuesto que tiene un intelecto poderoso. Cuando era profesor, ni siquiera le importaba la erudición de los más grandes Sri. Derrotó fácilmente al campeón de los eruditos, Kesava Kasmiri, y a muchos otros. Pero ahora lo hemos perdido. Ahora es diferente. No le importan los Brahmanas ni las Escrituras que seguimos. Tiene una nueva opinión y la presenta al mundo. Su manera de ser es incomprensible". Los vecinos se quejaron ante Su madre: "Sacidevi, ¿qué es esto? Antes, Nimai no era así, pero ahora ya no le importamos. Ni siquiera siente atracción por Su esposa. ¿En qué se ha convertido? Eres la hija de un caballero, ¡pero mira qué desgracia! ¿Qué se puede hacer? Saci, el hecho es éste: Tu único hijo, que era tan brillante, se ha vuelto loco. Debes hacer los arreglos para un tratamiento médico apropiado". Entonces, Sacidevi mandó a buscar al kaviraja, el médico.

El médico hizo que llenaran un pequeño estanque de ladrillos con aceite de Visnu, que se supone es muy refrescante, y se le pidió a Nimai Pandita que se bañara en él. Mientras se sumergía y nadaba en el aceite, reía como un loco. En ese momento, Srivasa Thakura llegó de visita y preguntó: "¿Cómo está Nimai Pandita ?" Sacidevi le dijo: "¡Mira qué desdichada soy! Mi Nimai se ha vuelto completamente loco. Llamé al médico y él hizo los arreglos para este tratamiento". Mientras ella le mostraba cómo Nimai jugaba en el estanque, Srivasa preguntó: "¿Qué es esto?" Saci contestó: "Mis vecinos me aconsejaron que hiciera esto". Srivasa dijo: "Eres una dama muy gentil. No sabes cómo encarar a los demás. ¡Ya quisiera para mí eso que Nimai tiene! Tu hijo tiene Krsna-prema y yo quisiera aunque fuera una gota. Si se nos permite vivir unos días más, tendremos oportunidad de ver muchos pasatiempos maravillosos de Krsna".

Entonces, Nimai Pandita se puso serio momentáneamente y le dijo a Srivasa: "Si tú también hubieses comentado que Yo estoy loco, habría corrido hasta el Ganges para terminar con mi vida. Srivasa, al menos tú has comprendido quién soy. Ese es mi consuelo. Si le hubieses dicho a la gente: `Está loco', habría concluido que aquí no hay nadie que pueda aceptar lo que he venido a dar. Hubiera tenido que entrar en el río y ahogarme sin vacilar".

Antes que Nimai Pandita fuese a Gaya, era un gran erudito. Cuando regresó de Gaya recargado con devoción, comenzó a explicar de nuevo la gramática sánscrita pero ahora señalando a Krsna en ella. Él daba interpretaciones de las raíces de la gramática sánscrita que señalaban la relación entre el sánscrito y Krsna. Explicaba que el sonido no es más que una vibración y que "vibración" quiere decir la potencia de Krsna. Es la potencia de Krsna la que purifica todo, la que hace que todo se mueva. Si se retira esa potencia, todo se muere y acaba. De esta manera, Nimai Pandita quería explicar la gramática en términos de Krsna.

Sus estudiantes se sintieron muy perturbados y pensaron: "¿Qué está sucediendo? Hemos venido para aprender sánscrito de Nimai Pandita , pero ahora nuestras necesidades académicas no serán satisfechas. Aun así, el entrenamiento que recibimos de Él jamás lo encontraremos en ninguna otra parte; por eso no podemos abandonarlo. Pero, ¿cómo mejorar Su estilo de enseñanza?" Ellos acudieron al antiguo maestro de Nimai Pandita , Gangadasa Pandita, quien había sido tutor de Nimai en Su niñez. Gangadasa dijo: "Todos ustedes son afortunados de ser estudiantes de Nimai Pandita . Es muy buen profesor. ¿De qué se quejan?" Los estudiantes contestaron: "Nos sentimos muy complacidos de estar aprendiendo de Nimai Pandita . Pero ahora, desde que regresó de Gaya, explica todo de una manera completamente nueva. Enseña el sánscrito en relación con el Santo Nombre de Krsna. Él comprende una filosofía muy elevada, pero eso no nos ayudará en nuestro propósito de estudiar gramática. Indudablemente que es valioso, pero eso no nos ayudará en nuestros estudios. Por favor, pídale que cambie Su estilo. Él siente mucho respeto por usted, ya que usted es Su maestro. Sólo usted puede influir en Él". "Está bien", dijo. "Pídanle que venga a verme mañana".

Los estudiantes fueron donde Nimai Pandita y le dijeron: "Su profesor anterior le llama. Quiere verle". Nimai dijo: "Sí, iré". Y más tarde fue a verlo. Le ofreció sus respetuosas reverencias a Gangadasa Pandita, quien dijo: "¿Cómo estás, hijo mío? Me siento feliz de escuchar que fuiste a Gaya y que cumpliste con Tus deberes religiosos hacia Tus antepasados. Todo eso es muy bueno, pero ¿qué sucede? Tus estudiantes se quejan conmigo. ¿Es cierto que ya no te interesas por enseñarles como es debido? ¿Por qué no quieres enseñarles como lo hacías antes? Todos ellos aprecian Tus enseñanzas, pero desde que regresaste de Gaya has adoptado un nuevo estilo de enseñanza. No sigas haciéndolo así. Debes educarles correctamente. He oído a la gente decir que te has convertido en un devoto. ¿Pero acaso no fueron devotos Tus padres y antepasados? Claro, te has vuelto un devoto extraordinario. Pero no te desvíes. Lo que dices acerca de la devoción parece innecesario; eso realmente no es gramática. ¿Piensas que estás dando nueva luz con Tus nuevos significados? ¿Piensas que todos Tus antiguos profesores fueron unos idiotas? ¿Qué tienes que decir?" Nimai guardó silencio. "Está bien. Entonces no te desvíes. Conserva la calma, sigue el ejemplo de Tus predecesores, y enséñales bien a los muchachos para que en el futuro no tengamos que escuchar ninguna queja contra Ti. Tus estudiantes no irán a ninguna otra escuela. Ellos sienten mucho cariño por Ti; así que enséñales bien". Después Nimai Pandita tomó el polvo de los pies de Su maestro y le dijo: "Sí, trataré de obedecer su mandato. Por la fuerza del polvo de sus pies, nadie puede desafiarme en erudición. No se preocupe. Les enseñaré bien".

"¿Por qué debo adorar a Krsna?"

Algunos días después, Nimai Pandita comenzó a cantar "gopi, gopi" mientras se encontraba en trance devocional. Algunos eruditos notables, que ocupaban una elevada posición social, fueron a verle y le dijeron: "Nimai Pandita , Tú eras un gran pandita y ahora eres un devoto. Eso no importa, pero ¿por qué cantas "gopi, gopi?" Canta el nombre de Krsna. Según las Escrituras, eso te proporcionará algún beneficio. En cambio estás cantando "gopi, gopi". ¿Qué beneficio obtendrás con ello? Estás loco". Nimai dijo: "¿Quién es ese Krsna? ¿Por qué debo adorarlo? ¡Él es un ladrón y un cazador de mujeres!" A continuación, Nimai levantó un palo y los ahuyentó.

Más tarde, ellos comentaron entre sí: "Nimai Pandita se ha vuelto loco de remate. ¡Fuimos a decirle algo provechoso y Él vino con un palo para matarnos! No somos hijos de hombres corrientes. Tenemos una elevada posición en la sociedad y nuestra dignidad familiar. ¡Ya le enseñaremos!" Ellos empezaron a conspirar para darle a Nimai Pandita una gran lección. Querían darle una buena paliza.

En ese momento, Nimai gritó súbitamente: "Yo tomé las más amplias medidas para liberar a estas almas miserables, pero ahora veo que ellas simplemente crean más pecados al abusar de Mí y conspirar para castigarme. ¿Por qué he venido? ¿Qué resultará efectivo para liberarlos? Tendré que asumir el papel de un sannyasi. De lo contrario, pensarán que sencillamente soy uno de ellos, un hombre de familia. Pero si me convierto en un sannyasi, un predicador, puede que sientan algún respeto. Ellos dirán: "Nosotros somos hombres de familia, pero Él se ha vuelto un sannyasi. Debe ser reverenciado". Así recibirán el beneficio de esa veneración. Si no, tendrán que ir al infierno por pensar que soy un hombre ordinario. Para infundir respeto, de modo que ellos puedan beneficiarse, tendré que aceptar el papel de un sannyasi". Él le reveló a Nityananda Prabhu y a algunos otros: "En el último día del primer mes de este año, he de aceptar sannyasa".

FIN DEL CAPITULO CUATRO